José Luis Ayala, periodista, historiador y escritor, exeditor cultural de LA PRIMERA, expresa en este artículo la posición de los aimaras, sobre la reivindicación de lo aimara, que ha motivado en los medios de comunicación de Lima diversas reacciones, algunas hostiles o de desdén, ante las posiciones expresadas por el líder aimara Walter Aduviri. El texto, que puede generar polémica, es de suma utilidad para quienes desconocen el tema.
Rosa María Palacios, en un programa nocturno de la televisión limeña, hispana, criolla y achorada (1), dijo que la respuesta de los aimaras, frente a la minería y explotación petrolera “es irracional” (2). Esa agresiva forma de hablar demuestra que así piensan quienes no entienden que el Perú está conformado por distintas naciones, por diferentes formas de pensar y que no hay un solo imaginario social.
También es una prueba que cierto periodismo limeño está al servicio incondicional del saqueo y depredación de las riquezas naturales del Perú (3).
Decir además que si los aimaras no quieren minería ni petróleo que se queden pobres, es aseverar que estas actividades han traídos prosperidad y desarrollo para el altiplano del Kollao y eso no es verdad.
Aunque hasta ahora no hay estadísticas ni estudios acerca de cuántas toneladas de minerales han salido de Puno durante la época de la Colonia y la República; sin embargo, se puede aseverar, la minería solo ha traído hasta ahora, enfermedades, desgracias, violencia, pobreza y muerte (4).
El poder mediático ejercido por algunos medios de comunicación masiva a cargo de conocidos monopolios, se sintió ofendido y sorprendido que el inefable Beto Ortiz, no solo entrevistara a Walter Aduviri Calisaya, sino que el líder aimara se negara a ser humillado y ser conducido como un vulgar delincuente por las calles de Lima.
Aduviri decidió quedarse en el recinto de la televisión, pero si no tenía el apoyo de los aimaras que estaban afuera, lo hubieran golpeado y arrastrado tal como lo hace el sistema represivo, cuando se trata de personas pobres y más si son quechuas, aimaras o proceden de los pueblos amazónicos.
Sin precedentes
Es necesario anotar que este hecho singular ha quebrado el lenguaje desde los propios medios y ahora, ya no se usa más ni se usarán los agresivos y discriminantes términos: indios, indígenas, serranos, cholos, nativos, salvajes, oriundos. Los periodistas que informaban decían: “Walter Aduviri, líder de la Nación Aimara”.
¿Qué ha sucedido? Estamos frente a un hecho sin precedentes, el lenguaje de la cultura dominante ha cambiado. Pero sobre todo, ha quedado demostrado que los derechos humanos, también pueden alcanzar a pueblos y naciones sojuzgadas durante siglos.
Es verdad, la Nación Aimara ha conseguido que Walter Aduviri Calisaya no duerma en un hediondo calabazo de Lima. Tampoco sea esposado y llevado del cuello para que sirva de escarmiento. Menos que se presente a declarar y quede detenido.
Aunque tampoco se justifica que haya habido en Puno, actos de vandalismo, ataques, saqueo e incendio de oficinas públicas. Son hechos que deberán ser investigados y sancionados quienes desde las sombras surgieron especialmente para quemar documentos referidos al contrabando, lavado de activos y evasión de impuestos. Esas son acciones graves y debe haber sanción para los culpables (5).
Walter Aduviri Calisaya y los aimaras nos han recordado las heroicas luchas de los sacrificados “mensajeros” aimaras, a Juan Bustamante “El viajero”, a Manuel Z. Camacho, Teodomiro Gutiérrez Cueva “Rumi maki”, Ezequiel Urviola, Carlos Condorena, Rita Puma, Mariano Paqo Mamani, a los héroes civiles de Wancho Lima (6), María de La Paz Chanini, Gamaliel Churata, Francisco Chuquihuanca Ayulo, al cura Valentín Paniagua y a Telésforo Catacora (7).
Como también a Remigio Franco, Mario Franco Inojoza, Manuel A. Quiroga, José Antonio Encinas y José Antonio Callamuyo (8), entre otros inolvidables personajes, quienes lucharon desde distintos campos y tiempo, para que la Nación Aimara fuera reconocida.
Por un trato diferente
Aunque la realidad de la Nación Aimara es ahora distinta, dialécticamente hablando sigue siendo la misma porque todo ha cambiado y porque tampoco nada ha cambiado.
La Nación Aimara afronta hoy problemas sociales irresueltos del pasado y se enfrenta valientemente al Estado por los que ahora agobian a sus habitantes.
Pero esta movilización no se parece a las anteriores porque, como bien dice Anduviri, la Nación Aimara no ha sido consultada para el establecimiento de nuevas minas en la región.
Ese hecho grave atenta contra los derechos humanos de los aimaras y no se resolverá como antes, encarcelando, matando a sus dirigentes.
¿Qué ideología mueve a los aimaras? Hay varios elementos que los impulsa a esta movilización que solo terminará con la derogatoria de las leyes que amparan a los depredadores de los sistemas ecológicos:
El deseo de descolonizar el poder y establecer un nuevo tratamiento social a la Nación Aimara. El respeto a la cosmovisión andina que es una distinta visión del mundo, tiene que ver con la dialéctica, la política, la moral y la ética andina.
El reconocimiento a la Nación Aimara como parte sustantiva del Estado-nación y exigencia de millones de personas a un trato humano y diferente accionar político, porque han sido desterrados e invisibilizados por todos los gobiernos durante la República criolla.
Falsedad
En una entrevista televisiva que se le hizo al excanciller Fujimorista Francisco Tudela (9), dijo que los aimaras del Perú podrían tener cierta influencia del movimiento tupajcatarista de Bolivia.
Nada más falso y equivocado porque incluso la prédica del mallku Felipe Quispe (10) no ha calado y ni siquiera se le toma en cuenta. Lo que no se dice debido a un absoluto desconocimiento a la realidad, es que la Nación Aimara, a través de sus más esclarecidos ideólogos y líderes, han emitido tres manifiestos políticos (11).
La lectura de esos documentos podría servir para hacer un análisis mucho más correcto acerca de lo que sucede ahora.
Desconcertados la mayoría, no todos, de los analistas criollos, afirman equivocadamente que los aimaras se movilizan porque no quieren aceptar el progreso ni el desarrollo. Esas palabras hoy no tienen sentido en el mundo globalizado.
En el siglo pasado, ningún país del mundo logró un desarrollo social y económico, esos modernos y culturosos conceptos han fracasado, descansan en paz. Lo que sucede es que los aimaras hemos entrado a un nuevo tiempo histórico.
La Nación Aimara ha empezado un lento proceso histórico de descolonización del poder, hoy reclama sus derechos y sobre todo que sus habitantes deban ser tomados en cuenta para cualquier toma de decisión política.
Todo indica que hemos llegado a un punto de quiebre, de aquí en adelante, los gobernantes nos darán, con seguridad, un trato distinto a un conglomerado humano con una distinta cultura y visión de la historia.
Un hecho que es absolutamente seguro es que muchos de los improvisados políticos, analistas criollos y “periodistas” ocasionales, desconocen lo que se ha venido a llamar el imaginario social aimara.
Contaminación
Por supuesto, al presidente Alan García, a sus ministros y dueños de las mineras transnacionales no les interesa el tema, pero deberían tenerlo en cuenta. Si ahora tratan de forzar más, lo único que encontrarán será una respuesta mucho más grave.
Nadie quiere que haya muertos, pero después de una batalla legal ganada por la Nación Aimara, tampoco sus líderes retrocederán para finalmente permitir que se siga contaminando el río Ramis y sobre todo el lago Titicaca.
Pocas personas han leído un libro fundamental denominado: Lago Titicaca, gran maravilla del mundo de Andrés Choquehuanca Huanca (12). Ese texto señala cómo es que el río Ramis prácticamente ha sido maltratado durante muchos años debido a las inadecuadas construcciones “como defensa”, en las sucesivas inundaciones. Demuestra que la minería artesanal y la gran minería, han terminado por matar todo vestigio de vida acuática.
Lo más alarmante de este trabajo es la advertencia que si se sigue arrojando deshechos de minerales, el lago Titicaca debido además a la falta de deshielos y lluvia, en cien años se convertirá en un gigantesco pantano. Nadie ha dicho nada después de la seria advertencia de Choquehuanca.
Entonces, cuando la Nación Aimara y Aduviri señalan que defenderán la vida del Titicaca, tienen razón porque si desaparece el Titicaca, donde están nuestras pakarinas, todo moriría, siendo una de las principales causas los relaves de la minería especialmente informal.
La lucha de la Nación Aimara, como se puede ver, no es de ahora ni tiene solamente motivos racionales para oponerse a la depredación de su territorio y después ser condenados a una miseria terrible y por siglos.
Imaginario aimara
Entonces, es necesario entender el imaginario aimara. Según el Diccionario de la Lengua Española, se llama así a un adjetivo que denota algo que solo tiene existencia en la imaginación personal y colectiva. Fue el filósofo Cornelius Castoriadis (13), quien usó por primera vez este concepto y normalmente es usado en el ámbito de las ciencias sociales para designar representaciones sociales que se producen en el tiempo.
Esta acepción también se usa normalmente como sinónimo de mentalidad, cosmovisión, conciencia colectiva o ideología.
Es verdad que cuando Castoriadis usa esta palabra tiene una referencia exacta, toda vez que resulta una categoría conceptual desde el materialismo para explicar la presencia y valor que tiene lo material sobre la vida social. Para Castoriadis, la creación de una colectividad social no es posible explicarla entendiendo que todo se crea y nace solamente por una necesidad material.
En fin, este es un tema que recién empieza a discutirse y que sin duda servirá para aprender más y mejor la nueva realidad de la Nación Aimara. No se trata de un aspecto territorial ni de escisión de pueblos para formar otra República, es un sentimiento étnico enraizado en la memoria histórica y en el imaginario social indestructible.
La Nación Aimara tiene razón y sus luchas siempre han sido justas. Todo indica entonces que es verdad la aseveración con la que empieza el manifiesto del Tiawanako: “Un pueblo que sojuzga a otro, no puede ser libre” (14).
NOTAS
1.- Achorada. Se llama así a una extraña forma de hablar y comportarse, lo que denota una absoluta falta de respeto al buen hablar y comportamiento ante las demás personas. El achoramiento es típico de quienes se sienten socialmente desclasados.
2.- Lo irracional puede referirse a lo opuesto a lo racional y a la razón. Es también algo relativo a la irracionalidad, opuesto a la racionalidad. El irracionalismo es un tema referido a una irracionalidad o a la demostración de falta de razón. En otras palabras, quienes no pensamos como ella estamos condenados a ser estigmatizado, desterrados, por tanto, no tenemos razón en nada.
3.- Las zonas donde hay minas son las más pobres, los campesinos que viven cerca de ellas resultan ser los más afectados por miseria creciente.
4.- Los trabajadores mineros son los más afectados por enfermedades propias de uno de los oficios más duros.
5.- Es decepcionante constatar que después de tantos años, no hay ningún culpable en el asesinato del alcalde de Ilave, Cirilo Robles Callomamani. ¿Sucederá lo mismo? Veremos y escribiremos.
6.- José Luis Ayala. Wancho Lima, cronivela. Editorial San Marcos. Lima, 2005.
7.- José Luis Velásquez Carambel. Las luchas por la escuela in-imaginada del indio. Universidad Nacional del Altiplano, Puno, 2010.
8.- Augusto Ramos Zambrano. Aimaras rebeldes. Instituto de Estudios Históricos Pukara, Arequipa, 2007.
9.- Francisco Tudela, hijo del embajador Felipe Tudela y Barreda, y de la baronesa holandesa Vera Van Breughel-Douglas Berindei. Estudió en el Colegio Maristas (San Isidro), hasta 1971. En 1973 estudió en la Pontificia Universidad Católica del Perú Derecho y fue profesor en esa casa de estudios. Fue canciller y vicepresidente del Perú durante el segundo gobierno de Alberto Fujimori. Parlamentario, fue miembro del Congreso Constituyente Democrático. Ministro de Relaciones Exteriores en 1993 y en 1998. Estuvo como rehén en la Toma de la embajada japonesa en Lima entre diciembre de 1996 y abril de 1997. En el 2000 postuló a LA PRIMERA vicepresidencia del Fujimorismo, fue congresista, viajó a Chile, a su regreso al Perú se vio envuelto en un litigio con su padre por una cuantiosa suma de dólares.
10.- Mallku Felipe Quispe Huanca. Nació el 22 de agosto de 1942 en Axllata Grande, provincia de Omasuyu. Mallku en aimara significa el cóndor o autoridad originaria aimara. Líder aimara, fundó el Movimiento Indígena Túpac Katari (MITKA) en 1978, después formó la organización política Ayllus Rojos. En 1990 creó el Ejército Guerrillero Túpac Katari (EGTK) pretendiendo refundar Bolivia mediante la restauración del sistema incaico. Fue encarcelado por subversión y después de cinco años en la cárcel de Chonchocoro, salió en libertad por falta pruebas en su contra. Fue elegido secretario ejecutivo de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), ingresó a la universidad para estudiar Historia. Escribió Túpac Katari vuelve y vive carajo, El indio en escena y Mi captura. Postuló en las elecciones presidenciales en 2002, en las elecciones presidenciales de 2005, postuló sin éxito. Actualmente está en contra de Evo Morales.
11.- José Luis Ayala. Aymar marka. Nación Aymara. Manifiestos políticos. Páginas 269 al 290, Fondo Cultura Peruana, Lima, 2009.
12.- Andrés Choquehuanca Huanca. Lago Titicaca, gran maravilla del mundo. Viamonte Impresores, Juliaca, 2010.
13.- Cornelius Castoriadis. Nació en Estambul, 11 de marzo de 1922 y falleció en París, 26 de diciembre de 1997. Filósofo y psicoanalista francés de origen griego, defensor del concepto de autonomía política y fundador del grupo político Socialismo o Barbarie y la revista del mismo nombre, de tendencias próximas al luxemburguismo y al consejismo. Abandonó el marxismo para adoptar una filosofía original y una visión cercana al autonomismo y al llamado socialismo libertario.
14.- José Luis Ayala. Aymar marka. Nación Aymara. Manifiesto del Tiawanako, 1973. Página 271, Fondo Cultura Peruana, Lima, 2009.
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