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miércoles, 16 de septiembre de 2009

Washington expande usurpación militar al Perú

La finalidad del proyecto García-Washington es doble: a) crear condiciones políticas-militares represivas que garanticen que el ascenso del movimiento de masas peruanas no lleve a un candidato presidencial popular al poder, sino a una figura oligárquica; b) facilitar que el expansionismo militar monroeista pueda llegar al Cono Sur.

Por: Heinz Dieterich


Mientras Uribe-Bush-Obama y la UNASUR negocian todavía en Quito la usurpación militar del espacio andino, Washington ya está dando el siguiente paso: la ocupación militar del Perú. En palabras del ministro de Defensa peruano, Rafael Rey: "En el Perú, la colaboración de los norteamericanos para la lucha contra el narcotráfico es muy positiva, y lamentablemente no contamos con la ayuda norteamericana para la lucha antisubversiva, que ahora se encuentra mezclada con el narcotráfico en la zona del VRAE"; el estratégico Valle de los Ríos Apurímac y Ene (VRAE).

Las palabras del funcionario, pronunciadas en una radio local, revelan el proyecto de Washington-Alan García, de expandir el Plan Colombia al corazón del Perú, cerca de la Amazonia brasileña y de la frontera con Bolivia. Rey, a cuyo juicio las bases militares de Washington en Colombia no significan "una amenaza para la región", quiere la presencia de militares y bases estadounidenses en esa zona para una gran ofensiva de contrainsurgencia, antes de las elecciones peruanas del 2012.

Durante la guerra del Estado contra Sendero Luminoso, el VRAE se había convertido en una zona estratégica escogida por los senderistas. Sin embargo, sus represivos métodos polpotianos fueron pronto rechazados por los pequeños campesinos cocaleros que se organizaron en rondas de autodefensa. Armadas en parte por el Estado, en parte desde otras fuentes, esas rondas campesinas derrotaron a los senderistas. El gobierno adoptó el modelo y lo replicó en otras partes del país, lo que, junto con la intervención estadounidense en la contrainsurgencia y la fuerte campaña de terrorismo de Estado bajo Fujimori-Montesinos, llevó al pronto colapso del senderismo.

Con la derrota de Sendero, las organizaciones de autodefensa armada de los campesinos en el Valle de los Ríos Apurímac y Ene, quedaron latentes, pero, su status político ha cambiado desde entonces. Si ayer fueron aliados del oficialismo, hoy día son declarados enemigos del Estado (narcoterroristas), tal como dice Rey. Y, la opción que les plantea Lima es, abandonar la producción de la coca y entregar las armas que les quedan de los ochenta, o ser aniquilados al estilo del Plan Colombia.

La finalidad del proyecto García-Washington es doble: a) crear condiciones políticas-militares represivas que garanticen que el ascenso del movimiento de masas peruanas no lleve a un candidato presidencial popular al poder, sino a una figura oligárquica; b) facilitar que el expansionismo militar monroeista pueda llegar al Cono Sur.

La ejecución del proyecto comenzó en el 2008 con el llamado Plan de operaciones Excelencia 777, que militarmente tiende a la recuperación de la zona de Vizcatán y políticamente a la preparación psicológica de la sociedad peruana de que será necesario recortar ciertas libertades políticas para derrotar a los "narcoterroristas". El reciente derribamiento de un helicóptero ruso MI-17 por los senderistas fue un importante catalizador en esta campaña.

Para la población campesina del VRAE, el dilema es diabólico. Si dejan de producir la coca, pierden su medio de subsistencia. Si se enfrentan al gobierno militarmente, se exponen a una campaña de terrorismo de Estado como la que ejecutó Washington vía Fujimori-Montesinos en su momento y que ahora se aplicaría con mejor tecnología y mayor participación del Comando Sur, tal como sucede en Colombia.

Ante este dilema, la salvación de la gente sólo puede ser política. Necesitan un gran frente nacional unido que puede llevar un candidato popular y responsable a la presidencia peruana en las elecciones del 2012. En lo inmediato, deberían buscar el apoyo de los presidentes latinoamericanos progresistas y, por supuesto, de los movimientos sociales e intelectuales críticos de la Patria Grande, para que hagan valer su influencia en las nacientes estructuras del Estado sudamericano.

La terrible amenaza de una nueva guerra sangrienta reaccionaria en el corazón del Perú nace de la agenda hemisférica del imperio y de sus oligarquías. Por eso, el diabólico plan de Washington y Lima solo puede ser parado a nivel hemisférico.

http://www.telesurtv.net/noticias/opinion/1280/washington-expande-usurpacion-militar-al-peru/


miércoles, 5 de agosto de 2009

“Bases en Colombia recuerdan la Guerra Fría”


El asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, general Jim Jones, de visita en Brasil, ha escuchado la postura del gobierno brasileño sobre la existencia de bases militares estadounidenses en Colombia.

"Expresamos nuestra percepción de que las bases contribuyen a la distensión" de las relaciones en la región y parecen "resquicios de la Guerra fría", dijo el asesor de asuntos internacionales de la presidencia de Brasil, Marco Aurelio García, luego de un encuentro con el general estadounidense.

Un acuerdo militar entre Estados Unidos y Colombia, que está en fase de negociación, podría transformar al país latinoamericano en un reducto de operaciones militares estadounidenses en América del Sur.

Según relata García sobre la conversación, Jones reconoce la falta de un "esclarecimiento previo" sobre los objetivos de la nueva presencia militar en Colombia.

"Hubiera sido más oportuno por parte del gobierno estadounidense y colombiano, un esclarecimiento previo que pudiese disipar todas las dudas. "

Marco Aurelio García, asesor de Lula

"Hubo un reconocimiento de que el asunto fue muy mal encaminado y de que tal vez hubiese sido más oportuno por parte del gobierno estadounidense y colombiano un esclarecimiento previo que pudiese disipar todas las dudas", comentó García.

Jones había dicho al asesor brasileño que el objetivo del acuerdo militar con Colombia es "humanitario" y de combate al narcotráfico.

La discusión sobre el acuerdo militar entre Estados Unidos y Colombia continuará en Brasil este miércoles, en la embajada estadounidense. Jones también sostendrá un encuentro con Dilma Roussef, ministra del Gabinete. El jueves se reunirá con el canciller Celso Amorim.

Precisamente, este jueves llega a Brasil el mandatario colombiano, Álvaro Uribe, como parte de una ofensiva diplomática regional que busca explicar el acuerdo militar con Estados Unidos a varios gobiernos.

Una conversación cordial

García describió la conversación como "cordial" y afirmó que el equipo del presidente Barack Obama dejó una "excelente impresión".

"Decimos lo siguiente: no desperdiciemos esta opinión favorable que existe en el continente en relación con el gobierno de Obama", dijo un asesor del Palacio de Planalto, sede de la presidencia de Brasil.

Durante la conversación, García también recordó a Jones que "la guerra fría ya acabó" y que la región "está inmersa en un proceso de revolución democrática pacífica muy grande".

"Llamo la atención al hecho de que de que no se trata de ninguna posición ideológica de nuestra parte", añadió García. "Existe, por parte de Estados Unidos, una preocupación por conocer la opinión de los países amigos."

El asunto también será discutido con el lado colombiano. Como dijo, este jueves el presidente Álvaro Uribe llega a Brasil para conversar personalmente con el presidente Lula sobre diversos asuntos, entre ellos el acuerdo militar con Estados Unidos.

"Uribe ha tenido la sensibilidad para darse cuenta de que el clima en la región no está bueno", dice García. Según el asesor brasileño, la visita del presidente colombiano "es un gesto positivo de humildad".

Fuente: http://www.bbc.co.uk/mundo/america_latina/2009/08/090805_bases_colombia_brasil_lh.shtml

martes, 28 de julio de 2009

Colombia, el balcón que nos vigila

Por: José Vicente Rangel

El Fantasma

Un fantasma recorre la región. En especial la andina. El fantasma del anticomunismo reciclado en antichavismo. O con la máscara del antichavismo que, a los fines de las oligarquías locales, empresarios inescrupulosos, cúpula fascista de la Iglesia católica y la internacional mediática, es lo mismo. La reacción frente a ese fantasma tiene muchos rostros. Uno en Argentina, donde arremete contra los Kirchner. Otro en Brasil, donde ataca por mampuesto a Lula. Igual en Paraguay y Bolivia, donde las víctimas son Lugo y Morales. Lo mismo Correa en Ecuador y Ortega en Nicaragua. ¿Y qué decir de la descalificación racista de los gobernantes caribeños? También Honduras, donde el presidente constitucional es derrocado por ser un presunto "títere" de Chávez. Todas estas aventuras desestabilizadoras se ejecutan o planean bajo el signo del antichavismo.

Colombia y su Estrategia
Pero donde la actitud ante el fantasma es más inquietante, por su carácter estrategico, es Colombia. La coherencia ideológica de parte de su liderazgo, su definido perfil reaccionario, y los reflejos antivenezolanos siempre latentes en su clase política, confiere al vecino un protagonismo que excede lo retórico. Quienes hacen y ejecutan la política interna y exterior de Colombia están consciente de lo que representa el actual proceso venezolano. Que implica que a su lado se desarrolle una experiencia contraria a lo que allá ocurre.

Tal situación es un reto para una oligarquía acostumbrada a resolver con la violencia los conflictos sociales y politicos internos. Esa conducción sabe lo que tiene que hacer como respuesta, y lo hace con la peculiar habilidad y falta de escrúpulos con que suele comportarse. Esa conducción, expresión condensada del uribismo, ensaya varias respuesta al proceso bolivariano en medio de enfrentamientos que casi provocan la ruptura de relaciones, de sinuosas posiciones en los temas económicos y financieros, y, también, la zalamería cuando la cuerda se tensa demasiado. Lo cierto es que en medio de choques abruptos y lunas de miel, el gobierno de Uribe sigue adelante en una peculiar escalada antichavista.

Situaciones Concretas
Veamos: 1) Sin pestañar siquiera, la oligarquía colombiana estimula la campaña que presenta a Venezuela como factor clave del narcotráfico. Con singular caradurismo manipula un tema donde Colombia es la nación en el banquillo. 2) Igual con el tema de la guerrilla, las Farc y la violencia. Históricamente el Estado venezolano evitó involucrarse en el conflicto interno colombiano -más bien somos víctimas.

Así fue en la IV y, ahora, en la V República. Pero la dirigencia colombiana endosa a Venezuela responsabilidades que ésta no tiene, y lo hace con el deliberado propósito de afectar la imagen del país. 3) Irresponsablemente el Estado colombiano facilita el desplazamiento hacia Venezuela del paramilitarismo desmovilizado en su territorio, con las desastrosas consecuencias que todos conocemos. Al igual de lo que sucede con el narcotráfico, el delito común, el sicariato, el paramilitarismo, Colombia, que genera y exporta delito, drena a Venezuela esa terrible realidad. Pero con insólita mezcla de habilidad y desfachatez, el Estado colombiano se presenta como víctima mientras sus vecinos serían los verdugos.

El Peligro Mayor
Aterrizo con lo más importante. Lo que representa mayor peligro para la región andina y, en especial, para Venezuela: las Bases Militares de EE.UU. instaladas en Colombia. El fin de la concesión de Manta por el gobierno ecuatoriano, significó el traslado a Colombia de esa infraestructura militar.

A partir de ese momento se multiplican en territorio colombiano las Bases norteamericanas. A las que operan en Larandia (Sur) -donde se ubica la llamada "inteligencia técnica" del Pentágono- y Tolemaida (Centro), con efectivos militares, instructores y contratistas gringos, se agregan por reciente acuerdo entre los dos paises, las Bases de Malambo (Atlántico), Palaquero (Cundinamarca), Apiay (Meta).

Otra Base, la más grande, está en Tres Esquinas, Caquetá, y hay otra en Villavicencio. Además, las fuerzas norteamericanas cuentan con las instalaciones navales de la Armada en Cartagena (el Caribe) y Málaga (el Pacífico).
El centro de las operaciones está en la Base de Palanquero con capacidad para 60 aviones y una pista de 3.500 metros que permite el despegue y aterrizaje de tres aeronaves al mismo tiempo.

Fracaso Interno y Proyección Externa
Ante este dispositivo armado, estratégicamente ubicado e infinitos recursos tecnológicos y logísticos, ¿cómo queda la región andina, cómo queda Venezuela? También, ¿cómo queda Colombia? Importantes sectores politicos de esta nación han denunciado la gravedad de la situación. Ejemplo: el senador liberal Juan Manuel Galán y el dirigente de la U, Jairo Clopatofsky, opinan: "La soberanía colombiana está marchita; la estamos entregando". Y el excandidato presidencial Carlos Gaviria, dirigente del Polo Democrático, sostiene: "Nos estamos comportando como un país súbdito de Estados Unidos".

Para Ecuador la amenaza es creciente -ya sufrió en carne propia la agresión. También para Venezuela. La explicación, tanto del gobierno norteamericano como del colombiano, de que se trata de una operación para combatir el narcotráfico y el terrorismo, nadie la cree. Este Plan, concebido con el pretexto de luchar contra ambos fenómenos, fracasó. Después de años e inversión de fabulosos recursos su saldo es frustrante.

Ahora hay más hectáreas sembradas de coca y amapola y la producción de droga se expandió e inunda los mercados mundiales. Tampoco la ayuda militar acabó con la guerrilla que, más allá de los últimos reveces, mantiene presencia y operatividad en distintas regiones del país. En cambio, la proyección militar sobre la región andina y los vecinos, es amenazante. Semejante dispositivo desborda las previsiones internas y corresponde a la concepción estratégica de dominación mundial de EE.UU. y control de la región andina.

El Blanco: Venezuela
El fortalecimiento del dispositivo militar y de inteligencia de USA en Colombia tiene en la mira a Venezuela, a su proceso revolucionario, el cual constituye un dolor de cabeza para la derecha latinoamericana y, por supuesto, para Washington. Si alguien duda acerca del propósito que inspira la conversión del territorio colombiano en una gran base militar norteamericana, basta leer lo dicho por alguien insospechable de izquierdismo, el precandidato presidencial liberal y exministro de Defensa de Colombia, Rafael Pardo: "Es un inmenso error diplomático.

Una cosa es la cooperación para actuar en nuestro territorio, que es necesaria y justa, y otra alquilar el territorio para observar a los paises". Pardo remata así: "Es como prestarle el balcón del apartamento a un señor de afuera de la cuadra para que vigile a los vecinos". Para los venezolanos se trata de un tema de seguridad y defensa prioritario. No cabe duda. Y así lo acaba de asumir Chávez.

Fuente: http://www.radiomundial.com.ve/yvke/noticia.php?29471