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domingo, 1 de mayo de 2011

Rusia es uno de los mayores productores de crudo y afronta un déficit de gasolina


Vlad Grinquévich, RIA Novosti

Parece paradójico pero hay déficit de combustible en Rusia, uno de los principales suministradores de petróleo en el mundo y esto no son especulaciones sino una lamentable realidad.

El pasado fin de semana, la escasez de gasolina en la República Altai en Siberia Occidental provocó largas colas en las gasolineras que sólo venden 20 litros de carburante por vehículo.

La situación crítica la están viviendo también otras regiones de Rusia. Los expertos no descartan que en los próximos días el déficit de gasolina pueda afectar a San Petersburgo y a Moscú.

El Servicio Antimonopolio Federal de Rusia, que supone que estamos ante un complot y abuso por parte de las grandes petroleras con el fin de provocar un déficit artificial para subir los precios, amenaza con castigar a los responsables.

Flujo de gasolina

En realidad, no hay escasez de gasolina en Rusia. Al contrario, la producción de combustible aumenta.

Según un analista del banco ruso Gazprombank, Alexandr Nazárov, en este mes de abril, la producción de gasolina se ha incrementado un 4% en Rusia en comparación con el pasado marzo.

Pero las petroleras rusas no están interesadas en las ventas de combustible en el mercado doméstico. Los conflictos en el Oriente Próximo y las consecuencias del fuerte terremoto y tsunami ocurridos el pasado 11 de marzo en Japón provocan el alza de los precios del crudo que ya han subido un 30% desde principios del año en curso.

Los precios de los derivados de petróleo encarecieron también. Según Nazárov, en la UE los precios de gasolina batieron récords de 2008, cuando los precios de petróleo alcanzaron su máximo histórico en torno a 140 dólares el barril.

Podríamo afirmar, que a diferencia de Rusia, Europa no es uno de los mayores exportadores del crudo. Pero la formación de precios en el gigante euroasiático se realiza de modo que el ingreso captado por la venta del producto en el mercado exterior sea igual al precio del mercado doméstico.

La reducción de la brecha entre el precio interno y el precio internacional de mercado llevada a cabo a principios de 2011, causó la subida drástica de los precios en el mercado ruso. Las autoridades de Rusia se vieron obligadas a recurrir a los recursos administrativos para tomar la situación bajo su control.

A principios del febrero pasado, el primer ministro ruso, Vladímir Putin, ordenó al Servicio Federal Monopoilo iniciar la investigación por el hecho de un incremento injustificado de los precios de combustible.

Teoría de complot

Los precios de hidrocarburos se estabilizaron y aún de redujeron un poco, pero resultó que es desventajoso vender la gasolina al por menor en Rusia. Mejor sería aumentar los suministros a otros países.

Además, el pasado 1 de febrero de 2011, bajaron los derechos de aduana para los derivados de petróleo de bajo peso molecular.

Según el director ejecutivo de la Unión Nacional de Productores de Combustible, Grigori Serguienko, el déficit actual de gasolina fue causado por un desequilibrio de precios y aumento de los suministros del petróleo ruso al mercado extranjero.

Alexandr Nazárov no descarta la posibilidad que, en esta coyuntura desfavorable de formación de precios, varias productoras de petróleo rusas hayan podido parar temporalmente la producción para efectuar una reparación de acuerdo con las normas.

Resulta que las grandes petroleras siguen suministrando el combustible a sus gasolineras mientras que las gasolineras independientes, ante todo las que se ubican fuera de la capital del país, pueden afrontar problemas.

Esta situación se observa en la República de Altai. La petrolera estatal rusa Rosneft y una de las petroleras más importantes de Rusia Gazprom Neft suspendieron el suministro de combustible a las gasolineras independientes. Por otro lado, los automovilistas formaron larguísimas colas en las gasolineras de los propios monopolistas.

El Servicio Antimonopolio Federal insiste en el complot. La Dirección de la República Altai del Servicio Antimonopolio Federal (SAF) de Rusia inició una minuciosa investigación de la situación.

Otras instituciones públicas también deben adherirse al SAF próximamente para buscar las causas de la escasez de gasolina ya que el primer ministro ruso, Vladímir Putin ordenó a todos los departamentos competentes reportar las causas del déficit de combustible.

Pánico

El Estado tiene dos posibilidades para areglas la situación, o volver a aplicar las medidas administrativas o dar su visto bueno al crecimiento de los precios en el mercado de menudeo.

La primera posibilidad conviene a los consumidores pero no les gustaría a las propias petroleras que no quieren privarse de una parte de sus ingresos.

Así las cosas, las medidas administrativas pueden ser poco eficaces y un nuevo déficit sólo será la cuestión del tiempo.

La segunda posibilidad es igualar precios de venta del producto en el mercado doméstico y en el mercado exterior, en contra a la opinión pública que “apoyó la decisión del gobierno ruso de congelar los precios”, dice Grigori Serguienko. Es un círculo vicioso.

Entretanto, si los precios alzan paulatinamente, esto producirá un menor efecto negativo. En todo caso, la influencia de las grandes petroleras en la crisis de gasolina en la República de Altai es más o menos exagerada.

El director de la Fundación de Seguridad Energética Nacional, Konstantín Símonov, cree que los negocios de los vendedires del combustible es demasiado lucrativos. Según él, un papel importante si no decisivo en la situación de la escasez de la gasolina desempeño el “pánico provocado”.

El representante plenipotenciario del presidente ruso en el Distrito Federal de Siberia, Víctor Tolokonski, comparte esta opinión. Según él, hay muchas reservas de combustible en el Territorio de Altai pero las petroleras son incapaces de suministrar la necesaria cantidad de combustible a las gasolineras debido al pánico.

http://sp.rian.ru/opinion_analysis/20110429/148834404.html

sábado, 16 de enero de 2010

La cooperación entre Rusia y Turquía pasa por el Cáucaso

Ilgar Velizade, RIA Novosti

La reciente visita del primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, marcó nuevas pautas para potenciar la estrecha cooperación económica que desarrollan Rusia y Turquía desde hace varios años.

Y aunque el intercambio comercial entre ambos países se redujo un 40% a raíz de la crisis económica mundial, Turquía sigue siendo uno de los socios económicos más importantes de Rusia, aventajando incluso a Estados Unidos y al Reino Unido.

Moscú y Ankara tienen planes ambiciosos y aspiran incrementar su comercio bilateral hasta US$100.000 millones en el plazo de cinco años.

Tras la firma de convenios sobre la participación de Turquía en la realización del gasoducto South Stream (Corriente Sur) y la cosntrucción de un segundo ramal para el gasoducto existente Blue Stream 2 (Corriente Azul 2) a través del territorio turco, ahora, Rusia y Turquía deben cumplir una tarea más complicada, es decir, hacer realidad los planes previstos.

Probablemente, en la cita de Moscú, las partes volvieron discutir asuntos sobre la construcción del oleoducto Samsun-Ceyhan. Desde los últimos años, Turquía en reiteradas ocasiones ha invitado a Rusia a participar en este proyecto que empezó a desarrollarse en 2007 y debe concluir en 2011. Pero la parte rusa todavía no ha dado una respuesta afirmativa.

No pocos esfuerzos habrá que hacer para realizar el acuerdo bilateral suscrito el pasado mes de agosto sobre la construcción de la primera central nuclear en Turquía con tecnología rusa, que prevé la construcción de cuatro reactores de 1200 megavatios de potencia cada uno.

De acuerdo a los protocolos bilaterales firmados durante la visita del primer ministro ruso Vladímir Pútin a Ankara (agosto de 2009), la central nuclear se construirá en las proximidades del poblado Akkuyu, sobre la costa del mar Mediterráneo.

Según varias fuentes, el consorcio ruso Power Machines prepara propuestas para participar en proyectos de construcción de centrales termoeléctricas y hidroeléctricas en Turquía. Se trata de la central termoeléctrica Afsin-Elbistan (4 bloques de 300 MW cada uno), la central termoeléctrica Orhaneli (1 bloque de 200 MW), la central hidroeléctrica Pembelik (2 bloques de 54 MW cada uno), la central hidroeléctrica Derekoy (3 bloques de 35 MW cada uno). Además, el consorcio también está interesado en suministrar las turbinas para la central nuclear turca (4 bloques de 1,2 gigavatios cada uno).

Para realizar estos planes es necesario garantizar vías de transporte fiables del respectivo equipo y maquinaría para las obras de construcción, entre otras cosas.

Rusia y Turquía tienen intenso tráfico marítimo. Decenas de toneladas de cargas se transportan diariamente por el mar Negro desde los puertos rusos hacia los turcos y viceversa.

Sin embargo, para realizar obras de construcción tan importantes con mayor eficacia se necesita un sistema estable de transporte terrestre. Después de que Rusia y Georgia suspendieran sus relaciones, es posible organizar el transporte sólo a través del territorio de Azerbaiyán y Armenia, lo que, a su vez, requiere arreglar el conflicto de Alto Karabaj.

Durante todo el año pasado, los mandatarios de Azerbaiyán y Armenia se reunieron en varias ocasiones, con la participación de Rusia como mediadora. A veces, daba la impresión de que las partes estaban a punto de firmar un acuerdo que impulsaría la normalización de las relaciones bilaterales. Pero estas esperanzas no llegaron a ser realidad.

De otro lado, Armenia y Turquía alcanzaron un progreso notable en la solución de sus problemas. Hace poco, el Tribunal Constitucional de Armenia convalidó los protócolos turco-armenios que estipulan normalizar las relaciones bilaterales. Ahora le toca a Turquía dar los pasos correspondientes.

Según sus máximos dignatarios Ankara ratificará los protocolos con Armenia siempre y cuando esta nación devuelva los territorios ocupados pertenecientes a Azerbaiyán.

Sin embargo, hace poco, el titular de Asuntos Exteriores turco, Ahmet Davutoglu, anunció, durante su visita al Reino Unido, que "el Gobierno turco hace todo lo posible para aprobar los protocolos sin condiciones previas".

"Queremos crear una región en que sea posible viajar tranquilamente en coche desde Bakú, capital de Azerbaiyán, hasta la ciudad turca de Kars atravesando Alto Karabaj, Ereván y Najichevan", añadió. Pero resulta imposible hacerlo sin tener en cuenta la postura de Azerbaiyán.

A juzgar por todo, el Kremlin decidió explicar a Armenia las oportunidades que obtendría esta república caucasiana al aceptar las condiciones formuladas por los países copresidentes del grupo de Minsk de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) liberando cinco de las siete zonas ocupadas de Azerbaiyán.

Este es el tema central de la agenda del viaje que el titular ruso de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov, realiza a Armenia. Bakú está a la expectativa, sin adelantarse al desarrollo de los acontecimientos.

Los políticos turcos, después de visitar Moscú, suelen viajar a la capital de Azerbaiyán o llamar por teléfono a altos cargos del Gobierno de este país para consensuar sus posturas con el más allegado aliado de la región. A raíz de la visita del primer ministro turco a Rusia, en la situación actual es muy probable una llamada telefónica entre Moscú y Bakú.

http://sp.rian.ru/analysis/20100115/124706284.html

martes, 1 de diciembre de 2009

Infantería de Marina rusa necesita buques nuevos

Ilia Kramnik, RIA Novosti

El Día de la Infantería de Marina se celebra en Rusia el 27 de noviembre desde 1996. Ese mismo día en 1705, el Emperador Pedro el Grande promulgó el Decreto "De la creación del primer regimiento de Fusileros navales".

Las primeras unidades de abordaje y desembarco aparecieron en Rusia en el siglo XVII. Por ejemplo, un grupo de este tipo estaba en el primer buque de guerra ruso "Oryol" (Águila) construido durante el reinado de Alexei Mijáilovich (1629-1676), el segundo zar de la dinastía de los Romanov. Luego, en la época del Pedro el Grande, los célebres regimientos Preobrazhenski y Semionovski actuaban en calidad de Infantería de Marina durante las campañas de Azov, organizadas para tomar las fortalezas otomanas de la ciudad de Azov en 1695. Los regimientos permanentes de la Infantería de Marina sólo fueron constituidos en 1705, tras aparecer la Flota rusa del Báltico.

Durante tres siglos de su existencia, la infantería de marina rusa se distinguió en muchas batallas, desde la Gran Guerra del Norte hasta la agresión de Georgia contra Osetia del Sur, cuando Rusia tuvo que intervenir militarmente para proteger a la población civil de esta República, en su mayoría de nacionalidad rusa, en agosto de 2008.

Hoy día, la infantería naval rusa cuenta cinco brigadas y muchas unidades independientes, incluidas las de misiones especiales. Los infantes de Marina, por regla general, combaten en la costa, formando parte de desembarcos navales, pero en la actualidad esta misión adquiere un perfil conceptualmente nuevo.

Además del desembarco naval, los efectivos de la Infantería de Marina participan en operaciones de paz, la lucha contra la piratería, misiones especiales y conflictos regionales en otras zonas del mundo, custodiar cargas importantes a bordo de buques durante navegación.

Para cumplir estas misiones, la infantería naval utiliza buques y lanchas de desembarco de varios tipos, vehículos blindados, helicópteros y otro material que casi no se diferencia de lo que tiene en su dotación el Ejército de Tierra.

Últimamente Rusia ventila la posibilidad de adquirir un buque anfibio de desembarco francés tipo Mistral y de fabricar en serie estos buques para fortalecer a la Armada rusa.

El 23 de noviembre pasado "Mistral" arribó a San Petersburgo para que los militares y expertos rusos pudieran apreciar sus características. Y el día 27 el buque se incorporó a las maniobras de la Flota rusa del Báltico, en el curso de las cuales se ensayó el aterrizaje de helicópteros sobre la cubierta, incluidos los nuevos modelos Ka-52.

Las maniobras ejercerían una serie influencia sobre la apreciación de las prestaciones del portahelicópteros. Sin embargo, algunas conclusiones preliminares se emitieron ya después de la primera visita al buque.

Según el director de la revista Moscow Defense Brief, Mijaíl Barabanov, experto en temas militares, quién visitó "Mistral", se trata de un portahelicópteros diseñado para las necesidades de Francia, o sea un buque para largas expediciones que también puede utilizarse como buque de mando con reducida capacidad de librar combate.

La del "Mistral" es una concepción de un buque barato, por lo cual su grado de supervivencia es inferior a la de otros buques de guerra, y el propio "Mistral" se parece más a un barco civil. Está dotado de dos lanzadores de misiles de corto alcance, dos piezas de artillería antiaérea de 30 mm y cuatro ametralladoras de gran calibre. Debido a esto, el portahelicópteros necesita ser protegido por buques de escolta.

Las características de "Mistral" para realizar desembarcos dejan mucho que desear, pues la tripulación y los marines que a veces permanecen durante largo tiempo en teatros de operaciones alejados, necesitan condiciones confortables.

"Mistral" puede emplearse como buque de mando, hospital flotante, base de apoyo logístico en operaciones de paz y situaciones de emergencia.

En general, el proyecto "Mistral" tiene que ser adaptado bastante para la Marina de Guerra rusa. Debe ser capaz de portar helicópteros fabricados en Rusia.

También es preciso reforzar la defensa antiaérea del buque y sus capacidades para desembarcar tropas, teniendo en cuenta, entre otras cosas, una alta probabilidad de su participación en conflictos armados, cuando pase a formar parte de la Marina de Rusia.

Tomando en consideración las consideraciones arriba expuestas y el costo de la remodelación, la necesidad de adquirir el portahelicópteros "Mistral" se pone en tela de juicio.

Astilleros de muchos países construyen buques semejantes y están dispuestos a modificar rápidamente un proyecto concreto a atención a los requerimientos de Rusia.

Recordemos que existe el proyecto nacional BDA 11780 diseñado en los años ochenta.

Claro que necesita ser modernizado a fondo. Pero, a diferencia de "Mistral", este buque se caracteriza por un alto grado de supervivencia y es capaz de cumplir una gama de misiones mucho más amplia en caso de estar dotado de equipos e instrumentos indispensables.

En suma, es racional convocar un concurso entre empresas nacionales y extranjeras para elegir el proyecto más conveniente para Rusia. La industria nacional podría aprovechar tal cooperación con astilleros extranjeros que tendría importancia mucho mayor que la mera incorporación de buques de desembarco en los arsenales de la Armada.

http://sp.rian.ru/analysis/20091130/124187925.html

miércoles, 9 de septiembre de 2009

¿El fin del dólar como divisa suprema?

PAUL KENNEDY

Está en marcha un debate muy interesante en medios académicos sobre la suerte a largo plazo del dólar estadounidense como suprema divisa para las transacciones en moneda extranjera y, cosa más importante, para las reservas de divisas de los Gobiernos nacionales, las empresas multinacionales y los productores de petróleo, gas y otras materias primas.

En la cumbre del G-20 que se celebró en Londres el pasado abril, llamó la atención de los periodistas que el Fondo Monetario Internacional recibiera una asignación de 250.000 millones de dólares en derechos especiales de giros (DEG). Dos meses después, la cuestión volvió a surgir en Ekaterimburgo (Rusia). La reunión de los líderes de los países BRIC -Brasil, Rusia, India y China- sugirió a los comentaristas que una coalición internacional de Estados emergentes podría cantar las cuarenta al Tío Sam, en parte a base de que los países cambiaran sus reservas de divisas desde el dólar a esas unidades de cuenta del FMI.

Una interpretación generosa de toda esta "confabulación" internacional es que, en realidad, es mejor para el mundo que sus transacciones monetarias se basen en un "abanico" internacional de divisas que en una sola que, si cae por culpa de la mala gestión de su Gobierno, podría llevar a la ruina a muchos actores inocentes, especialmente los Estados más pobres que dependen del dólar estadounidense. ¿No lo había propuesto el gran economista John Maynard Keynes en 1944 a fin de evitar un mundo basado en un dólar que acabara sufriendo la maldición de llevar demasiado peso sobre los hombros?

Habría sido positivo para la comunidad internacional y para Estados Unidos. ¿Por qué tenía que tambalearse el Titán Cansado bajo el destino excesivo de su carga de ser la divisa suprema? Pero Washington, con todos los dólares que tenía en el bolsillo, puso el veto al plan de Keynes. Está bien saber que eres el más fuerte. Además, si uno posee la principal divisa del mundo puede caer en enormes déficits comerciales y de cuenta corriente sin que le castiguen por ello; un país con una divisa poco importante como Islandia o Corea del Sur no puede permitírselo.

Otra interpretación más desagradable de este paso para acabar con la hegemonía del dólar es el antiamericanismo. Es habitual que la primera potencia mundial despierte el resentimiento de otros países menos poderosos, incluso cuando esa potencia consigue distribuir bastante bien lo que los economistas llaman los "bienes públicos". Por consiguiente, si las economías emergentes de Brasil, Rusia, India y China deciden reunirse, no es extraño que hablen sobre el sistema financiero y comercial internacional y sobre cómo depender menos de la capacidad de Estados Unidos para dañarlo (a través de hipotecas basura, pésimos bancos, el dominio de la divisa).

Para algunos, un dólar debilitado puede ser también un golpe contra la arrogancia de Estados Unidos y un recordatorio de que hasta los más poderosos pueden tropezar. Eliminar la "injusta" ventaja del dólar como divisa fundamental de reserva ha sido siempre una idea del agrado de los intelectuales franceses y, como demuestra la historia, de los presidentes franceses, desde De Gaulle hasta Sarkozy. ¿Por qué no, entonces, propugnar una "cesta de divisas" más equitativa que facilite los intercambios comerciales o, como variante, intentar organizar el comercio mediante los derechos especiales de giros del FMI? Parece razonable -y, por tanto, defendible- y bajaría los humos a los estadounidenses.

Pero resulta que hay todo tipo de razones por las que los DEG no pueden servir en la actualidad como divisa común, es decir, algo en lo que podría fijarse el precio de un coche Toyota o algo de lo que se podría sacar un puñado de billetes de un cajero automático. Su función es de carácter intergubernamental y no tiene nada que ver con, por ejemplo, los departamentos de divisa extranjera de Barclay's.

Esto lo explicó muy bien el especialista financiero Swaminathan S. Anklesaria Aiyar, del Cato Institute de Washington (An International Monetary Fund Currency to Rival the Dollar?, ¿Una divisa del Fondo Monetario Internacional que rivalice con el dólar?, julio de 2009, para los lectores que quieran más detalles). Hay que advertir que Aiyar no es como esos comentaristas estadounidenses nacionalistas que parecen creer que la reducción del papel del dólar en el mundo es una especie de amenaza contra su virilidad. Es más, como investigador del Cato Institute, famoso por sus opiniones libertarias sobre política y economía, Aiyar alega sin reparos que la caída relativa del dólar se producirá seguramente debido al crecimiento continuo del PIB chino y la futura llegada del yuan como divisa plenamente convertible, y no porque los Gobiernos mundiales recurran a un instrumento artificial del FMI como los derechos especiales de giros. Cuando el yuan entre a formar parte de las grandes divisas, junto con el euro, el yen y el dólar, habrá todavía menos presiones y menos razones para sustituir los medios tradicionales de compraventa de dinero.

Poco después de leer el ensayo de Aiyar, me llamó la atención un artículo extraordinario titulado The World Supremacy of the Dollar at the Rendering (1917-2008) (La supremacía mundial del dólar a la hora de rendir cuentas), escrito por el especialista italiano Antonio Mosconi, del Centro Einstein de Estudios Internacionales (CESI). El título es tan bíblico -el rendir cuentas evoca el "dar al César lo que es de César y a Dios lo que es de Dios"- que inmediatamente quise saber lo que decía.

Para quienes disponen de menos tiempo libre que los profesores de universidad, lo resumiré así: el dólar estadounidense ha vivido dos vidas, la primera como divisa de un poderoso país acreedor, desde los años veinte hasta los sesenta, y la segunda como divisa de un "imperio de la deuda", desde los setenta hasta hoy, aún tiene que llegar mucho más endeudamiento internacional tan sólo con la desgraciada liquidación de los bonos del Tesoro cada semana.

Es imposible resumir en unas frases la devastadora y elegante descripción que hace Mosconi de la explotación, por parte del Gobierno estadounidense, de su capacidad de imprimir papel en el escenario fiscal internacional. Pero su conclusión está clara: "Esta crisis no es como las demás, es la última convulsión del papel internacional del dólar". En algún momento futuro, gran parte del mundo tomará medidas para evitar que su destino dependa de las decisiones aisladas del Tesoro estadounidense y el Banco de la Reserva Federal. Y entonces llegará la hora de rendir cuentas...

Ya veremos. Dado el nerviosismo de los mercados mundiales en la actualidad, tan posible es que veamos una mejora en el valor de cambio del dólar como que veamos una caída repentina. Ahora bien, en general, estos artículos académicos tienen bastante sentido. Vivimos hoy en un mundo en el que un sólo país, que no tiene más que el 5% de la población mundial, posee aproximadamente el 20% de su PIB, gasta casi el 50% de sus inversiones totales en defensa e imprime billetes que representan entre el 65 y el 70% de las reservas mundiales de divisa extranjera.

De creer en la teoría de la "convergencia" que propugnan los economistas -es decir, el acercamiento del producto y la renta de empresas, regiones y países-, la conclusión está clara: a medida que China, India, Corea del Sur, Brasil, México e Indonesia "se pongan al día", la parte correspondiente a Estados Unidos disminuirá de forma proporcional, aunque los habitantes de Virginia y Vermont sean más ricos, en términos absolutos, en el año 2050. Tarde o temprano -y lo que se discute es si va a ser "tarde" o "temprano", no si va a ser- vamos a presenciar otro gran cambio en los equilibrios mundiales de poder.

Incluso a corto plazo, y sobre todo si yo fuera un gestor de dinero interesado en proteger los futuros intereses de mis clientes, supongo que observaría con más cuidado la distribución actual de mis carteras, sólo para asegurarme de que, cuando me llegara la hora de "rendir cuentas", no pareciera completamente anticuado. Y, cuando cobro como autor internacional, me gusta recibir mis honorarios y derechos en muchas monedas, sólo para estar tranquilo.

miércoles, 26 de agosto de 2009

Rusia rompió con el silencio para comprender su historia

Rusia rompió con el silencio para comprender su historia.

Hace 70 años, la Alemania nazi de Adolfo Hitler y la Unión Soviética dirigida por José Stalin, firmaron un pacto de no agresión que pasó a la historia como el Pacto Mólotov-Ribbentrop, en mención a sus firmantes, los correspondientes ministros de Asuntos Exteriores de ambos países. Trascurridas siete décadas, siguen los debates de este acontecimiento que influyó en el destino de muchos pueblos en la II Guerra Mundial. El director del Instituto de Historia de la Academia de Ciencias de Rusia Alexandr Chubarian, desde 1988, investiga el Pacto Molotov-Ribbentropp, y actualmente en Rusia, es considerado uno de los expertos más autorizados en la historia de las relaciones ruso-germanas.

En la presente entrevista concedida a RIA Novosti, el experto explica los antecedentes al pacto germano-soviético firmado hace 70 años, sus consecuencias, y la visión actual de los acontecimientos ocurridos en aquellos años.

¿Debe la Rusia contemporánea condenar el Pacto Molotov-Ribbentrop, o todavía tiene vigencia la fórmula expuesta en 1989 de que ese Pacto fue un acontecimiento normal para aquella época, aunque los "protocolos secretos" anexos al pacto fueron un acto amoral por parte de los firmantes?

En los últimos años, el interés de la opinión pública por los acontecimientos relacionados con el Pacto Molotov-Ribbentrop ha crecido considerablemente, y el tono de los debates cada vez adquiere formas categóricas e irreconciliables.

La intensidad y ardor de las disputas no se debe a la aparición de nuevos documentos sino a interpretaciones antagónicas de los hechos derivados de ese acontecimiento histórico.

La tensión que impera no se debe a discrepancias entre historiadores y expertos. La confrontación que observamos es el producto de convulsiones de orden ideológico y político promovidas en la sociedad.

La situación empeora por actitudes preconcebidas que predomina en países vecinos, en particular, impulsadas por políticos influyentes en las repúblicas Bálticas y Polonia. Este factor ha politizado al máximo un asunto que debería ser material de investigación exclusiva para los historiadores.

La transparencia siempre ha dado mejores resultados que negar lo que es evidente. En su tiempo, la postura de la Unión Soviética fue sensiblemente vulnerable porque las autoridades soviéticas con obstinación negaron la existencia de los protocolos secretos anexos al Pacto Molotov-Ribbentrop.

Pero el reconocimiento y publicación de esos protocolos precisamente en tiempos de la URSS hace 20 años, ha reforzado nuestra postura y es una prueba de que Rusia rompió definitivamente con la política del silencio para comprender su historia.

Y no obstante, entre los historiadores predomina el debate en cuanto a que el Pacto Molotov-Ribbentrop fue el detonante de la II Guerra Mundial que comenzó una semana después de su firma, el 23 de agosto de 1939. Como es bien sabido, el 1 de septiembre de 1939 las tropas alemanas invadieron Polonia seguros de que la URSS no ayudaría a los polacos. ¿Está usted de acuerdo con esta tesis?

No, no estoy de acuerdo. Conozco muy bien ese punto de vista, que entre otras cosas, se cita para argumentar la responsabilidad compartida que tiene la Alemania nazi y supuestamente la Unión Soviética en el inicio de la II Guerra Mundial.

Esa tesis quedó reflejada en una resolución aprobada por la Asamblea del Parlamento de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) ignorando acontecimientos evidentes que tuvieron lugar antes de que comenzara la guerra.

Hitler decidió invadir Polonia mucho antes de firmar el pacto de no agresión con la URSS, y en la primavera de 1939, ya había puesto en marcha los preparativos de la agresión, incluso fijo el 26 de agosto de 1939 como la fecha tentativa para el asalto, pero el ejercito alemán no pudo cumplir ese plazo y emprendió la invasión el 1 de septiembre.

Hay que destacar que el destino del Pacto germano-soviético-alemán firmado el 23 de agosto fue incierto hasta el último momento de su concertación. Esto quiere decir que independientemente del resultado de sus negociaciones con la URSS, Hitler no tuvo ninguna duda en cuanto a sus planes de invadir Polonia.

Inglaterra y Francia brindaron garantías a Polonia precisamente por la misma razón, es decir, Londres y París sabían con seguridad que Alemania se preparaba para la guerra, y el viaje urgente que hizo el ministro Ribbentrop a Moscú fue por la misma causa, el diplomático alemán tenía que terminar ese asunto pendiente con los soviéticos antes de comenzar la invasión de Polonia.

Y no obstante, después de que Hitler invadió Polonia Inglaterra y Francia declararon la guerra a Alemania, mientras que la URSS, no sólo permaneció al margen, sino que firmó con Alemania un tratado de amistad en septiembre de 1939.

¿Acaso no fue una muestra de apoyo al agresor?

Es indiscutible que los protocolos secretos anexos al Pacto Molotov-Ribbentrop, la firma del tratado de amistad en septiembre de 1939 y la resolución impuesta en la URSS entre 1939 y 1940 que prohibió criticar la doctrina nacional-socialista fueron actos amorales que se merecen la condena que posteriormente se hizo tanto en Rusia y en el exterior.

Y a pesar de todo, los acontecimientos ocurridos en esos días no pueden explicarse únicamente bajo la óptica de que "Hitler decidió invadir a sus vecinos y Stalin se convirtió en su cómplice".

Soy partidario de que la investigación de la historia debe apoyarse en el estudio amplio de todos los factores implicados en los sucesos claves relacionados con las naciones y sus pueblos.

Ante el estudio de tal o cual fenómeno o acontecimiento como el inicio de la II Guerra Mundial, es indispensable analizar todos los factores implicados y no limitarse a destacar uno o dos momentos o circunstancias por alguna razón cómodas o favorables.

El pacto Molotov-Ribbentrop fue un fenómeno político-diplomático muy complejo. Y para hacer una valoración objetiva, es necesario tener en cuenta los antecedentes históricos que determinaron muchos aspectos de este asunto.

Es por eso que nosotros desviamos nuestra atención a sucesos ocurridos en 1938. Y no porque queramos obligar a nuestros colegas occidentales recordar el Tratado de Munich.

Simplemente, si no se tiene en cuenta el factor que tuvo Munich, no es posible explicar las razones que obligaron a Stalin a firmar un pacto de no agresión con la Alemania nazi.

Hasta la firma del acuerdo de Munich, en Europa había un consenso muy sólido en cuanto a Hitler y su régimen. Todas las potencias europeas, Inglaterra, Francia y la URSS mantuvieron una actitud muy negativa ante el régimen nazi impuesto en Alemania en 1933.

La firma del acuerdo de Munich hecho por tierra ese consenso. Desde el punto de vista moral, el acuerdo de Munich y el pacto Mólotov-Ribbentrop son muy parecidos el uno del otro, porque ambos documentos fueron suscritos de espaldas a aquellos pueblos cuyos destinos dependió de lo concertado en esos acuerdos.

En Munich, el 29 de septiembre de 1938, los representantes de Checoslovaquia estaban en una habitación contigua a la sala donde se reunieron los firmantes. Y sin consultar en absoluto su opinión, las partes (Inglaterra y Francia en un bando y Alemania e Italia por el otro) determinaron el destino de ese país.

A diferencia del Pacto Molotov-Ribbentrop, el tratado de Munich no trató sobre esferas de interés sino que directamente estableció la entrega a Alemania de parte de Checoslovaquia (una tercera parte de su territorio, el 40 por ciento de su industria y cerca de 5 millones de habitantes).

En esencia el tratado de Munich fue la repartición de un país soberano entre otros estados.

Y la URSS no estuvo en Munich. Stalin tenía mucha desconfianza a las democracias occidentales, más que el resto recelaba de Inglaterra y después de la firma del tratado de Munich, vio las intenciones de Londres de aislar a Moscú.

¿Y por qué de todas maneras, Stalin prefirió pactar con Hitler en lugar de los aliados occidentales? Sus oponentes afirman que Inglaterra, Francia y Polonia no pudieron aceptar las condiciones exigidas por Moscú de permitir el paso de las tropas soviéticas por sus territorios. Con los años, se pudo ver que Stalin después de entrar en el territorio de un país, muy pocas veces permitió a ese país actuar por su cuenta.

Recordemos las negociaciones británicas-franco-soviéticas que tuvieron lugar en Moscú en el verano de 1939. En esas negociaciones se habló de las posibilidades de ayudar a los países de Europa Oriental en el caso de una agresión por parte de Hitler.

Las garantías para las repúblicas bálticas se abordaron en junio de 1939, y en agosto transcurrieron conversaciones interminables sobre Polonia y Rumania. El 20 de agosto, los franceses informaron a los soviéticos que había logrado convencer al ministro de Asuntos Exteriores de Polonia, Józef Beck, y que Varsovia estaba dispuesta a permitir el paso de las tropas soviéticas por su territorio.

Pero por parte de Polonia no hubo ninguna declaración oficial. Y de esta manera, quedó sepultada definitivamente la cooperación entre Inglaterra y Francia con la URSS, antes de la firma del pacto Molotov-Ribbentrop.

En cuanto a si Stalin hubiese ocupado Polonia, Rumania u otro país por cuyo territorio pasaran las tropas soviéticas, previo acuerdo con los aliados occidentales, se trata de una hipótesis bastante discutible.

Hubo ejemplos de países a los que la URSS impuso su régimen político, pero también hubo países donde las tropas soviéticas entraron y salieron dejando que esos países se desarrollaran de la forma en que quisieron.

Me refiero a Irán, Austria, y Finlandia después de la Guerra a pesar de que un delegado soviético formó parte de la Comisión de Control de los Aliados. Y no obstante, todos esos países conservaron su autonomía.

Eso mismo pudo ocurrir con Polonia, si Francia Inglaterra le hubiesen proporcionado garantías fiables.

Es decir, sencillamente, ¿Hitler le propuso a Stalin una variante más ventajosa que Inglaterra y Francia?

En las conversaciones con Inglaterra y Francia el asunto sobre los territorios que posteriormente fueron incluidos en la zona de los intereses soviéticos se discutió únicamente desde el punto de vista del paso de las tropas soviéticas, en este caso, Hitler avanzó más y propuso dividir la zona de intereses.

Pero como quedo demostrado posteriormente, Hitler cumplió sus promesas durante un plazo muy corto. Ya en noviembre de 1940, cuando Mólotov viajó a Berlín y las relaciones entre la URSS y Alemania ya estaban deterioradas, Hitler le espetó al jefe de la diplomacia soviética. "¿Y quien le dijo a usted que tendrían el derecho de anexarse esos territorios? ¡Esto no se desprende del pacto! " dijo entonces Hitler.

Y esta es precisamente la gran lección que se desprende de los acontecimientos ocurridos entre 1938 y 1941 en Europa.

Cada vez que los países por separado intentan garantizar su propia seguridad a costa de otros, y de paso ignoran las amenazas que pueden ser comunes, la seguridad colectiva es la que sale perdiendo y junto con ella, la seguridad de cada uno de los países por separado.

Hasta el último momento de 1941, cuando estalló la guerra, todos los países de Europa intentaron pactar con Hitler. El líder nazi prometió todo a todos y después, también a todos los engañó.

A partir de su punto de vista, ¿considera usted que Alemania y la URSS no son los únicos responsables de la repartición de Polonia en septiembre de 1939?

Las potencias occidentales también tienen cierto grado de responsabilidad en esos acontecimientos. Cuando el 17 de septiembre las tropas soviéticas entraron en las regiones orientales de Polonia, en Inglaterra se oyeron voces sobre la necesidad de declarar la guerra a Alemania y de imponer sanciones contra la URSS.

Pero al final, el gobierno británico se limitó a dar garantías de seguridad a Polonia únicamente en sus fronteras orientales, y no adoptó ningún tipo de sanciones contra la URSS.

Al contrario, expreso satisfacción ante el hecho de que las tropas soviéticas se detuvieron en la denominada línea Kerson, es decir la línea que dividió a Polonia y la URSS después de la declaración de independencia de Polonia en noviembre de 1918.

¿De qué forma Inglaterra expresó satisfacción por la entrada de las tropas soviéticas a la parte oriental de Polonia?

En declaraciones del ministerio británico de Asuntos Exteriores, el Gabinete Militar e incluso el Parlamento de Inglaterra. Es más, no se emprendió ninguna campaña o acto de repudio contra la URSS. No hubo siquiera un disparo en 1939 para defender Polonia.

Tampoco se intentó la más mínima demostración de acciones de guerra para desviar la atención de las tropas alemanas de Polonia.

Con las repúblicas bálticas la situación fue similar, los países occidentales no reconocieron la anexión de las repúblicas bálticas a la URSS jurídicamente, pero aceptaron la anexión como hecho consumado. De esta manera, los países occidentales también son responsables por los acontecimientos que ocurrieron en ese entonces en Europa Oriental.

No sólo Stalin y Hitler practicaron la diplomacia secreta. Ya siendo primer ministro británico, tras la dimisión de Austen Chamberlain en el verano de 1940, Winston Churchill escribió una carta a Stalin en la que le propuso firmar un pacto secreto entre Inglaterra y la URSS. A cambio de la lealtad de la URSS a Inglaterra Churchill prometió a Stalin que nadie sabría sobre el pacto suscrito y que tras la victoria sobre Alemania, Inglaterra reconocería de hecho la pertenencia de las repúblicas bálticas a la URSS.

¿Esa carta, ha sido publicada? ¿Cómo respondió Stalin a la propuesta?

Esa carta se conserva en el archivo del ministerio de Asuntos Exteriores de la URSS, copia de esa carta se encuentra en los archivos británicos, y yo la publiqué en mi libro. Según testimonios hablados, después de leer la carta, Stalin sonrió maliciosamente y dijo: "Este promete que reconocerá después de la guerra todo lo que todos reconocerán de hecho". Por lo visto, a Churchill le interesó muy poco el destino de las repúblicas bálticas.

Pero Churchill únicamente se tuvo que "tragar" la anexión de las bálticas, mientras que Stalin organizó y dirigió esa anexión. Resulta entonces, que de todas maneras, la mayor responsabilidad de todo recae sobre Rusia.

De todas maneras, la responsabilidad recae sobre la URSS y no sobre Rusia.

Aplicar el principio de que Rusia es el principal heredero de la URSS para resolver asuntos de responsabilidad histórica es una empresa arriesgada y demasiado compleja.

Vale la pena recordar el hecho de que un grupo muy limitado de personas por el lado soviético tuvieron relación directa con el proceso final para la preparación del documento. Stalin, Molotov y Voroshilov, que condujo las negociaciones con los franceses y los británicos. Incluso el futuro dirigente soviético Nikita Jrushev, que en ese tiempo ya era miembro del Buró Político del Partido Comunista de la URSS supo sobre el pacto únicamente en la noche del 23 de agosto después de que fue suscrito.

Actualmente, políticos de Polonia y las repúblicas bálticas intentan que este asunto sea discutido por organizaciones internacionales, y algunas entidades del poder como por ejemplo el parlamento de Lituania ha exigido a la Rusia contemporánea el pago de compensaciones por el "periodo de ocupación".

¿Qué se pude hacer en este caso? Si la actitud de los oponentes no fuera radical, posiblemente la reacción de Rusia hubiera sido más moderada. Hay que tener en cuenta de que se trata de una historia que pasó hace muchos años y su estudio debe tener un carácter más teórico que práctico.

¿Cómo se puede pedir cuenta a la generación actual sobre los actos de Stalin y sus colaboradores sobre los cuales los ciudadanos de la URSS no tuvieron información?

Y no es posible equiparar el estalinismo con el nazismo al menos porque el sistema soviético demostró la capacidad de que pudo cambiar su esencia: los protocolos secretos del pacto Molotov-Ribbentrop fueron publicados en tiempos del presidente soviético Mijail Gorbachov, el carácter criminal de esos protocolos fue reconocido y condenado cuando todavía existía la Unión Soviética.

En cambio, el régimen hitleriano nunca demostró su capacidad de transformarse. El régimen nazi siempre estuvo relacionado con la práctica abierta del genocidio de otros pueblos. El estalinismo ideológicamente no se basó en el genocidio, su esencia siembre la ocultó tras consignas propagandísticas y populistas y el pueblo soviético fue su víctima principal.

Entrevistó Dmitri Babich

http://sp.rian.ru/analysis/20090824/122812906.html

jueves, 13 de agosto de 2009

Un nuevo impulso para la no proliferación

MOHAMED EL BARADEI

El presidente norteamericano, Barack Obama, le inyectó un nuevo dinamismo a los esfuerzos -paralizados durante una década- por llevar a cabo el desarme nuclear. Está comprometido con la visión de un mundo libre de armas nucleares y reconoce el vínculo entre la no proliferación y el desarme nuclear por parte de los Estados con armas nucleares.

Obama ha prometido revitalizar el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) de 1970, que apunta a impedir la propagación de armas nucleares. El régimen de no proliferación, cuya piedra angular es el TNP, es confuso. Los principales problemas son fácilmente identificables.

En primer lugar, los cinco principales Estados con armas nucleares no han tomado en serio su obligación según el TNP de trabajar para el desarme nuclear. En cambio, han insistido en que las armas nucleares son esenciales para su seguridad y siguieron modernizando sus arsenales nucleares. Esto naturalmente los priva de autoridad moral para persuadir a otros de no adquirir armas nucleares, lo que se sigue percibiendo como una fuente de poder e influencia, y una póliza de seguro contra un ataque.

En segundo lugar, como hemos visto en el caso de Corea del Norte, no hay nada que impida que los países que firmen el Tratado simplemente se retiren tras declarar que "acontecimientos extraordinarios" han puesto en peligro sus intereses supremos.

En tercer lugar, la Agencia Internacional de Energía Atómica, que supuestamente monitoriza el sistema de no proliferación, tiene un financiamiento vergonzosamente insuficiente. Cuando se trata de determinar si un país está implementando o no un programa de armas nucleares encubierto, los inspectores de la AIEA suelen tener las manos atadas, ya sea porque carecen de autoridad legal para acceder a todas las instalaciones que consideran necesario, o porque los laboratorios analíticos de la AIEA son obsoletos, o porque la Agencia no tiene un acceso adecuado a imágenes satelitales.

En cuarto lugar, los controles de exportaciones no supieron impedir la propagación de tecnología nuclear sensible, nada menos que por los esfuerzos sofisticados de redes clandestinas como la dirigida por el científico nuclear paquistaní A. Q. Khan. Nueve países ya tienen armas nucleares, y sería ingenuo suponer que otros, especialmente en regiones de conflicto, no intentarán hacerse de ellas.

Por otra parte, una cantidad de países con programas de energía nuclear tienen la capacidad, si quisieran, de fabricar armas nucleares en cuestión de meses si cambiaran sus percepciones de seguridad, porque ya dominan la tecnología crítica

-enriquecimiento de uranio y reprocesamiento de plutonio-. Si más países toman este camino, podría terminar siendo el talón de Aquiles de la no proliferación.

En quinto lugar, la comunidad internacional, encabezada por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, la mayoría de las veces se ha paralizado frente a los desafíos de la seguridad internacional y ha sido ineficiente a la hora de responder a casos sospechosos de proliferación nuclear.

Estas cuestiones no se resolverán de la noche a la mañana. Pero hay mucho que se puede hacer relativamente rápido. Estados Unidos y Rusia han iniciado negociaciones sobre recortes profundos de sus arsenales nucleares, que en conjunto representan el 95% de las 27.000 ojivas nucleares del mundo. Otras medidas fundamentales incluyen implementar el Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares; negociar un tratado comprobable para poner fin a la producción de material fisible para su uso en armas; mejorar radicalmente la seguridad física de los materiales nucleares y radioactivos, algo vital para impedir que caigan en manos de terroristas; y fortalecer a la AIEA.

El mes pasado, propuse una medida elemental para fortalecer la no proliferación ante la Junta de Gobernadores de la AIEA: establecer un banco de uranio de bajo enriquecimiento (LEU, por su sigla en inglés) de la AIEA para garantizar el suministro a los países que necesiten combustible nuclear para sus reactores nucleares. El LEU no se puede utilizar para fabricar armas. Algunos mecanismos de este tipo serán esenciales en las próximas décadas a medida que más y más países introduzcan la energía nuclear.

Mi propuesta es crear un almacenamiento físico de LEU a disposición de la AIEA como reserva de último recurso para aquellos países con programas de energía nuclear que sufran una interrupción del suministro por razones no comerciales. Esto les daría a los países la confianza de que pueden contar con suministros fiables de combustible para funcionar en sus plantas de energía nuclear, y por lo tanto no necesitan desarrollar una capacidad propia de enriquecimiento de uranio o reprocesamiento de plutonio.

Y permitiría evitar que se repitieran las experiencias de Irán después de su revolución de 1979, cuando no se cumplieron los contratos por combustible y tecnología para su programa planificado de energía nuclear. Todavía, 30 años después, se notan algunas de las consecuencias.

El LEU estaría a disposición de los países que lo necesiten en base a criterios no políticos y no discriminatorios. Estaría disponible a precios de mercado para todos los Estados que cumplan con sus obligaciones de salvaguarda nuclear. A ningún Estado se le exigiría abandonar el derecho a desarrollar su propio ciclo de combustible.

El dinero necesario para lanzar un banco de LEU está a disposición, gracias principalmente a una organización no gubernamental -la Iniciativa de Amenaza Nuclear- y la financiación inicial de Warren Buffet. Pero éste sólo puede ser un primer paso. Debería estar acompañado de un acuerdo que estipule que todas las nuevas actividades de enriquecimiento y reprocesamiento estarán exclusivamente bajo control multinacional, y que todas las instalaciones existentes de este tipo pasarán de un control nacional a un control multinacional.

Es una idea muy audaz, pero en estos tiempos las ideas audaces son más necesarias que nunca. La oportunidad de que el ciclo de combustible nuclear esté bajo control multinacional se perdió hace 60 años debido a la guerra fría. La propagación de tecnología nuclear y el creciente riesgo de terrorismo nuclear hacen imprescindible que esta vez no dejemos pasar la ocasión.

© Project Syndicate, 2009.

www.project-syndicate.org

http://www.elpais.com/articulo/opinion/nuevo/impulso/proliferacion/elpepiopi/20090813elpepiopi_4/Tes

Traducción de Claudia Martínez.

jueves, 21 de mayo de 2009

¿Cuántas ojivas nucleares quedarán por fuera antes de la cumbre de Medvédev con Obama?


Andrei Fediashin, RIA Novosti.

A pesar de que parece ser lo mismo, el deseo de hallar un compromiso y la capacidad de aceptarlo, en realidad son cosas muy diferentes.

Lo anteriormente dicho tiene aplicación directa a las propuestas de reducir el arsenal estratégico nuclear de Rusia y Estados Unidos.

Lo primero (el deseo) en la mayoría de las veces no permite lograr lo segundo (el compromiso), porque los métodos y la aritmética empleada para contabilizar la correlación de las fuerzas nucleares de ambos países es una labor muy complicada.

A juzgar por los resultados de las primeras consultas entre expertos en formato completo de EEUU y Rusia para la redacción de un nuevo tratado de reducción del arsenal estratégico nuclear (STAR) celebradas en Moscú el 19 y 20 de mayo, ambas partes tienen el "deseo" de lograr un compromiso, pero a cada uno de los bandos le falta un poco de "disposición".

Y no es extraño. Situaciones semejantes ya ocurrieron en negociaciones similares anteriores, ya que ese tipo de obstáculos son predecibles especialmente en la etapa inicial de cualquier tipo de negociaciones de desarme.

Además, nadie ha dicho ni pudo decir que la reducción del armamento estratégico nuclear de Rusia y EEUU es un asunto fácil y rápido.

No es suficiente que a diferencia de Bush que no habló de reducciones, Obama se diga de repente, "propongo reducir", establezca incluso el nivel mínimo de hasta 1.000 ojivas y piense que el asunto se resolverá únicamente viajando a Moscú.

Por lo visto, los expertos rusos y estadounidenses todavía tendrán que trabajar muy seriamente en la elaboración del nuevo tratado de desarme nuclear. Existen puntos afines, pero hay asuntos que todavía no encuadran, así que todavía faltan más rondas de negociaciones, y probablemente, serán más que una.

El término "formato completo" empleado más que todo por EEUU, quiere decir que en la delegación participan expertos del Departamento de Estado (política), del Pentágono (contabiliza el arsenal nuclear y aspectos militares) y el Ministerio de Energética encargado de producir y guardar las ojivas nucleares, como también la verificación y control de su destrucción.

Ahora, en base a las posturas expuestas en las consultas de Moscú las partes negociadoras preparan un informe para la cumbre Medvédev-Obama del 6 al 8 de julio en Moscú y los presidentes, en base a este informe, decidir la cantidad y la forma en que se reducirá el arsenal nuclear estratégico de EEUU y Rusia.

En términos generales, se puede afirmar que Rusia y EEUU lograrán un compromiso en relación al tratado que debe sustituir el tratado START-1 firmado en 1991, en vigor desde 1999, y cuya vigencia caduca el 5 de diciembre del presente año.

Ambos gobiernos están obligados a hacerlo, pues si no se aprueba un tratado de reemplazo, se verán ante la extraña situación de quedar sin mecanismos jurídicos para controlar el número de ojivas nucleares en poder de cada una de las partes.

Más o menos, está claro cuál será el nivel mínimo de reducción del arsenal nuclear estratégicos de Rusia y EEUU. Según los términos establecidos por el START-1 su nivel es de 6.000 ojivas y 1.600 portadores para cada una de las partes.

Ahora, las partes están de acuerdo en reducir sus ojivas nucleares hasta 1.500 unidades cada uno, ya que es muy poco probable que se logre cumplir la propuesta hecha por Obama en Praga el pasado mes de abril, cuando dijo que las potencias deberían reducir sus arsenales atómicos hasta 1.000 ojivas para cada uno.

Y no porque sea imposible, o porque esa reducción debilite la seguridad de ambos países.

Simplemente frente a una reducción tan radical, EEUU deberá renunciar a uno de los componentes de su "tríada nuclear", los misiles balísticos de emplazamiento en tierra, los misiles emplazados en submarinos o los miles trasportados por aviones estratégicos de la Fuerza Aérea.

Para cada una de tríada nuclear estadounidense, será muy problemático el mantenimiento de una cantidad reducida de ojivas nucleares y la liquidación de una de ellas por "baja rentabilidad", enfrentará a Obama contra el Pentágono, la Armada o la Fuerza Aérea, sectores influyentes del complejo industrial militar e incluso el Congreso.

A diferencia de la Administración Bush que nunca abordó este tema, los estadounidenses ahora están dispuestos a negociar también reducciones en la cantidad de los portadores nucleares.

Según informó la jefa de la delegación estadounidense, la asesora de la Secretaria de Estado para asuntos de comprobación y control de acuerdos sobre armamento Rose Gottemoeller, en las negociaciones de Moscú se habló de reducciones de misiles balísticos intercontinentales de emplazamiento en silos, misiles en submarinos nucleares y misiles nucleares instalados en bombarderos estratégicos

Por el momento, los negociadores estadounidenses no están dispuestos a incluir en el sistema de registro y control las ojivas nucleares que se encuentran guardadas en arsenales, y sólo aceptan que las ojivas instaladas en los correspondientes portadores se tengan en cuenta en los procesos de control y verificación.

Para Moscú esto supone un serio obstáculo, sin embargo aún es posible lograr un compromiso.

Para la parte rusa otro obstáculo importante son los planes de los estadounidenses de emplazar cargas convencionales en misiles balísticos estratégicos, porque en este caso, se complica el proceso de identificación, verificación y control de este tipo de cohetes (cómo distinguir el que lleva carga nuclear y cual no), pero incluso en este asunto, también es posible encontrar una solución adecuada para las partes.

En general, la situación se encuentra en el punto en el que ambos bandos quieren llegar a serios compromisos.

Independientemente del punto de vista, el nuevo acuerdo de desarme nuclear es más importante para Rusia que para EEUU.

En cuanto a armamento convencional, nosotros ya estamos rezagados con respecto a EEUU, y esa misma situación impera en los procesos de modernización del armamento nuclear a todos los niveles y actualmente, tenemos una cantidad menor de ojivas nucleares.

Según las últimas estimaciones, para 2009 Rusia cuenta con 3.909 ojivas nucleares y 814 portadores, mientras que EEUU posee 5.576 ojivas y 1.198 portadores. A partir de estas cifras, es evidente que cualquier reducción será ventajosa para Moscú.

En cualquier caso, EEUU tendrá que reducir una cantidad mayor de ojivas nucleares. Además nosotros no tendremos que gastar una cantidad colosal de recursos en la producción de ojivas nuevas, y a pesar de que debemos modernizar nuestro armamento, con el nuevo tratado STRAT ganaremos más.

Por esta razón, es poco comprensible la obstinación que demuestra la parte rusa al insistir que la firma de cualquier nuevo tratado de reducción nuclear estratégica debe tener en cuenta el programa de defensa antimisiles de EEUU (DAM) en Polonia y la República Checa y los programas para la militarización del cosmos.

Al mantener esta postura, nosotros mismos nos acorralamos y le damos ventajas a Washington al elevar el "monto" de nuestras exigencias con el DAM que todavía no se ha emplazado.

En el caso de que ocurra una ruptura en las negociaciones, Moscú perderá más que Washington, entre otras cosas, en plano de su imagen.

Actualmente, la prensa occidental difunde la opinión de que para Rusia no tiene sentido apresurarse con la firma del el tratado, porque puede entorpecer su programa para la modernización de su armamento nuclear, y que la aparición de obstáculos que impidan la firma del mencionado documento es más favorable al Kremlin.

A juzgar por la escasa información filtrada de las consultas celebradas en Moscú, las partes, o bien en la cumbre Medvédev- Obama o un poco más tarde, los presidentes adoptarán una solución intermedia mediante la firma de un acuerdo marco que sirva de base para que continúe el trabajo sobre el nuevo tratado en 2010.

Un acuerdo de intenciones ya es algo, y siempre será mejor si no se firma nada, aunque queda la esperanza de que estamos hablando de pronósticos equivocados.

Fuente: http://sp.rian.ru/analysis/20090521/121694913.html


lunes, 11 de mayo de 2009

LA GRAN DEPRESIÓN EN EE.UU



El 24 de octubre de 1929 se produjo el derrumbamiento de la bolsa de valores de Wall Street en la ciudad de Nueva York, el corazón económico de la nación norteña, con 13.000.000 de títulos aproximadamente a la baja sin posibilidad de colocarlos en manos de nuevos tenedores, induciendo la debacle de los inversores, quienes en su mayoría acumularon posiciones con dineros de terceros.


Esto desencadenó un pánico generalizado trasvasando los problemas de la economía especulativa a la economía real, distorsionando el sistema financiero grandemente con repercusiones en todos los sectores, dificultando a las entidades bancarias fomentar la actividad productiva mediante el estímulo de instrumentos crediticios, conduciendo a un sin número de ciudadanos al default (cesación de pagos), este suceso se conoció con el nombre de la “GRAN DEPRESIÓN”. Tres años más tarde, la crisis golpeó a la población, elevando la cifra a 16.000.000 de personas desempleadas.


En 1933 asume la presidencia Franklin Delano Roosevelt del partido Demócrata, siendo electo por 4 período consecutivos hasta 1945, quien implementó una serie de medidas el “New Deal” para actuar de manera enérgica con el objetivo de reconstruir la economía de su país que se encontraba en muy mal estado.


Este paquete de medidas se basó en el trabajo elaborado por el economista, liberal inglés John Maynard Keynes Teoría General de la Ocupación, Interés y el Dinero, su esencia radica en que el Estado tendría una participación muy activa en la vida económica, asegurando las ganancias para los monopolios capitalistas más grandes, resaltando un detalle insoslayable el de desarrollar la industria militar con el propósito de aumentar el nivel de empleo disminuyendo los índices de paro forzoso.


Según el periodista Santiago Camacho colaborador de la cadena SER española señaló, sobre las altas probabilidades que el presidente Roosevelt conociera con antelación los planes de atacar Pearl Harbor por parte de la armada imperial japonesa, donde mueren 4.500 estadounidenses y fueron destruidos el equipo militar correspondiente a dichas unidades, empleándolo como pretexto para que permitiera la participación en la Segunda Guerra Mundial.


En aquella confrontación bélica que dejó un saldo de 75.000.000 de seres humanos sin vida, dato aportado por la Organización de las Naciones Unidas (O.N.U); se enfrentaron dos bandos conformados por las “potencias del eje”: Alemania, Italia y Japón y por el otro lado las “potencias aliadas”: encabezada por Estados Unidos (EE.UU.), secundado por la República Francesa y el Reino Unido y con alianzas circunstanciales : la República Popular de China y la Unión de Repúblicas Socialista Soviéticas (U.R.S.S), inclinándose la balanza a favor de las “potencias aliadas” fundamentalmente por dos razones:


En primer lugar EE.UU., tenía una sociedad de consumo desde antes de la Segunda Guerra Mundial. A simple vista es comparable esto, según dato suministrado por la Sociedad de Naciones (antecesora de la O.N.U), en 1929 por las calles y carreteras circulaban por ese país 24.000.000 de automóviles, mientras que en el resto del mundo apenas alcanzaban 15.000.000, es decir, la capacidad industrial de fabricar y difundir el automóvil por músculo propio, tal es el caso del emblemático Henry Ford a principios del siglo XX, demostraba y evidenciaba el notorio avance científico-tecnológico con que contaba para la época y, la disposición de ingentes cantidades de recursos.


En segundo lugar, en 1943, cuando todavía se peleaba encarnizadamente en el norte de África, el presidente Roosevelt, envió un equipo de geólogos al Reino de Arabia Saudita, a explorar una zona en ese territorio donde se encontraba la Standard Oil (hoy Exon Mobil). Estos hombres estuvieron por espacio de un año, y cuando regresaron a la capital Washington D.C, informaron al presidente Roosevelt, que Arabia Saudita poseía las reservas de petróleo más grandes de mundo, es decir, “las potencias aliadas” contaron con todo el combustible fósil requerido para desplazar su maquinaria de guerra, en tanto, las “potencias del eje” usaban en algunos casos combustibles sintéticos.


Es así como, llegamos al fin de la Segunda Guerra Mundial en 1945 con la victoria de las “potencias aliadas” representadas gráficamente en la conferencia de Yalta, en que los jefes de estados y/ o gobierno de la U.R.S.S Joseph Stalin, de EE.UU. Franklin Roosevelt y Reino Unido Winston Churchill, se reparten el mundo como “una torta de cumpleaños” y sientan las bases esenciales de los destinos geopolíticos de ahí en más a escala global.


Para ese año surge el Fondo Monetario Internacional (F.M.I.), tras los acuerdos firmados en un complejo hotelero de Bretton Woods en Nueva Hampshire, en Estados Unidos, conformaron las bases para el funcionamiento del nuevo sistema económico mundial.

Entre los elementos más importantes de este nuevo ente financiero tenemos: 1) el precio internacional del oro se fija en dólares de EE.UU. 2) el dólar es la moneda de uso operativo y principal medio de reserva para los bancos centrales y 3) el F.M.I funge de banco central internacional regulando el flujo monetario y otorgando créditos a los Estados que atraviesan una situación de coyuntura adversa.


De tal manera, EE. UU. con el dominio del mercado, teniendo su moneda nacional como columna vertebral del sistema financiero internacional, contando en el continente europeo con una ocupación militar indefinida bajo la fachada de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (O.T.A.N), reciclando los “euro-dólares” de la fulana ayuda del plan Marshall, le permiten una expansión de su economía bastante prologada por un período que comprende desde 1945 hasta 1971, cuando por primera vez la balanza comercial cerraba con un saldo negativo desde 1895.


En ese sentido, lo sucedido en 1971 se avizoraba desde finales de los años 60 en que el gasto militar aumentó vertiginosamente ubicándose en medio del conflicto bélico de Vietnam, en una suma alrededor de $ 150.000.000.000, con una tendencia marcada al alza debido al papel de gendarme en esa y otras latitudes del mundo.


En ese momento en el 1971, el presidente Richard Nixon perteneciente al partido Republicano, se da cuenta que para mantener la supremacía de su país en el papel de potencia hegemónica, era necesario destinar un alto porcentaje del presupuesto a la defensa como política de estado, resultando imposible sostener tales exigencias por la vía de la producción de riquezas producto del trabajo de sus ciudadanos (impuestos), pues el déficit fiscal sumaba ya $ 5.000.000.000, convirtiéndose en crónico sin lugar a dudas por no estar en consonancia con los ingresos, toma la decisión de romper los esquemas heterodoxos desvinculándose del modelo patrón oro, facilitando imprimir todo el dinero sin respaldo necesario para cumplir su empresa


“Cuando el presidente Reagan asume el poder, el déficit fiscal era de 1 trillón se triplicó durante sus ochos años, gracias a enormes recortes impositivos en 1981 y el aumento del gasto. En la presidencia de Bush padre, el déficit fiscal continuó incrementándose aún más”, afirmó Bill Clinton en su autografía titulada “Mi vida Bill Clinton” publicada en el año 2004.


Por tal motivo, este recuento de sucesos acaecidos en las últimas décadas de la historia estadounidense, muestran las coincidencias entre los conflictos bélicos y las recesiones económicas, de lo cual se puede inferir que, son usados como catalizadores para motorizar el crecimiento, mediante la enorme inyección de recursos a los diferentes sectores de la economía.


LIC. MANUEL TEMPONI RODRIGUEZ

http://manueltemponi1981.blogspot.com/