Valeria Perasso
BBC Mundo, Los Ángeles
Los hispanos en Estados Unidos son más de 50 millones y el grupo demográfico de más rápido crecimiento, pero –según alertan las encuestas y los expertos- tienen pocas figuras de referencia a las que confiarles la representación de la comunidad.
El vacío en roles de liderazgo latino ha sido identificado como un problema al que esta minoría, la primera en el país, debería prestar atención urgente.
Un estudio del Centro Hispano Pew revela que 74% de los latinos no conoce un líder de su mismo origen o bien no cree que exista alguno de peso. A la hora de dar nombres, sólo un puñado de políticos logra mención (Sonia Sotomayor, jueza de la Corte Suprema; el congresista de Chicago Luis Gutiérrez y el alcalde de Los Ángeles, Antonio Villaraigosa), junto a un presentador de noticias de una cadena hispana de TV, todos con menos de 7% de reconocimiento.
Por eso, los sociólogos señalan que -a tono con los pronósticos que indican que para el año 2050 los latinos representarán 30% de la población estadounidense, casi el doble que hoy- la formación de portavoces debe empezar "en casa": dentro de la comunidad y desde la temprana adolescencia.
Crisis de crecimiento
Con el crecimiento explosivo que el reciente censo nacional dejó en evidencia (43% más hispanos que hace 10 años), esta minoría debería, según varios académicos consultados por BBC Mundo, equiparar su peso numérico con su capacidad de influencia. Una misión… que choca con múltiples barreras.
"Estamos en crisis de identidad, no sabemos si inclinarnos por aquello no-hispano que avanza frente a nuestros ojos o por aquello que hemos heredado de nuestros padres", señala Glenn Llopis, fundador del Centro para el Liderazgo Hispano (CHL).
Para Llopis, de origen cubano y autor de un libro sobre hispanos en las corporaciones, la salida está en la incubación de mentores.
"Faltan líderes que trabajen desde el llano, en áreas como salud comunitaria o deporte. Muchos, por no tener contactos o antecedentes familiares, no pueden verse a sí mismos como líderes con potencial", coincide Elisa Herrera, del Consejo de Liderazgo Latino.
Distintas organizaciones sociales han comenzado a trabajar desde temprano en la misión de detectar "talentos": desde las escuelas o universidades.
Un ejemplo de ello es la iniciativa de la ciudad de Clearwater, en el estado de Florida, donde el Centro de Alcance Hispano trabaja con 20 niños con capacidades de liderazgo en ciernes y busca generar modelos positivos porque consideran que "no existen suficientes".
Y no existen, argumentan otros, casi en ningún terreno de la vida estadounidense. Hace unos días, la Universidad de Santa Clara, en California, tuvo su jornada de Liderazgo de Minorías, en el que pocos de los 300 asistentes pudieron nombrar un personaje de origen hispano en el mundo de la cultura más allá del actor Antonio Banderas.
""La cultura juega un papel fundamental: es un liderazgo basado en la comunidad en primer lugar, y hay desventajas si uno tiene que ejercer su liderazgo en un entorno dominado por blancos. Hay presunciones hechas por el grupo dominante sobre cómo juega tu cultura en el rol de liderazgo que te toca ejercer", apunta a BBC Mundo Mary Ho, directora del Programa de Aprendizaje Multicultural de Santa Clara y responsable de la conferencia.
Carrera de obstáculos
Una lectura entrelíneas de las estadísticas señala otro hecho que atenta contra la formación de líderes hispanos: muchos, aunque lo sean, prefieren no identificarse con el grupo étnico sino como estadounidenses a secas.
"Porque en algunos ámbitos la percepción es que los hispanos siguen siendo ciudadanos de segunda clase", acota Llopis.
En tiempos de leyes migratorias cada vez más estrictas, muchos latinos indocumentados con potencial se abstienen de tomar roles activos por miedo a llamar la atención y sufrir las consecuencias legales.
También la falta de homogeneidad –"los latinos" son más bien un universo complejo y de procedencia variada- atenta contra el proceso, así como la mirada sobre el género.
"La percepción de que las mujeres están para ser madres es mucho más fuerte que en otros grupos, y eso hace que, en particular, muchas chicas no puedan proyectarse a sí mismas como líderes", relata Herrera a BBC Mundo.
Receta
Pero, ¿cómo identificar a un potencial formador de opinión o representante virtuoso?
El Centro para el Liderazgo Hispano señala que, entre los ingredientes de la receta, debería contarse con la capacidad de mantener la perspectiva del inmigrante y "lo mejor de ambos mundos", emplear la capacidad emprendedora y, sobre todo, sacar a relucir la pasión latina.
"En muchos ambientes, a niños y adultos latinos se les repite que tienen que contenerse. Pero, ¿cómo limitar aquello que nos hace únicos? Nosotros sugerimos todo lo contrario: sé todo lo apasionado que eres, porque es una ventaja competitiva", opina Llopis.
Lo cierto es que dos cuestiones objetivas deberán ser atendidas si los hispanos planean expandir su liderazgo más allá de su comunidad: superar la barrera educativa –hoy sólo 19% de ellos consigue un título de grado- y dar el salto a la arena política.
"La segunda y tercera generaciones están mejor preparadas y pueden consolidar liderazgos que luego proyecten a nivel nacional, de cara a ese día en que los latinos sean un tercio de los habitantes de este país", augura Elisa Herrera.
http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2011/05/110504_eeuu_lideres_latinos_comunidad_jrg.shtml