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miércoles, 9 de septiembre de 2009

Chile lidera el gasto militar “per cápita” en América Latina

Ernesto Carmona

Mientras crecen las necesidades de los pobres de América Latina, Chile, Colombia y Brasil son los países de América del Sur que más gastaron en armas durante 2008. Según el estudio anual del Instituto de Estudios para la Paz de Estocolmo (Sipri, por su sigla en inglés), el gasto militar total en la región ascendió a 34.071 millones de dólares.

La cantidad parece exigua (2,6%) si se la compara con el gasto militar mundial en el mismo año, estimado en 1.464 mil billones de dólares, con un aumento de 4% respecto a 2007 y de 45% en la última década. Los gastos militares de 2008 representan, aproximadamente, el 2,4% del producto interno bruto (PIB). Todas las regiones y subregiones tuvieron aumentos significativos desde 1999, excepto Europa occidental y central, indicó el Sipri.

Durante los ocho años de George W. Bush, el gasto militar de EEUU aumentó al nivel más alto en términos reales desde la Segunda Guerra Mundial, principalmente por las invasiones a Afganistán e Irak, horadando el presupuesto con un gigantesco déficit perpetuo. Las guerras de Afganistán e Irak se financiaron principalmente con créditos suplementarios de emergencia fuera del proceso del presupuesto ordinario, respaldados por la emisión de bonos del Tesoro y "créditos" de la Reserva Federal, es decir, impresión de papel moneda "prestado" al gobierno federal.

Según un análisis del Conflicto Barómetro, citado en CNN-Chile por Rodrigo Álvarez, investigador de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), muy pocos países latinoamericanos redujeron sus gastos miliares (Argentina, Bolivia, Paraguay y Uruguay), pero Chile lidera el gasto militar por habitante, que ascendió a 290 dólares "per cápita" en 2008, mientras Colombia gastó 115, Ecuador 89 y Brasil 80. En relación al PIB, Ecuador gasta el 3,81%, según el SIPRI, seguido por Chile, con un 3,73% y Colombia, con 3,34%.

El gasto militar de la región en 2008 (34.070 millones de dólares) equivale al 2,6% del gasto mundial, que encabezó Estados Unidos, con 607.000 millones de dólares deficitarios en su presupuesto. En términos absolutos, medidos en miles de millones de dólares, el país que más gasta es Brasil, con el 45% del total, seguido de Colombia y Chile:

2007 2008

Brasil 14.737 15.477

Colombia 5.579 6.568

Chile 4.864 4.778

Venezuela 2.262 1.987

Argentina 1.738 2.077

Perú 1.145 1.301

Bolivia 197 175

Fuente: Sipri/Flacso

Los militares chilenos se financian con un "impuesto propio" del 10% a las ventas brutas de la estatal Corporación del Cobre (Codelco), "tributo" establecido por la dictadura militar (1972-1990) en la llamada Ley Reservada del Cobre, cuyo texto nadie puede conocer. Esta "ley" de los dictadores continúa vigente y no grava las utilidades, sino las ventas brutas de Codelco, que explota menos de un tercio del metal porque el resto regresó a manos privadas, nacionales y extranjeros, cuando la dictadura revirtió la nacionalización de Salvador Allende. Este impuesto castrense, que pocos conocen en Chile, en cierto modo ha salvado a Codelco de la privatización, por la oposición militar a cualquier innovación sobre su beneficio. Las corporaciones que explotan casi el 70% restante del metal no pagan más que un modesto royalty del 1,3%, al que siempre se opuso tenazmente Eduardo Frei, quien privatizó el agua, el mar y otros recursos naturales cuando ya fue presidente.

http://sp.rian.ru/analysis/20090909/123030815.html

http://www.argenpress.info/2009/09/chile-lidera-el-gasto-militar-per.html

sábado, 25 de julio de 2009

Europa pierde peso militar

Por: ANDREA RIZZI

Julio ha sido hasta ahora un mes durísimo para las tropas británicas desplegadas en Afganistán. La muerte de 19 soldados en tres semanas, la mayoría a causa de la explosión de artefactos, ha impulsado en Londres un furioso debate sobre si las tropas del Reino Unido cuentan con equipamiento a la altura de la situación. La imagen del general Richard Dannatt volando por Afganistán en un helicóptero estadounidense -"me habría desplazado en uno británico, si hubiese habido uno disponible", dijo el militar- elevó la polémica al máximo grado. El propio Gordon Brown tuvo que intervenir para calmar las aguas.

Más allá de las escaramuzas políticas sobre el número de helicópteros y blindados británicos disponibles en la provincia afgana de Helmand, el debate en el Reino Unido -junto con Francia, la mayor potencia militar europea- plantea una trascendental pregunta política a todo el continente: ¿en qué estado se hallan los músculos de Europa? ¿Acompañan de manera adecuada su ambición de potencia global? Las estadísticas sobre gasto militar ofrecen una respuesta clara: mientras todas las grandes potencias mundiales han aumentado a ritmos de vértigo su inversión en la última década, Europa gasta hoy lo mismo que hace 10 años. Comparativamente, la fuerza militar europea se está erosionando a gran velocidad.

Los datos son contundentes. China aumentó su gasto militar un 194% entre 1999 y 2008, en términos reales. Rusia, un 173%. Estados Unidos, un 66%. India, un 44%. Frente a esas cifras, en el mismo periodo, Francia incrementó su gasto un 3%; Italia, un 0,4%; Alemania retrocedió un 11%. El Reino Unido avanzó un 20%, debido a su alta implicación en las guerras de Irak y Afganistán. El continente, en su conjunto, registró un avance del 5%. Los datos son del prestigioso Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI). Según ellos, China se convirtió en 2008, por primera vez, en el segundo inversor militar del mundo.

"El gasto militar es impulsado por tres factores básicos", comenta en conversación telefónica Samuel Perlo-Freeman, investigador del departamento de gasto militar del SIPRI. "Estar involucrado en conflictos armados, como EE UU; tener ambiciones de potencia militar global, como China o Rusia; o gozar de un crecimiento económico elevado, que facilite el aumento del gasto militar. Europa no es empujada por ninguno de los tres. Los países europeos han priorizado objetivos por los que no consideran necesario o útil desarrollar su poder militar".

Así, la capacidad de influencia europea a escala global queda siempre más dependiente del llamado soft power que brota del poderío económico y comercial, de la seducción cultural, del atractivo de su particular mezcla entre libre mercado y protección social. Para muchos, eso es positivo. Al respecto, hay opiniones de todo color. Pero los hechos hablan de duros competidores en un mundo menos noble de lo que ambicionan los partidarios del soft power. Un mundo en el que el hard power no cuenta mucho menos que cuando Stalin, preguntado por las relaciones con la Iglesia católica, dijo irónicamente: "¿El Papa..? ¿Cuántas divisiones tiene el Papa?".

"Europa se ha descolgado del ritmo de crecimiento de los demás. Esto es fuente de preocupación", observa desde Francia Yves Boyer, director adjunto de la Fundación para la Investigación Estratégica francesa. "Si queremos evitar una Europa condenada a la decadencia, los Gobiernos tienen que dotarla de medios en los sectores industriales, culturales, diplomáticos, pero también militares. Aunque sea en contra de las opiniones públicas, los Gobiernos tienen el derecho de actuar en el interés estratégico de un país".

La tendencia, sin embargo, muestra un estancamiento absoluto en la última década, y las proyecciones para los próximos presupuestos no la invierten. La crisis económica global reduce más aún el margen de maniobra.

"Pese al frenazo de las inversiones que perjudica la disponibilidad de materiales", prosigue Boyer, "Europa goza todavía de ventajas comparativas en cuanto a savoir faire. Pero incluso el savoir faire necesita medios para mantenerse en el tiempo, y la espiral actual puede ser peligrosa".

Para hacerse una idea de las magnitudes, las cinco principales potencias militares europeas -Francia, Reino Unido, Alemania, Italia y España- con una población equivalente a la de EE UU y un PIB conjunto poco inferior, suman un gasto militar que representa el 40% del estadounidense.

Pese al espectacular crecimiento, China, y más aún India y Brasil, quedan todavía lejos en términos absolutos de Europa como bloque. Pero hay matices: si el gasto se calculara a paridad de poder adquisitivo, el peso relativo de la inversión china o india subiría mucho. Un mismo millón de dólares en distintas manos compra la misma fracción de un cazabombardero, pero paga muchos más salarios de soldados chinos que de europeos.

Por otra parte, es evidente que la suma del gasto militar europeo sigue siendo más una realidad aritmética que política. Pese a que el ascenso de Sarkozy -su acercamiento a la OTAN y a EE UU- facilite el camino para el desarrollo de una defensa común europea, la realidad es que no hay avances significativos en la materia. El esfuerzo militar europeo permanece pulverizado en muchos fragmentos, mientras realidades nacionales cohesionadas y cada vez más armadas surgen en el horizonte.

Fuente: http://www.elpais.com/articulo/internacional/Europa/pierde/peso/militar/elpepuint/20090725elpepiint_7/Tes

miércoles, 10 de junio de 2009

Las armas no entienden de crisis

Los que más gastan
1.EE.UU. US$607.000 millones
2.China
US$84.900 millones
3.Francia
US$65.740 millones
4.Reino Unido
US$65.350 millones
5.Rusia
US$58.600 millones
6Alemania
US$46.870 millones
7.Japón
US$46.380 millones
8.Italia
US$40.690 millones
9.Arabia Saudita
US$38.200 millones
10.India
US$30.000 millones
Fuente: Sipri. Todas cifras de 2008

El gasto militar global creció el 4% en 2008 y alcanzó la cifra récord de US$1,464 billones, el 45% más que en 1999, de acuerdo con un estudio del Instituto de Investigación para la Paz Internacional de Estocolmo (SIPRI) divulgado en la capital sueca.

"La crisis financiera global todavía no ha repercutido en los ingresos y beneficios de las grandes empresas armamentistas", manifiesta SIPRI.

Aunque China y Rusia han reducido la brecha que los separa con Estados Unidos, la primera potencia sigue siendo la nación con mayor gasto militar (Washington es responsable del 58% del incremento de este gasto a nivel mundial durante la última década).

El gasto militar estadounidense se vio incrementado por los fondos adicionales dedicados a la llamada "Guerra contra el Terrorismo". Las guerras en Irak y Afganistán costaron US$903.000 millones.

"La idea de la 'guerra contra el terrorismo' estimuló a muchos países a ver sus problemas a través de un lente altamente militarizado, utilizando este argumento para justificar sus altos gastos militares", explica Sam Perlo-Freeman, director del Proyecto de SIPRI sobre Gasto Militar.

En cuanto a Pekín y Moscú, ambos triplicaron sus desembolsos militares en ese período, y Rusia "mantiene sus planes para gastar todavía más a pesar de sus problemas económicos severos", indica el estudio.

En crecimiento

Cuando la industria aeronáutica y de defensa se prepara para la centenaria Exposición Aérea de París de la semana próxima, parece que el centro de la atención se desplaza de los atribulados fabricantes de aviones civiles hacia las compañías encargadas de los jets de combate y la maquinaria militar.

En su conjunto, el centenar de empresas líderes en la fabricación de armas hizo negocio por unos US$347.000 millones durante 2007, según los datos confiables más recientes de los que se dispone.

Casi todas estas firmas son estadounidenses o europeas. El 61% de esa cifra corresponde a 44 firmas de EE.UU. y el 32% a empresas de Europa Occidental. El resto lo integran compañía de Rusia, Japón, Israel e India.

"Desde 2002, el valor de las cien empresas líderes en la industria armamentista se ha incrementado el 37% en términos reales", sostiene SIPRI.

La industria aeronáutica estadounidense y el gigante Boeing siguen siendo los mayores de su tipo del mundo, con ventas de equipo militar equivalentes a US$30.500 millones en 2007.

Muy cerca se ubica la británica Bae Systems con US$29.900 millones. En tercer puesto está la estadounidense Loockheed Martin, que totalizó US$29.400 millones.

Guerra y paz

El gasto militar en Medio Oriente se redujo ligeramente en 2008, pero SIPRI ve este descenso como algo temporal debido a que "muchos países de la región (están) planificando grandes compras de armamento".

La única excepción en el último descenso fue Irak, cuyo presupuesto militar se incrementó el 133% durante 2008 con respecto al año anterior. "Irak sigue siendo altamente dependiente de EE.UU. en cuanto a suministro de armas, y tiene previstos numerosos encargos", según el estudio sueco.

Además, las operaciones de mantenimiento de paz -que también benefician a firmas del sector de la defensa- igualmente se incrementaron el 11%.

Entre estas últimas misiones se destacan las emprendidas en la región sudanesa de Darfur y en la República Democrática del Congo.

"Otro récord quedó establecido, con 187.586 personas involucradas en operaciones de mantenimiento de paz", de acuerdo con SIPRI.

¿Más problemas?

Los altos niveles de gasto militar pueden, entretanto, generar dificultades económicas incluso a las naciones más ricas, advierte el instituto de investigaciones.

"Durante los ocho años de la presidencia de George W. Bush, los gastos militares estadounidenses se incrementaron a su nivel más alto en términos reales desde la Segunda Guerra Mundial", explica SIPRI.

"Este aumento ha contribuido a los crecientes déficits presupuestarios", señala el estudio y agrega que los conflictos de Irak y Afganistán recibieron dinero "principalmente mediante partidas adicionales fuera del proceso presupuestario regular" basadas en préstamos.

"Las compañías armamentistas podrían encarar una reducción de la demanda en el futuro si los gobiernos recortan el gasto militar en respuesta a los crecientes déficits presupuestarios", observa SIPRI.

Fuentes:

http://www.bbc.co.uk/mundo/internacional/2009/06/090608_1644_industria_armamentista_ra.shtml