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domingo, 23 de octubre de 2011

¿Bruselas? ¿Hay alguien ahí?


CLAUDI PÉREZ

Sostiene Leonard Cohen que "igual que un hombre no es un DNI, una calificación de deuda no es un país". Y sin embargo, estos son tiempos de incertidumbres en los que esos conceptos tienden a confundirse. Europa se enfrenta hoy a un día importante para aclararse con su DNI y de paso con su deuda: los jefes de Estado y de Gobierno se reúnen en Bruselas para dilucidar, entre la cumbre de hoy y la del próximo miércoles, el destino de esa moneda sin patria -sin DNI-, el euro, en plena crisis de identidad por los problemas de su deuda pública, de sus bancos y por las dudas sobre su capacidad para gestionar la crisis y deshacer el entuerto. En el tablero hay multitud de jugadores, todo tipo de reglas e intereses creados, efectos colaterales y demás: el arte de la política -política económica, en este caso- suele ser apasionante. Y desesperante: la respuesta pusilánime de la UE es hasta este momento la tónica, con Bruselas y los líderes empeñados en aplazar una solución que no llega y que a medida que pasa el tiempo se complica. Y se encarece. Esta es una tentativa de resumen de lo que está en juego. Que es mucho.

- Grecia, capítulo final (o no): Una economía que supone el 2% del PIB europeo y el 0,5% del PIB mundial ha puesto en jaque el proyecto europeo. Grecia no puede pagar sus deudas, que se encaminan al 200% de su PIB, y necesita una quita: pagará finalmente la mitad de lo que debe, o menos, en la primera suspensión de pagos de un país europeo en muchos, muchos años. Grecia necesita ayuda, pero los ortodoxos alegan problemas de riesgo moral: si se le da dinero gratis nunca hará las reformas necesarias. Con esa excusa, Europa y el FMI le han impuesto una cura a base de ricino: un plan de recortes y austeridad draconiano, durísimo, que prácticamente le condena a una larga recesión que durará años. Y sin crecimiento es muy difícil pagar las deudas: eso es lo que viene a llamarse un círculo vicioso en toda regla.

El primer plan de rescate llegó en 2010. Fue un desastre: imponía créditos a devolver con tipos de interés punitivos. Hace tres meses llegó un segundo plan de ayudas: más dinero, pero esta vez con la exigencia de que el sector privado (esto es, la banca) asumiera parte de la factura, con una quita de la deuda del 21%. Apenas un trimestre después se constata que esa fórmula no ha funcionado: la crisis griega es durísima, la deuda sigue creciendo a toda velocidad y los países europeos deben pactar ahora una quita no inferior al 50% para devolver a Atenas a una situación "sostenible". Falta saber si los bancos aceptarán eso voluntariamente o no. Francia quiere un plan voluntario: sus bancos nadan en deuda de Grecia y de lo contrario París (y el BCE) sostiene que el efecto contagio sería muy duro. Alemania aboga por la receta más dura: una quita obligatoria de hasta el 60%, a la que se opone el BCE para evitar el temido pánico en los mercados, cuya respuesta se verá tan pronto como mañana lunes. Lo más probable es una solución intermedia: una quita fuerte, del 50%, pero con un calendario de repago amplio para que Grecia pueda salir del pozo, y a la vez apoyo para los bancos (con una recapitalización para evitar el pánico en los mercados).

- La banca gana: En el principio fue la crisis financiera: el huracán llevó a los países del Atlántico Norte a dar a los bancos todo tipo de ayudas. La crisis bancaria derivó en crisis económica. Y entre lo que los Estados pagaron para salvar sus bancos y lo que pagan para suavizar el batacazo (prestaciones por desempleo, menores ingresos impositivos y demás) ha llegado una crisis fiscal de aúpa: problemas en los mercados de deuda, que ya no confían en los bonos europeos de algunos países. Y eso lleva de nuevo a los bancos, poseedores de la mayor parte de la deuda pública, hasta anteayer el activo financiero más seguro del mundo y ahora con su credibilidad en entredicho. La crisis bancaria ha vuelto. Se trata, en la mayoría de los casos, de un problema grave de liquidez, pero en algunas entidades y con el estrés actual eso puede derivar con rapidez en una crisis de solvencia (como ha ocurrido con Dexia). De ahí la desconfianza de los mercados, las caídas de las Bolsas, la apuesta de la UE por recapitalizar sus bancos para que vuelva la confianza, para que desaparezca la sensación de miedo.

Pero esa recapitalización tiene varios problemas: si se obliga a los bancos a dotarse de más capital cerrarán el grifo del crédito, y la recesión puede ser peor. Además, es difícil decir de cuánto dinero se trata: eso depende de cuán dolorosa sea la crisis de la deuda pública. En un principio, solo Grecia va a dejar de pagar sus bonos. Pero las autoridades europeas pretenden que los bancos tengan colchones de capital para amortiguar el golpe que supondría un recorte en los países con problemas: Portugal e Irlanda, y en menor medida Italia y España. El problema es que eso supone estigmatizar la deuda de esos países: si la UE decide que es posible que una parte de la deuda puede que no se pague, los inversores interpretarán que efectivamente eso va a ser así. La teoría de la profecía autocumplida. El pez que se muerde la cola. Lo más probable es que finalmente haya una recapitalización blanda: 100.000 millones de euros, cuando el FMI y otras estimaciones cifran las necesidades en 200.000, hasta en 300.000 millones, para que los ratios de capital sean los adecuados. La UE quiere un colchón de capital de máxima calidad del 9% para los grandes bancos, los llamados sistémicos, los demasiado grandes para caer: los que pueden llevarse a un país por delante. ¿Hay que meter más dinero es esos bancos, y sobre todo ese dinero tiene que salir del bolsillo de los contribuyentes? El presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, dijo hace unos meses que la ciudadanía europea no está preparada para una segunda ronda de ayudas a la banca. Los bancos son indispensables para que una economía funcione, pero los ciudadanos, cada vez más indignados, difícilmente van a permitir una segunda ronda de ayudas públicas a la banca. El sociólogo Alain Touraine se maravilla del "silencio de las víctimas" en este ya casi primer lustro de crisis. Pero eso puede cambiar. Sobre todo si se cumplen algunos vaticinios: "Europa está iniciando lo que parece una década perdida", dice Simon Tilford, del think tank británico Center for European Reform.

- Fondo de rescate, el quid de la cuestión: La tercera pata del reguero de cumbres iniciado el viernes pasado, y que no culminará hasta el próximo miércoles, es el fondo de rescate: el denominado EFSF. Todo el mundo está de acuerdo en que hay que potenciarlo para hacer de él un arma disuasoria, una suerte de botón nuclear para que los especuladores no sigan castigando la deuda pública de varios países. Con el tamaño actual (440.000 millones) puede valer para Grecia, Irlanda y Portugal, pero no para la caza mayor en la que se ha convertido la crisis europea: los ataques a Italia y en menor medida a España. Y los primeros escarceos con Francia, por cierto, añaden aún más incertidumbre sobre la talla y la potencia que debe tener el fondo. París quiere que el EFSF sea un banco para que pueda pedir todo el crédito que sea necesario al BCE. Alemania, no: Berlín quiere que el fondo sea una suerte de seguro que garantice las deudas de los países del euro, para que los bonos de Italia o España ganen credibilidad. El mecanismo de ayuda garantizaría así hasta el 30% de las posibles pérdidas derivadas de la tenencia de deuda pública en los balances de los bancos. Esa es la solución minimalista que probablemente saldrá adelante. Y que probablemente no sea suficiente. Demasiados probablemente: no está del todo claro qué van a acordar París y Berlín, o mejor dicho Berlín y París: la canciller alemana Angela Merkel ha cambiado todas las reglas del juego y deberá volver a la capital alemana para obtener luz verde del Bundestag a cualquier acuerdo. Merkel está al mando, por si alguien lo dudaba.

En las últimas horas emerge una solución complementaria: crear un segundo fondo, con participación del sector privado, para intervenir directamente en el mercado secundario de deuda pública. Ese nuevo 'vehículo especial' ya se discutió en la última reunión de ministros de Finanzas del G-20. Actuaría en paralelo al fondo de rescate (EFSF), pero aún es solo una posibilidad que está sobre la mesa a la espera de lo que decidan los socios europeos.

- Quinielas: Lo que realmente ocurre está meridianamente claro: Grecia no puede pagar, Irlanda y Portugal tienen problemas de liquidez, que pueden llevarles también a tener problemas de solvencia si se activa el temido efecto contagio, y España e Italia (y por detrás Bélgica) son el siguiente dique de contención. Y esa crisis fiscal está entrelazada con la crisis financiera: los bancos pueden sufrir porque en sus balances guardan grandes cantidades de deuda pública, y ese es el canal por el que la crisis europea puede contagiar al resto del mundo, con un temido momento Lehman (por la quiebra de Lehman Brothers). Esa es la situación. La solución hasta el día de hoy ha sido poner parches, y los tres puntos anteriores de este artículo son básicamente eso, parches: en Bruselas hay una contradicción constante entre lo que se dice que se hará y lo que realmente se hace (que es poco o nada).

Pero entre los analistas se impone un consenso que no acaba de llegar a la arena política: dejar quebrar a Grecia, con una quita importante, y dar garantías a sus bancos y al resto de entidades europeas (a través del BCE) para evitar males mayores: una suspensión de pagos ordenada, si es que eso puede existir. Y hay que pedirle más madera al BCE: que el Eurobanco anuncie que va a comprar toda la deuda que sea necesario (algo que desespera a Alemania, lo que hace muy difícil esta vía de salida). Eso supondría grandes desembolsos iniciales, "pero una vez los mercados vean el bazoca del BCE la especulación cesará", sostiene el economista Paul De Grauwe. A medio plazo, no cabe otra opción que potenciar el fondo de rescate y seguir dando pasos hacia un Tesoro único, un ministerio de finanzas europeo, todo eso que ahora parece tan utópico como improbables parecían los pasos que ha ido dando Europa para lidiar con la crisis. Y aun así, lo deseable y lo probable casi nunca coinciden cuando se trata de Bruselas: el escenario más plausible es que hoy simplemente se dé un paso adelante en la recapitalización bancaria y la quita de Grecia. Todo lo demás, todos los detalles, se dejará para la cumbre del miércoles. Los anglosajones llaman a eso kick the can down the road. Traducción bastarda: patada hacia adelante.

Fuente: http://bit.ly/n2pZ0G

sábado, 13 de agosto de 2011

EE.UU es AA+, ya no pertenece al club de los ricos. ¿Qué pasa?


*Manuel Antonio Temponi Rodríguez

En los últimos días, diversos medios comunicación: New York Times, El País de España, Pagina 12 de Argentina, Universal de México, BBC de Londres, The Guardian, muchos habremos visto titulares como estos: “Standard and Poor's rebaja el crédito a EEUU y profundiza la polarización política”, “Standard & Poors reduce nota a Estados Unidos”, entre otros. Inmediatamente, salieron los “expertos” del mercado a realizar sus análisis, teníamos para todos los gustos y colores, la mayoría de ellos señalaban: “ el problema de la deuda es un asunto fiscal”, sin tocar el tema de fondo, es decir, la solución a la crisis es incrementar la aplicación del paquete neoliberal, a una población gravemente golpeada por la disminución del llamado “estado de bienestar”: un índice de desempleo general de 9,1 %, en el segmento de los jóvenes 25%, afro-americanos 15.9% e hispanos al 11,3% (Ministerio del trabajo de EE.UU, julio 2011).

Agencias Calificadoras

Para empezar, es conveniente definir el concepto de grado de inversión: “….puede considerarse como la "nota aprobatoria" otorgada por las agencias clasificadoras de riesgo a la deuda de un país; es decir, que estas agencias afirmen que tienen confianza en que las obligaciones estudiadas serán cubiertas oportunamente por el país deudor….” (ProInversión, 2011); tenemos notas que van desde AAA (óptima) y D (desaprobatoria), para ello toman factores tales como: crecimiento y estructura económica, flexibilidad monetaria y fiscal, niveles relativos de endeudamiento, liquidez y otros más.

Cabe destacar, que según las agencias calificadoras de riesgo crediticio dominantes en el mercado (Fitch Ratings, Standard & Poor's y Moody's), asignan de manera “imparcial” la nota a cada país. ¿Será cierto?, ¿qué creen ustedes?, la respuesta definitivamente es un rotundo NO, porque son empresas, que responden a ciertos intereses, veamos el caso de la crisis SUBPRIME, “Una investigación llevada a cabo por el Senado estadounidense concluyó que dos importantes agencias calificadoras de riesgo ayudaron a los bancos a ocultar los riesgos de inversiones que estos promocionaban poco antes de que estallara la crisis financiera en Estados Unidos” (BBC de Londres, 2011).

Causas de la disminución de la calificación crediticia.

1-Con el fin de la II Guerra Mundial, nace un sistema financiero mundial, que tiene como moneda de referencia al dólar. Esto le ha permitido al gobierno de los EE.UU emitir deuda sin control, para mantener un nivel de consumo que no va acorde con su producción real de bienes y servicios.

2- Recordemos, que los países poseen parte importante de sus reservas internacionales en dólares, concediéndole (Reserva Federal) el mecanismo de transferencia de la riqueza mediante su moneda (EE.UU). Tomando como base la onza de oro, podremos ver la devaluación del dólar en los últimos años “Con $ 100.000 a finales de 2000 se compraban 364,36 onzas de oro; con esa misma cantidad de dólares, a finales de julio de 2011 se podía comprar sólo 61,41 onzas, una devaluación del 83,15%” (Attilio Folliero y Cecilia Laya, 2011). Es decir, de esta forma se apoderan del ahorro nacional de los países de la tierra, porque con la crisis se elevan los precios finales de los bienes y servicios, requiriendo los países compradores mayor cantidad de dólares (¿Qué institución se encarga de manejar el flujo monetario para el comercio mundial?), por eso “que se me conceda el control de la moneda de una nación y me río de quien hace sus leyes” (Even, 1939).

3- Antes que el parlamento estadounidense elevara el techo de la deuda a 16, 7 billones de dólares. Los mayores tenedores eran: “Fondo de Seguridad Social de Fondos Fiduciarios de EE. UU. (Social Security Trust Fund): 2,67 billones, Departamento del Tesoro de EE. UU: 1.63 billones de dólares, China: 1,16 billones de dólares, Hogares de EE. UU.: 959.400 millones de dólares, Japón: 912.400 millones de dólares, Gobiernos estatales y locales: 506.100 millones de dólares, Fondos de pensiones privados: 504.700 millones de dólares...............” (Russia Today, agosto 2011). Una interpretación muy somera, nos indica como el gobierno federal de EE.UU ha puesto en peligro el futuro de sus propios conciudadanos, no sólo destinando menos presupuesto al tema social, sino poniendo en vilo el ahorro de toda una vida de las familias estadounidenses.

4- En la crisis de los años 80 en EE.UU, se quebró el llamado “estado de bienestar”. Transcurría la era Reagan-Thatcher, dos iconos de neoliberalismo (Milton Friedman) a ultranza, ejecutores de duras recetas a sus propios países y al resto de la humanidad. Reagan de la mano con Paul Volcker, implemetó medidas conservadoras: contraer la masa monetaria con el aumento de las tasas de interés, reducción de impuestos a los grupos de mayores ingresos que se mantuvieron en sucesivos gobiernos incluidos el de Obama, elevación del gasto militar y la eliminación de “complicaciones” para echar andar la banca de inversión y comercial (SUB-PRIME).

Presente de la economía mundial

El escenario global, “el orden internacional actual ha empezado a hundirse de verdad mientras su potencia líder vive de fiado y jaqueada por una derecha cínicamente imbécil” (Hildebrant, agosto 2011). De ambos lados de Atlántico, con EE.UU haciendo malabarismo y una Europa “mírame pero no me toques”, las probabilidades de una recesión global esta ad portas, lo cual, significaría una caída del intercambio comercial, ocasionando menores ingresos, impactando los presupuestos nacionales. Por ese motivo, todos los gobiernos del mundo están procurando tomar medidas de contención, para que la afectación sea lo menor posible.

De toda esta situación de la economía mundial, algo le queda muy claro a la gente de todos los espectros ideológicos, Santos en la cumbre de la Unasur realizada en Lima en el mes de julio dijo “”América Latina está sentada sobre (una reserva) de 700 billones de dólares. Cualquier señal o cualquier indicación que pueda salir de una reunión de esos Ministros de Hacienda van a tener un peso específico. Si queremos ser relevantes como Unasur o como América Latina, ese es el tipo de coyuntura que no se debe pasar por alto”” (Telesur, julio 2011).

Es una muestra, que ni los aliados más cercanos a las políticas neoliberales confían en las acciones emanadas desde el gobierno de Washington, y buscan soluciones alternativas para salvaguardar sus economías.

Posibles Soluciones

1) Fortalecer mecanismos (aún no está en plena marcha) como el Banco del Sur; con sede principal en Caracas y una sub-sede en Buenos Aires, iniciativa del presidente venezolano Hugo Chávez, respaldada por otros mandatarios: Cristina Kirchner, Rafael Correa, Evo Morales entre otros. Su objetivo es servir de soporte para una nueva arquitectura financiera y busca “romper esa atadura con los organismos financieros” (Pagina 12, septiembre 2009). El concepto radica en unificar las reservas nacionales de los países, que en estos precisos instantes están depositadas en bancos del norte sirviendo como motor para su desarrollo. Las principales tareas deberían ser: a) cumplir con la labor de banca de inversión, como fuente de financiamiento para la creación de la infraestructura para el desarrollo nacional de cada país y b) banca de estabilización, cuando alguno de sus miembros este pasando por un desbalance presupuestario temporal, se saldría al respaldo sacándolo de la dificultad.

2) Fomentar una moneda regional en Unasur; ampliando el radio de acción del Sistema Único de Compensación Regional (SUCRE) que comprende: Venezuela, Cuba, Antigua y Barbuda, Bolivia, Dominica, Nicaragua, San Vicente y las Granadinas y Ecuador. Es una moneda de intercambio virtual, diseñada por el Economista Rafael Correa (Presidente del Ecuador), en alguna oportunidad dio un ejemplo de su uso “si Ecuador le vende en productos, bienes o servicios unos 150 millones de dólares a Venezuela y le compra 100 millones, normalmente se requerirían 250 millones de dólares para realizar ese intercambio. Con el Sucre si yo le vendí más de lo que le compre a Venezuela ellos me tendrían que dar solamente la diferencia, o sea, 50 millones, cómo se pagan los importadores compensándose internamente en moneda nacional” (Correo del Orinoco, junio de 2010).

3) Incrementar el comercio intrarregional, diversificar las economías de los estados miembros de la Unasur re-direccionando las exportaciones e importaciones a los estados miembros, disminuyendo la dependencia de nuestros ingresos de bloques extra-regionales. Poner como prioridad nacional, en los países que no lo sea, la agenda de la integración sudamericana en todas sus dimensiones: social, cultural, política y económica. En otras palabras, la integración se consolidará cuando realmente los habitantes se sientan participe del proyecto NUESTRO AMERICANO, para ello los gobiernos deben de generar políticas que coadyuven para tal fin.

Por todo los antes dicho, al observar una serie de hechos en distintas latitudes: Chile, Libia, Siria, Israel, Grecia, España, Reino Unido y Estados Unidos, son fuertes evidencias que el modelo imperante se desgastó y surgen fuerzas renovadoras que impulsan un cambio, de un mundo más solidario y al unisonó dicen “there is an alternative”. Por tal razón, la respuesta sudamericana y continental debe ser, la reafirmación del espíritu BOLIVARIANO del Congreso Anfictiónico de Panamá: “Diferir más tiempo la asamblea general de los plenipotenciarios de las repúblicas que de hecho están ya confederadas, hasta que se verifique la accesión de los demás, sería privarnos de las ventajas que produciría aquella asamblea desde su instalación. Estas ventajas se aumentan prodigiosamente, si se contempla el cuadro que nos ofrece el mundo político, y muy particularmente, el continente europeo”.

*http://manueltemponi1981.blogspot.com/

lunes, 11 de julio de 2011

Joseph Stiglitz: La crisis ideológica del Capitalismo occidental



Project Syndicate

Tan sólo unos años atrás, una poderosa ideología –la creencia en los mercados libres y sin restricciones– llevó al mundo al borde de la ruina. Incluso en sus días de apogeo, desde principios de los años 80 hasta el año 2007, el capitalismo desrregulado al estilo estadounidense trajo mayor bienestar material sólo para los más ricos en el país más rico del mundo. De hecho, a lo largo de los 30 años de ascenso de esta ideología, la mayoría de los estadounidenses vieron que sus ingresos declinaban o se estancaban año tras año.

Es más, el crecimiento de la producción en los Estados Unidos no fue económicamente sostenible. Con tanto del ingreso nacional de los EEUU yendo destinado para tan pocos, el crecimiento sólo podía continuar a través del consumo financiado por una creciente acumulación de la deuda.

Yo estaba entre aquellos que esperaban que, de alguna manera, la crisis financiera pudiera enseñar a los estadounidenses (y a otros) una lección acerca de la necesidad de mayor igualdad, una regulación más fuerte y mejor equilibrio entre el mercado y el gobierno. Desgraciadamente, ese no ha sido el caso. Al contrario, un resurgimiento de la economía de la derecha, impulsado, como siempre, por ideologías e intereses especiales, una vez más amenaza a la economía mundial –o al menos a las economías de Europa y América, donde estas ideas continúan floreciendo.

En los EEUU, este resurgimiento de la derecha, cuyos partidarios, evidentemente, pretenden derogar las leyes básicas de las matemáticas y la economía, amenaza con obligar a una moratoria de la deuda nacional. Si el Congreso ordena gastos que superan a los ingresos, habrá un déficit, y ese déficit debe ser financiado. En vez de equilibrar cuidadosamente los beneficios de cada programa de gasto público con los costos de aumentar los impuestos para financiar dichos beneficios, la derecha busca utilizar un pesado martillo –no permitir que la deuda nacional se incremente, lo que fuerza a los gastos a limitarse a los impuestos.

Esto deja abierta la interrogante sobre qué gastos obtienen prioridad –y si los gastos para pagar intereses sobre la deuda nacional no la obtienen, una moratoria es inevitable. Además, recortar los gastos ahora, en medio de una crisis en curso provocada por la ideología de libre mercado, simple e inevitablemente sólo prolongaría la recesión.

Hace una década, en medio de un auge económico, los EEUU enfrentaba un superávit tan grande que amenazó con eliminar la deuda nacional. Incosteables reducciones de impuestos y guerras, una recesión importante y crecientes costos de atención de salud –impulsados en parte por el compromiso de la administración de George W. Bush de otorgar a las compañías farmacéuticas rienda suelta en la fijación de precios, incluso con dinero del gobierno en juego– rápidamente transformaron un enorme superávit en déficits récord en tiempos de paz.

Los remedios para el déficit de EEUU surgen inmediatamente de este diagnóstico: se debe poner a los Estados Unidos a trabajar mediante el estímulo de la economía; se debe poner fin a las guerras sin sentido; controlar los costos militares y de drogas; y aumentar impuestos, al menos a los más ricos. Pero, la derecha no quiere saber nada de esto, y en lugar de ello, está presionando para obtener aún más reducciones de impuestos para las corporaciones y los ricos, junto con los recortes de gastos en inversiones y protección social que ponen el futuro de la economía de los EEUU en peligro y que destruyen lo que queda del contrato social. Mientras tanto, el sector financiero de EEUU ha estado presionando fuertemente para liberarse de las regulaciones, de modo que pueda volver a sus anteriores formas desastrosas y despreocupadas de proceder.

Pero las cosas están un poco mejor en Europa. Mientras Grecia y otros países enfrentan crisis, la medicina en boga consiste simplemente en paquetes de austeridad y privatización desgastados por el tiempo, los cuales meramente dejarán a los países que los adoptan más pobres y vulnerables. Esta medicina fracasó en el Este de Asia, América Latina, y en otros lugares, y fracasará también en Europa en esta ronda. De hecho, ya ha fracasado en Irlanda, Letonia y Grecia.

Hay una alternativa: una estrategia de crecimiento económico apoyada por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional.

El crecimiento restauraría la confianza de que Grecia podría reembolsar sus deudas, haciendo que las tasas de interés bajen y dejando más espacio fiscal para más inversiones que propicien el crecimiento. El crecimiento por sí mismo aumenta los ingresos por impuestos y reduce la necesidad de gastos sociales, como ser las prestaciones de desempleo. Además, la confianza que esto engendra conduce aún a más crecimiento.

Lamentablemente, los mercados financieros y los economistas de derecha han entendido el problema exactamente al revés: ellos creen que la austeridad produce confianza, y que la confianza produce crecimiento. Pero la austeridad socava el crecimiento, empeorando la situación fiscal del gobierno, o al menos produciendo menos mejoras que las prometidas por los promotores de la austeridad. En ambos casos, se socava la confianza y una espiral descendente se pone en marcha.

¿Realmente necesitamos otro experimento costoso con ideas que han fracasado repetidamente? No deberíamos, y sin embargo, parece cada vez más que vamos a tener que soportar otro. Un fracaso en Europa o en Estados Unidos para volver al crecimiento sólido sería malo para la economía mundial. Un fracaso en ambos lugares sería desastroso –incluso si los principales países emergentes hubieran logrado un crecimiento auto-sostenible. Lamentablemente, a menos que prevalezcan las mentes sabias, este es el camino al cual el mundo se dirige.


El autor es profesor de la Universidad de Columbia, Premio Nobel de Economía y autor de “Freefall: Free Markets and the Sinking of the Global Economy”.

Fuente: http://cl.m.globedia.com/joseph-stiglitz-crisis-ideologica-capitalismo-occidental

lunes, 26 de octubre de 2009

George W. Bush, el motivador

Carlos Chirinos

BBC Mundo, Washington

Una pregunta que cada tanto se hacen en Washington es ¿qué estará haciendo el ex presidente George W. Bush?

En enero entregó al presidencia y se mudó a Dallas, Texas; estaba vendiendo su rancho de Crawford y busca fondos para el proyecto de su biblioteca presidencial, un centro de estudios al que se dedican todos los ex mandatarios estadounidenses. Pero en específico se sabe poco de las actividades de Bush.

Al menos este lunes hubo una respuesta clara: el ex presidente hizo su debut en el circuito de conferencistas en el que suelen terminar muchos inquilinos de la Casa Blanca retirados con una charla en Forth Worth, Texas.

Pero en su caso Bush no habló de asuntos que enfrentara en la Casa Blanca, sino de motivación, mas específicamente sobre “cómo dominar el arte del liderazgo efectivo”, de acuerdo con la información suministrada por la empresa que organizó el evento.

Motívate

Las conferencias de la empresa Get Motivated (Motívate, podría ser la traducción) se realizan en grandes centros de convenciones o estadios, son una verdadera puesta en escena en la que se combina música, efectos especiales de iluminación y fuegos artificiales.

“Este mega-show motivacional contiene más fuego inspirador que un taco de dinamita”, asegura la página web de la empresa, establecida en Florida y fundada por los esposos-socios-conferencistas Tamara y Peter Lowe.

El de Bush fue un seminario para “aumentar la productividad y el ingreso”, como prometía la promoción, por el que el expresidente recibió unos US$ 100.000 por los cuarenta minutos que tomó su intervención.

En la sesión en Forth Worth estuvieron también el ex alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani y el ex secretario de Estado de Bush, el General retirado Colin Powell.

Carismático pero impopular

Pero con todo y esos recursos teatrales, ¿qué puede decir un ex gobernante que haya dejado el poder en medio de una de las mayores olas de rechazo experimentada en la historia reciente dentro de EE.UU. y en el resto del mundo? podrían preguntarse algunos.

“Lo que Bush más motivó en los últimos tiempos fue a votar por Obama”, dijo a BBC Mundo un conferencista y autor estadounidense de libros de autoayuda que prefirió no identificarse para “no crear innecesarias polémicas” que puedan afectar “los negocios”.

“No sé si Bush es bueno o malo como conferencista. Sólo sé que obtuvo un triunfo dudoso, puso en marcha unas políticas muy cuestionadas y sin embargo ganó con más votos y ya sin dudas el segundo mandato”.

“Esa manera de imponerse a la corriente puede resultar inspirador para algunos” afirmó el autor, quien no participó en la conferencia de Forth Worth y asegura no haber trabajado para Get Motivated.

Para millones de estadounidenses de tendencia conservadora Bush fue un presidente “ejemplar” que supo defender a su país de la amenaza del extremismo, como demostraría la ausencia de atentados desde septiembre de 2001.

Más allá de simpatías políticas o afinidades ideológicas, pese a esa mala imagen que puedan tener algunos del ex presidente republicano, Bush es un líder carismático y como tal es capaz de engancharse con el público

Hablando en “mexicano”

En sus discursos Bush siempre lograba caer “simpático”; dominaba a la audiencia “bromeando” y hasta terminaba burlándose de sí mismo cuando cometía algunos de esos gazapos que tanto explotaba la prensa y de los que hay varios libritos de recopilación.

Es curioso que un político que nunca fue considerado muy brillante con el lenguaje (una vez se negó a responder en “mexicano” durante una Cumbre del Tratado de Libre Comercio de América del Norte) entre al círculo de conferencistas.

Pero el éxito de Bush radicaba entre otras cosas en que se vendía como un “hombre simple”, casi de pueblo podría decirse, sino fuera por las raíces familiares de alcurnia en el negocio petrolero.

Los organizadores de Get Motivated parecen confiar en la capacidad de convocatoria del polémico ex presidente, tanto que lo tienen en la lista de personalidades para una charla que se realizará en diciembre en San Antoniom, Texas.

http://www.bbc.co.uk/mundo/internacional/2009/10/091026_1921_bush_conferencista_lf.shtml