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domingo, 25 de septiembre de 2011

Lo que Internet te oculta con los filtros


Por Amy Goodman y Juan González

Los cincuenta sitios web principales toman un promedio de 64 bits de información personal cada vez que alguien visita su página y luego diseñan sus sitios de acuerdo a las preferencias que los usuarios manifestan. ¿Qué efecto tendrán estos filtros online para el futuro de la democracia?

Hablamos con Eli Pariser, autor de The First Bubble: What the Internet Is Hiding from You (La primera burbuja: lo que Internet te oculta). “Pensemos por ejemplo en las noticias sobre Afganistán. Cuando uno habla con la gente que dirige los sitios de noticias, le dicen que la guerra en Afganistán no tiene un buen desempeño, que no tiene muchos clicks, es decir, que la gente no los consulta masivamente. Y sin embargo éste posiblemente sea uno de los temas más importantes que enfrenta nuestro país”, dice Pariser. “Pero [el tema de la guerra en Afganistán] nunca logrará pasar por esos filtros.

En Facebook en particular, éste es un problema porque en esa red la información se trasmite presionando el botón “Me gusta”. Y el botón “Me gusta” tiene un equilibrio muy particular. Es fácil de presionar “Me gusta” cuando las opciones son ‘Acabo de correr una maratón’ o ‘Hice una pastel fantástico’, pero es muy difícil presionar “Me gusta” cuando la opción es ‘La guerra en Afganistán ya lleva diez años’”.

Cuando sigues a tus amigos en Facebook o haces una búsqueda en Google, ¿qué información aparece y qué información se omite? De eso se trata el nuevo libro de Eli Pariser llamado The Filter Bubble: What the Internet is Hiding from You (La burbuja de los filtros: lo que Internet te oculta).

Según Pariser, Internet se está convirtiendo cada vez más en una caja de resonancia donde los sitios web adaptan la información a las preferencias que detectan en cada usuario. Yahoo! Noticias rastrea los artículos que leemos. Zappos registra el tipo de zapatos que elegimos y preferimos. Y Netflix almacena las películas que seleccionamos.

AMY GOODMAN: Los cincuenta principales sitios web toman un promedio de 64 bits de información personal cada vez que alguien visita sus páginas y luego diseñan sus sitios de acuerdo a las preferencias que los usuarios manifiestan. Mientras estos sitios sacan provecho al adaptar sus anuncios para visitantes específicos, los usuarios pagan un precio alto por vivir en una burbuja de información fuera de su control. En lugar de poder acceder ampliamente a información variada, estamos sujetos a filtros estrechos.

Eli Pariser es autor de The Filter Bubble: What the Internet is Hiding from You (La burbuja de los filtros: lo que Internet te oculta) y presidente ejecutivo de la organización MoveOn.org. Eli nos acompaña aquí en el estudio de Nueva York justo después de una gira relámpago por Estados Unidos. Bienvenido, Eli.

ELI PARISER: Gracias por la invitación.

AMY GOODMAN: Entonces, esto puede ser una sorpresa para la gente. Si Juan y yo entráramos a Internet y pusiéramos “Eli Pariser” en Google…

ELI PARISER: Sí.

AMY GOODMAN: ...podemos llegar a encontrarnos con resultados y enlaces completamente diferentes.

ELI PARISER: Así es. A mí me sorprendió. No sabía que era así como funcionaba, hasta que me topé con una breve publicación en un blog en Google que decía “Búsqueda personalizada para todos”. Y resulta que en los últimos años, no ha habido un Google estandar. No hay un “este es el mejor enlace”. Sino, “éste es el mejor para ti”. Lo mejor para ti es aquello donde muy probablemente vayas a hacer clic. Entonces no es necesariamente lo que debes saber, sino lo que quieres saber y más probablemente vayas a elegir.

JUAN GONZÁLEZ: ¿Pero eso no va en contra de lo que en un principio atrajo a tanta gente a Google, es decir, que los algoritmos que Google había desarrollado realmente permitían ofrecer la mejor información que había en la red?

ELI PARISER: Sí. Si examinas qué decían del algoritmo original de Google, verás que se referían al mismo en términos explícitamente democráticos: que la red era una manera de votar, que cada página votaba por la credibilidad de otras páginas. Y esto es un cambio con respecto a aquello. Ahora Internet se está transformando en un espacio donde cada persona puede tener resultados distintos según dónde haga clic.

Hace poco lo hice con la palabra Egipto; le pedí a dos amigos que escribieran ”Egipto” en Google. Una persona tuvo resultados llenos de información sobre los protestas en ese país y lo que está pasando políticamente; la otra persona no recibió literalmente nada sobre las protestas, solo información sobre viajes a las pirámides.

AMY GOODMAN: ¿Puedes explicar eso otra vez? Es increíble. Entonces, uno ingresa; hay una rebelión en Egipto. De hecho, hoy hay una protesta en masa en la plaza Tahrir. Están protestando contra el consejo militar y otros temas. ¿Si yo busco Egipto y alguien a quien le gusta viajar también, tal vez no encontremos ni una referencia a la insurrección?

ELI PARISER: Así es. No había nada en los diez primeros enlaces. Y la mayoría de la gente solo usa los tres primeros enlaces que aparecen en Google. Entonces si Google no te muestra rápido el tipo de información que necesitas, realmente te la pierdes. Y esto no sólo está pasando en Google, sino en toda la red; lo descubrí cuando empecé a investigar.

Está pasando en los sitios más importantes y cada vez más en los sitios de noticias. Entonces, Yahoo! Noticias hace exactamente lo mismo, adapta los artículos que uno ve en el sitio Yahoo!Noticias a lo que el sitio cree que a uno le interesa. Y lo que nos preocupa es que esto está ocurriendo de manera invisible. No lo vemos en funcionamiento. No puedo decir en qué se diferencia el Internet que una persona ve del Internet que ven las demás, pero cada vez hay más diferencias.

JUAN GONZÁLEZ: ¿Qué dicen los que manejan estos buscadores con respecto a que sólo están respondiendo a los intereses y las necesidades de la gente que usa el sistema?

ELI PARISER: Dicen “Solo estamos dándole a la gente lo que la gente quiere”. Y yo digo: ¿Qué significa “lo que quiere?” Porque creo que todos queremos muchas cosas diferentes. Hay un yo compulsivo, un yo de corto plazo que hace clic en todos los chismes de la farándula y los artículos triviales y hay un yo de largo plazo que quiere estar informado sobre lo que pasa en el mundo y ser un buen ciudadano. Y ambas cosas son intencionales todo el tiempo. Tenemos esas dos fuerzas internas. Y los mejores medios de comunicación ayudan al yo de largo plazo a encontrar un poco de equilibrio. Nos dan algo así como información nutricional sobre las verduras y el postre y entonces uno puede lograr una dieta balanceada de información. Esto es como estar rodeado de calorías vacías, de información chatarra.

AMY GOODMAN: Eli, ¿puedes hablarnos de tu experiencia en tu propia página de Facebook?

ELI PARISER: Este fue el punto de partida para investigar ese fenómeno. Y básicamente, a partir de 2008 y después de que dejé de ser el director ejecutivo de MoveOn.org, hice una pequeña campaña para conocer y hacerme amigo de gente que pensaba diferente a mi. De veras quería escuchar lo que pensaban los conservadores, de qué hablaban, y aprender algunas cosas. Entonces agregué esa gente como amigos en Facebook. Y entré una mañana a la página y me di cuenta que no estaban. Habían desaparecido. Fue muy misterioso ¿adónde se fueron? Y resulta, que Facebook estaba monitoreando mis hábitos en el sitio. Estaba mirando todos los “Me gusta” donde yo hacía clic. Lo que me estaban diciendo era “Eli, dices que estás interesado en esa gente, pero de hecho, nosotros sabemos que haces clic más en los sitios progresistas que en los conservadores, entonces vamos a editarlos, vamos a quitar esa gente de tu página”. Y desaparecieron. Esta es una parte del peligro que hay en eso.

JUAN GONZÁLEZ: Pero ¿Facebook suprimió a tus amigos?

ELI PARISER: Sí. Realmente los echo de menos.

AMY GOODMAN: A tus amigos conservadores.

ELI PARISER: Sí, a mis amigos conservadores; aquí la jugada es lo que se llama sesgo de confirmación, que es básicamente nuestra tendencia a sentirnos bien con información que confirma lo que ya pensábamos. Y de hecho esto se puede observar en el cerebro. Hay un pequeño aumento de la dopamina cuando le dices a alguien que tiene razón. Por lo tanto, si pudiéramos construir un algoritmo que mostrara a la gente lo que tú quieres y si el único propósito fuera conseguir que la gente hiciera clic más veces y viera más páginas, ¿por qué les mostrarías algo que los hiciera sentir incómodos o que no tienen razón o que hay otras cosas en el mundo además de nuestras propias y estrechas ideas?

JUAN GONZÁLEZ: ¿Y eso no refuerza la polarización dentro de la sociedad, en el sentido de que la gente no está en contacto ni escucha los puntos de vista de otra gente con la que pueden estar en desacuerdo?

ELI PARISER: Sí. Es decir, la democracia necesita esta idea de discurso, que la gente oiga ideas diferentes, responda a ellas y piense en ellas. Y vuelvo a esa famosa cita de Daniel Patrick Moynihan que dice “Todos tenemos derecho a tener nuestras propias opiniones, pero no nuestra propia realidad”. Pero cada vez más se puede vivir en un mundo online en el que sí tienes tu propia realidad. Si buscas en Google “cambio climático” recibes los enlaces de cambio climático destinados a ti, pero no necesariamente recibes todo; ni siquiera sabemos cuáles son los argumentos alternativos.

JUAN GONZÁLEZ: ¿Cuáles son las implicaciones de esto, ya que todos –especialmente Google y Yahoo!- han desarrollado sus propias páginas de noticias? ¿Cuáles son las implicaciones en términos de las noticias que publican y las noticias que la gente recibe?

ELI PARISER: Aquí es donde la cosa se vuelve aún más preocupante, porque cuando lo que se intenta es que la gente haga clic en las opciones más veces y vea más páginas, hay muchas cosas que no van a alcanzar ese umbral. Tomemos por ejemplo las noticias sobre la guerra en Afganistán. Cuando uno habla con la gente que dirige los sitios de noticias, te dicen que las historias sobre la guerra en Afganistán no tienen un buen desempeño, que no reciben muchos clics, que la gente no las consulta masivamente. Y sin embargo, podría decirse que éste es uno de los temas más importantes que enfrenta nuestro país. Se lo debemos a la gente, como mínimo, para entender lo que está pasando. Pero [ese tema] nunca conseguirá pasar esos filtros.

En Facebook en particular, este es un problema porque en esa red la información se trasmite presionando el botón “Me gusta”. Y el botón “Me gusta”, tiene un equilibrio muy particular. Es fácil presionar “Me gusta” cuando las opciones son “Acabo de correr un maratón” o “Hice un pastel fantástico”, pero es muy difícil presionar “Me gusta” cuando la opción es “La guerra en Afganistán ya lleva diez años”. Así que la información agradable se trasmite; la información desagradable queda fuera.

AMY GOODMAN: Entonces Google no sólo sabe lo que estás buscando, ¿verdad?, además sabe dónde estás y el tipo de computadora que usas. ¿Cuánta información recogen de nosotros?

ELI PARISER: Es realmente asombroso. Si inicias sesión en Google, entonces Google obviamente tiene acceso a todo tu e-mail y todos los documentos que has subido; a mucha información. Pero incluso cuando sales, un ingeniero me contó que hay 57 señales que Google rastrea –“señal” es la palabra que usan para las variables que miran–, todo, desde la dirección IP de tu computadora –que es básicamente su dirección en Internet–, qué tipo de portátil o computadora y software estás usando, incluso cosas como el tamaño de la letra o cuánto tiempo te quedas mirando un enlace concreto. Y usan eso para desarrollar un perfil tuyo, una idea de qué tipo de persona eres. Y entonces usan eso para confeccionar a medida la información que te muestran.

Y esto está pasando en muchísimos sitios, no sólo en el buscador principal de Google, sino también en Google News. Y el plan de Google News es que, una vez que perfeccionen este algoritmo personalizado, se lo ofrecerán a otros sitios web de noticias, de modo que cualquier sitio de noticias pueda usar todos esos datos para adaptarse a ti. Hay cosas realmente importantes que van a quedar fuera si esos algoritmos no son muy buenos.

Esto plantea una especie de problema mayor con respecto a lo que pensamos de Internet, que es que tendemos a pensar en Internet como una especie de medio en el que cualquiera puede conectarse con cualquiera, muy democrático, libre para todos y mucho mejor que aquella vieja sociedad con guardianes que controlaban el flujo de la información. Realmente, no es así cómo están funcionando las cosas. Lo que estamos viendo es que un par de grandes compañías tienen la mayor parte del flujo de información y actúan como los nuevos guardianes. Esos algoritmos hacen lo mismo que los editores humanos, pero de forma mucho menos visible y con mucha menos responsabilidad.

JUAN GONZÁLEZ: ¿Qué opciones tienen las personas que usan ya sea Google, Yahoo! o Facebook para salirse, si es que hay alguna? ¿Qué capacidad tienen de controlar y mantener su información personal?

ELI PARISER: No hay opciones perfectas para salirse, porque aún si usaras una nueva computadora portátil, eso ya dice algo de ti, que compraste una Mac y no una PC. Quiero decir, es muy difícil salir del todo de esto. No hay forma de desconectarse completamente de Google. Pero ciertamente, puedes abrir una ventana de explorador privada. Eso ayuda.

Creo que, a largo plazo, hay dos cosas que tienen que pasar aquí. Una es que nosotros mismos entendamos mejor lo que está pasando porque es muy peligroso cuando funcionan estos tipos de filtros y uno no sabe y ni siquiera ve qué cosas están descartando. Eso es –y aquí es dónde las personas toman malas decisiones- lo que Donald Rumsfeld llamaba “las cosas que no sabemos que ignoramos”. Y eso crea muchas cosas que no sabemos que ignoramos. Uno no sabe cómo su experiencia del mundo está siendo editada.

Pero también estas compañías dicen que quieren ser buenas. “No seas malo” es el lema de Google. Quieren cambiar el mundo. Creo que tenemos que presionarlos para que estén a la altura de sus mejores valores como compañías e incorporen en estos algoritmos algo más que sólo esta idea tan limitada de lo que es importante.

AMY GOODMAN: Entonces, ¿qué dicen los líderes de Google, Facebook, Yahoo!? Quiero decir, ¿has hablado con ellos?

ELI PARISER: Lo intenté. Tuve una conversación breve con Larry Page en la que dijo “no creo que este sea un problema interesante”. Y eso fue todo. Pero, a otro nivel en la empresa Google, hay un montón de personas que están luchando contra esto. Hablé con un ingeniero de Facebook que lo resumió bastante bien y dijo “mira, lo que nos encanta hacer es dar con nuevas formas inteligentes para que la gente pase más tiempo en Facebook y somos muy buenos en eso. Esto es algo mucho más complicado de lo que nos estás pidiendo; nos estás pidiendo que pensemos acerca de nuestra responsabilidad social y nuestra responsabilidad cívica y qué tipo de información es importante. Este es un problema mucho más complicado. Nosotros solo queremos hacer la parte fácil”. Eso es un poco lo que nos coloca adonde estamos ubicados hoy.

Creo también que hay personas que ven el otro lado y dicen estamos frente a un problema grande y jugoso; se trata de cómo hacemos para recoger los mejores valores editoriales del siglo XX y trasladarlos a estos nuevos sistemas que están decidiendo lo que la gente ve y lo que la gente no ve.

AMY GOODMAN: ¿Cuánto dinero se gana con todo esto? Quiero decir, sólo este término neutral de “personalización” suena tan benévolo. De hecho, suena atractivo.

ELI PARISER: Sí, suena genial.

AMY GOODMAN: Está dirigido a usted y se adapta a usted. ¿Qué podría ser mejor?

ELI PARISER: Se basa en una especie de mundo online acogedor y familiar, donde tu sitio web favorito te saluda y dice: “Oh, Eli, hemos preparado todos estos artículos para ti. Bienvenido”. Es muy agradable.

Pero, lo que esto está haciendo es impulsar, en cierto modo, una lucha por el manejo de Internet que se está dando ahora mismo entre las diferentes empresas, para acumular la mayor cantidad de información sobre cada uno de nosotros. Y Facebook tiene su estrategia, que básicamente es pedirle a la gente que le cuente a sobre sí misma. Google tiene su estrategia que es mirar los clics que hacemos. Microsoft y Yahoo! tienen sus estrategias. Y todo esto desemboca en una base de datos, que luego se puede utilizar para hacer tres cosas. Puede orientar mejor los anuncios publicitarios, lo que honestamente creo que a veces está bien, siempre que uno sepa que lo están haciendo. Puede dirigir el contenido, lo cual creo que es mucho más problemático porque uno empieza a recibir un tipo de contenido que solo refleja lo que se cree que tú quieres ver. Y la tercera cosa es, que pueden tomar decisiones por ti.

Uno de los hallazgos más sorprendentes en el libro, es que los bancos están comenzando a mirar los amigos de la gente en Facebook y sus calificaciones de créditos para decidir a quién otorgar u ofrecer un crédito. Esto se basa en el hecho de que si nos fijamos en las calificaciones de crédito de las personas, se pueden hacer predicciones acerca de las calificaciones de crédito de los amigos de esas personas. Es escalofriante, porque lo que se está diciendo en realidad es que sería mejor no ser amigo en Facebook de personas que tienen calificaciones de créditos bajas. Pero esta no es precisamente la clase de sociedad que queremos construir.

JUAN GONZÁLEZ: Más atemorizante aún, obviamente, es que toda esa información personal le ahorra al gobierno un montón de trabajo en su capacidad de vigilar la población, porque las compañías privadas básicamente pueden recoger información y lo único que el gobierno tiene que hacer es emitir una orden de citación o hacer una llamada “por seguridad nacional necesitamos esa información”. De esa forma, en esencia, el gobierno no tiene que hacer una vigilancia real. Solo tiene que ser capaz de emplearla cuando sea necesario.

ELI PARISER: Hay un articulo divertido en Onion que se titula “La CIA descarta un programa nuevo y muy exitoso de Facebook”, lo que implica que la CIA inició Facebook para juntar datos. Y es divertido, pero también hay algo de verdad ahí, y es que esas compañías sí cuentan con bases de datos enormes y la información que esos servidores tienen de nosotros está mucho menos protegida que si estuviera en tu propia computadora. El FBI no necesita hacer tanto papelerío para pedir a Google tus datos, como sí debe hacerlo para ingresar a tu casa a revisar tu computadora. Ese es el lado negativo del sistema de computación en nube que permite que nuestros datos y todo lo que hacemos estén más y más disponibles para el gobierno y sus propósitos.

JUAN GONZÁLEZ: Y no sólo en un estado democrático, también en uno autoritario.

ELI PARISER: Así es. Es decir, se trata de un derivado natural de la consolidación de gran parte de lo que hacemos cuando estamos conectados a Internet en un número reducido de grandes compañías que en verdad no tienen que rendir mucha cuenta, que no están siendo muy presionadas por los gobiernos para hacerlo bien o de forma responsable. Naturalmente conduce a abusos.

Fuente: Democracy Now

viernes, 5 de febrero de 2010

Twitter, del miedo y las ilusiones


En su Larga Marcha en pos de la pacificación definitiva de un mundo globalizado convulso, que suele moverse, testarudamente, en dirección contraria a los dictados del imperio, las estrategias de pacificación neoconservadoras o hegemónicas han dado reiteradas muestras de esquizofrenia. Basta analizar la relación de odio-amor que establecen, por turno, con las herramientas de su bien surtida panoplia, esas que deberían servir sólo para transformar la realidad y ponerla a tono con sus objetivos finales, jamás para rebelarse o servir a los enemigos contra los cuales fueron enfiladas.

Pero ya se sabe, la realidad es más rica que todas las teorías que surgieron para explicarlas, y he aquí que Twitter, un sitio de microbloggin en Internet, la última super-arma secreta en manos de los magos imperiales del cambio de régimen, las revoluciones de colores, los golpes democráticos, las filantrópicas intervenciones militares para “estabilizar, construir estados o llevar ayuda humanitaria”, ha comenzado a preocuparlos. Y no es para menos, a fin de cuentas, la tecnología, por si misma no es buena ni mala, ni conservadora ni liberal, ni reaccionaria ni progresista, sino que depende del fin que con ella se persiga y en manos de quién sirve.

Twitter es un sistema de envío de mensajes breves, de hasta 140 caracteres, que enlaza a personas afines o vinculadas por intereses comunes. Se trata de una de las más exitosas redes sociales de Internet, que en apenas tres años, pues fue lanzado el 13 de julio del 2006, alcanzó la cifra de 50 millones de usuarios, lejos aún de Facebook, que llega a más de 300 millones de personas en todo el mundo. Depende de una empresa radicada en San Francisco, California, dirigida por Jack Dorsey, su creador y Presidente. Hasta el 2009 Twitter Inc empleaba a 76 especialistas y disponía de un capital en inversiones de más de 55 millones de dólares. El servicio, que es gratuito, se brinda a partir de llamadas telefónicas locales. Está disponible, por ahora, en inglés, japonés, italiano, francés y español. Su éxito se debe a un grupo de peculiaridades de su diseño y funcionamiento, entre ellas, la sencillez, el estar abierto y ser compatible a múltiples aplicaciones, a la posibilidad de enviar y recibir de mensajes no sólo desde computadoras, sino también desde teléfonos móviles, y también a la posibilidad, casi en tiempo real de recibir avisos de noticias, y reenviarlas, cuyo vínculo en Internet se brinda, facilitando la actualización constante y el acceso posterior sin tener que perder el tiempo usando motores de búsqueda, como Google. Y además Twitter brinda la posibilidad de “seguir” y estar en permanente contacto con personas de nuestro interés o famosos, pues desde Demi Moore, Dani de Vito o Britney Spears hasta John Mc Cain y Barack Obama mantienen listas de seguidores en Twitter.

Este sistema ha sido utilizado para todo lo humano y divino que podamos imaginar, desde coordinar a manifestantes para eludir las barreras policiales y alertar a la población sobre el paso de un tornado, hasta para comunicar a pastores religiosos con sus feligreses o publicar una novela por microcapítulos. Twitter ha dado al mundo, antes que los grandes medios de prensa, la primicia del resultado de juicios polémicos, competencias deportivas y crímenes espectaculares, narrados por testigos presenciales, y también de accidentes, golpes de estado y represión, contados por sus víctimas. Ha servido para defender la democracia, como lo demostró en manos de la resistencia hondureña y también para socavarla, como se evidenció en l caso de las protestas iraníes alentadas por los enemigos de la revolución, tras las elecciones presidenciales de junio del 2009. Y sin ir más lejos, Twitter sirve hoy en Cubadebate para alertar de cada nueva Reflexión de Fidel, indicando dónde puede ser hallada y también para amplificar las campañas de los enemigos de la Revolución. En resumen, Twitter no es el contenido, pero si una de los canales que se perfila entre los más dúctiles y eficaces en la batalla de ideas global.

¿Asombra a alguien que Twitter, ese aparentemente inocuo y hasta frívolo sistema, que tiene de logotipo a un bonachón pajarillo en vuelo, haya logrado despertar, por igual, los miedos y las ilusiones de los estrategas de la CIA y el Departamento de Estado, del Pentágono y la Secretaría de Seguridad Nacional?

Cuando periódicos neoconservadores, como “The Washington Times”, publicaban en junio del pasado año editoriales eufóricos y encomiásticos hacia el uso de Twitter para “derrocar tiranías y llevar la democracia a los países”, como podía leerse en “Iran´s Twitter Revolution”, y la Secretaría de Estado pedía a la empresa posponer los mantenimientos previstos, Ian Kelly, el portavoz de la primera, no podía ocultar su regocijo al declarar que le quedaba muy claro que… “este tipo de red social juega un rol muy importante en la democracia”. Hasta ahí todo marchaba a pedir de boca. Con la crisis iraní y el uso de Twitter previsto por los chicos literarios de la CIA, que ya lo habían estrenado en la llamada “Revolución moldava”, la empresa adquiría lo que algunos analistas llamaban “la mayoría de edad”. Preparando el camino a los sucesos de mediados de junio, a principios de ese mismo mes, un sospechosamente extenso artículo de Times Magazine (”How Twitter will change the way We Live”) servía de pala preparatoria y dejaba despejado el espacio aéreo para el vuelo redentor del pajarillo azul. Después vino la avalancha de mensajes apocalípticos desde las convulsas calles de Teherán, y de nuevo las loas al papel libertador jugado por Twitter, por lo que se extendió su uso por toda la geografía mundial en manos de los freedom fighter al servicio del imperio, Cuba incluida. Parecía que el sol Twitter jamás de ocultaría ni dejaría de alumbrar los oscuros rincones del planeta, tercamente opuestos a la Larga Marcha neoconservadora.

Hasta aquí las ilusiones. Veamos ahora los miedos.

En primer lugar, el miedo a las ilusiones perdidas: Twitter demostró, en la crisis hondureña, que los pueblos aprenden rápido las lecciones de lucha, y que como mismo antes, en las emboscadas guerrilleras, los luchadores sociales se hacían con la armas del enemigo para incrementar la lucha, de la misma manera el pueblo hondureño expropió Twitter, Facebook y You Tube y lo puso al servicio de su causa, para denunciar a los represores golpistas y al gobierno de los Estados Unidos, que los amamantaba y protegía.

En segundo lugar, porque el uso descarado y manipulador de Twitter en el caso iraní, atrajo la atención, no sólo de las vocingleras coristas de siempre, sino también de investigadores respetados y profundos, como es el caso de Maximilian Forte, antropólogo de la Universidad de Concordia, Montreal, o de Amira Howeidy, del semanario egipcio Al-Ahram, quienes han demostrado, de menara irrefutable, cómo y para qué se usó Twitter en el caso de la mal llamada “Revolución verde” iraní.

Por ejemplo, Amira Howeydi recabó datos de la firma canadiense Sysmos, que se dedica al análisis de las redes sociales en Internet, y pudo establecer que antes del 12 de junio, día de las elecciones, el 51,3% de los mensajes a Twitter sobre el proceso electoral en ese país, provenían del interior, el 27% del exterior y el 21,6% no declaraban su lugar de origen. El 19 de junio, en el clímax de las protestas, el 40,3% de los mensajes venían del exterior, apenas el 23,8% declaraba originarse dentro de la nación y un 35, 7% no daban su ubicación.

Maximiliam Forte, en su excelente ensayo del 17 de junio, titulado irónicamente “American´s Iranian Twitter Revolution”, publicado en “Zero Antrophology”, y tras estudiar a 1280 mensajes de Twitter relacionados con las elecciones y las protestas, entre el 13 y el 17 de junio, arribó a la conclusión de que apenas el 45 % de los mensajes eran iraníes, la mayoría de los lugares de origen eran imposible de determinar, y estaban escritos en inglés. Además, que la juventud entre 18 y 24 años, supuestamente volcada a las protestas antigubernamentales, era el segmento poblacional que más fuertemente respaldaba y más había votado por el gobierno. Sus conclusiones fueron:

“En esta Twitter Revolution iraní, Twitter no es representativa con respecto a los usuario de Internet del país; Internet no es representativa con respecto a la población que dispone de ella; la juventud que usa Twitter no representa a la juventud, en general, y los iraníes que enviaban mensajes por esta vía, no eran, en su mayoría, ni siquiera iraníes…¡Qué fantástico poder tienen las redes sociales!”

Forte denunciaba también, con ejemplos irrefutables, que Twitter había permitido a los norteamericanos “crear” noticias falsas, incluso “convertirse en iraníes”; que se repitieran y retransmitieran hasta la saciedad tips de propaganda falsa, que eran luego enmascarados, y que un solo artículo sobre Irán, publicado en los medios tradicionales por esos días, contenía más información en su conjunto, y más información fidedigna que el conjunto de los miles de mensajes que circularon entonces sobre las alas de este simpático pajarillo azul.

En tercer lugar, la manipulación de Twitter por parte de las agencias de inteligencia israelíes y estadounidenses durante la crisis iraní, dio un nuevo escenario a denuncias que en su momento hubiesen sido silenciadas, como la formulada por Eva Golinger, el 22 de octubre en su artículo “CIA compra empresas que monitorean blogs, Twitter, You Tube y Amazon”, el cual se remite a una noticia publicada por la revista “Wired”. De esta manera lo sospechado se confirmaba: In-O-Tel, una empresa de la CIA acababa de hacer una fuerte inversión en Visibles Technologies, que vigila diariamente medio millón de conversaciones y mensajes en redes sociales como Flickr, You Tube, Twitter y Amazon. Visible, a su vez, colabora con Concepts & Strategies, dedicada a monitorear y traducir medios extranjeros para el Pentágono.

Por último, y para cerrar el ciclo de los miedos, en el boletín “Homeland Security News”, del 26 de octubre del pasado año, se alertaba que un reporte del 304 Millitary Intelligence Battalion, publicado en la web de la Federation of American Scientists, se incluía a Twitter junto a los GPS y los software para transformar la voz entre las “nuevas tecnologías potencialmente peligrosas en manos de los terroristas”.

A caballo entres las ilusiones del uso de la tecnología, y especialmente de Twitter, para fines subversivos, hegemónicos e imperiales, y el pavor que despierta la posibilidad de que los pueblos del mundo hagan uso de ella para resistir y luchar, los estrategas de la Larga Marcha neoconservadora apenas duermen, estrujados por sus manías y depresiones, por sus euforias y desalientos. Por lo pronto, ya sabemos que nunca aprenden: el portal de uno de los más serviles mayordomos imperiales de la contra cubana, por indicaciones expresas de la Secretaría de Estado yanqui, acaba de publicar el pasado 12 de enero la convocatoria de esta al “Concurso Internacional en Twitter “La Democracia es…”, cuyo ganador recibirá una cámara de video de alta definición.

Ojala los miembros de la resistencia hondureña, los palestinos que luchan por su tierra o los millones de desempleados norteamericanos se animen a participar. No vendría mal seguirles expropiando Twitter, y además, ganarles la camarita para seguir dando testimonio de los crímenes del mismo imperio que se refocila monologando sobre la democracia.

http://yohandry.wordpress.com/2010/01/19/twitter-del-miedo-y-las-ilusiones/

domingo, 11 de octubre de 2009

Watch what you tweet

Amy Goodman

A social worker from New York City was arrested last week while in Pittsburgh for the G-20 protests, then subjected to an FBI raid this week at home -- all for using Twitter. Elliot Madison faces charges of hindering apprehension or prosecution, criminal use of a communication facility and possession of instruments of crime. He was posting to a Twitter feed (or tweeting, as it is called) publicly available information about police activities around the G-20 protests, including information about where police had issued orders to disperse.

While alerting people to public information may not seem to be an arrestable offense, be forewarned: Many people have been arrested for the same "crime" -- in Iran, that is.

Last June 20, as Iranians protested against the conduct and results of their national election, President Barack Obama said in a statement, "The universal rights to assembly and free speech must be respected, and the United States stands with all who seek to exercise those rights."

His statement was released in English, Farsi and Arabic and posted on the White House's very own Twitter feed. His tweet read, "We call on the Iranian government to stop all violent and unjust actions against its own people."

U.S. Sens. Charles Schumer, D-N.Y., and Lindsey Graham, R-S.C., wrote to Secretary of State Hillary Clinton, urging her to pressure European nations to restrict sales of eavesdropping technology to Iran. They wrote: "Following recent elections, the Iranian government has used a new communications monitoring center to interfere with and suppress Internet and cell phone communications as part of efforts to crackdown on Iranian citizens peacefully demonstrating ... including voice calls, email, text messaging, instant messages, and Web traffic, as well as posts to social networking sites such as Twitter, MySpace and Facebook."

The U.S. State Department, impressed with the importance of Twitter to Iranian protests, asked Twitter to delay system maintenance that might have interrupted the service during the Iranian protests.

While Madison optimistically mused, "I'm expecting the State Department will come out and support us also," his lawyer, respected civil rights attorney Martin Stolar, said: "This is just unbelievable. It is the thinnest, silliest case that I've ever seen. It tends to criminalize support services for people who are involved in lawful protest activity. And it's just shocking that somebody could be arrested for essentially walking next to somebody and saying: 'Hey, don't go down that street, because the police have issued an order to disperse. Stay away from there.'"

Madison, his wife and housemates were roused from sleep during the weekend when the Joint Terrorism Task Force swept into their house, handcuffing them for hours, searching the house and removing computers and other property from everyone in the house. Madison said the FBI "for 16 hours, proceeded to take everything, from plush toys to kitchen magnets and lots of books ... they took Curious George stuffed animals."

Rather than encourage and support the use of distributed, decentralized social networks to strengthen our democracy and dissent (remember, the Obama campaign itself relied extensively on these online and mobile tools), the government seems headed in the opposite direction. Los Angeles Chief of Police William Bratton recently won acclaim at the annual meeting of the Major Cities Chiefs Association, a professional organization of police executives representing 63 of the largest cities in the United States and Canada. Bratton has launched "I Watch LA," described as "a community awareness program created to educate the public about behaviors and activities that may have a connection to terrorism." The iWatch program, despite Bratton's assertion otherwise, is about spying on your neighbors and turning them in to the police.

One Iranian twitterer for the virtual news hub Tehran Bureau recalled the June protests in an essay: "An officer spoke to us through a loud speaker: 'Disperse: This is your last warning.' The sight of them made my knees tremble, but the wave pushed on and so I went along." He was beaten, bloodied, arrested and held for 20 days. While Elliot Madison was not physically harmed, his legal battles are just beginning, and his case could prove central to the future of free speech in the mobile, digital age.

It is time for the digital censors here in the U.S. to disperse.

Amy Goodman is the host of "Democracy Now!," a daily international TV/radio news hour.
Denis Moynihan contributed research to this column


http://www.oregonlive.com/opinion/index.ssf/2009/10/watch_what_you_tweet.html

jueves, 3 de septiembre de 2009

En más de 50 países se realizarán marchas en apoyo al presidente Chávez

(TeleSUR)

En más de 50 ciudades países del mundo se organizaron marchas a favor del presidente Chávez, para contrarrestar la campaña en su contra surgida en las redes sociales Facebook y Twitter.

En 50 países del mundo el próximo viernes se realizarán manifestaciones en solidaridad con el presidente venezolano, Hugo Chávez, para contrarrestar la campaña en contra del mandatario surgida en las redes sociales Facebook y Twitter, informó el diputado Darío Vivas, del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv).

"Tenemos a esta hora confirmados un total de más de 50 países donde se van a hacer actividades de apoyo al comandante Hugo Chávez y a la Revolución Bolivariana", expresó Vivas.

En Barcelona (España) se realizará una movilización de apoyo a las políticas del presidente venezolano, que finalizará ante el Consulado de Venezuela.

La iniciativa surge en contraposición a la llamada marcha "no más Chávez", que surgió en las redes sociales Facebook y Twitter.

Por medio de estas herramientas cibernéticas se ha convocado para el 4 de septiembre manifestaciones en Colombia, Venezuela, Estados Unidos, Israel, Canadá, Perú, Ecuador, España, Francia y Arabia Saudí en contra del mandatario venezolano.

Facebook comenzó como un sitio web gratuito de redes sociales para estudiantes de la Universidad de Harvard, pero en la actualidad puede ser usada por cualquier persona del mundo.

Fue creado por Mark Zuckerberg y para convertirlo en la red social mundial que es en la actualidad, tuvo que recibir múltiples inversiones, entre ellas, según indica el diario The Guardian, una liderada por Greylock Venture Capital (fondo de inversión con fuerte vínculo con la Agencia Central de Inteligencia estadounidense (CIA)).

El presidente Chávez ha denunciado en reiteradas ocasiones la red de espionaje que incursionaron agentes de la CIA en Latinoamérica, injerencia que posteriormente también ha sido develada por otros mandatarios como Evo Morales, de Bolivia, Rafael Correa de Ecuador, Daniel Ortega de Nicaragua, entre otros.

"Sabemos que esta campaña que se realiza por Internet es dirigida por el imperialismo norteamericano y sus lacayos en el mundo", denunció el diputado Vivas.

Anunció que el viernes también tendrá lugar una "cantata antiimperialista" en la plaza Bolívar de Caracas, ante la sede de la Cancillería venezolana.

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