jueves, 13 de agosto de 2009

Un nuevo impulso para la no proliferación

MOHAMED EL BARADEI

El presidente norteamericano, Barack Obama, le inyectó un nuevo dinamismo a los esfuerzos -paralizados durante una década- por llevar a cabo el desarme nuclear. Está comprometido con la visión de un mundo libre de armas nucleares y reconoce el vínculo entre la no proliferación y el desarme nuclear por parte de los Estados con armas nucleares.

Obama ha prometido revitalizar el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) de 1970, que apunta a impedir la propagación de armas nucleares. El régimen de no proliferación, cuya piedra angular es el TNP, es confuso. Los principales problemas son fácilmente identificables.

En primer lugar, los cinco principales Estados con armas nucleares no han tomado en serio su obligación según el TNP de trabajar para el desarme nuclear. En cambio, han insistido en que las armas nucleares son esenciales para su seguridad y siguieron modernizando sus arsenales nucleares. Esto naturalmente los priva de autoridad moral para persuadir a otros de no adquirir armas nucleares, lo que se sigue percibiendo como una fuente de poder e influencia, y una póliza de seguro contra un ataque.

En segundo lugar, como hemos visto en el caso de Corea del Norte, no hay nada que impida que los países que firmen el Tratado simplemente se retiren tras declarar que "acontecimientos extraordinarios" han puesto en peligro sus intereses supremos.

En tercer lugar, la Agencia Internacional de Energía Atómica, que supuestamente monitoriza el sistema de no proliferación, tiene un financiamiento vergonzosamente insuficiente. Cuando se trata de determinar si un país está implementando o no un programa de armas nucleares encubierto, los inspectores de la AIEA suelen tener las manos atadas, ya sea porque carecen de autoridad legal para acceder a todas las instalaciones que consideran necesario, o porque los laboratorios analíticos de la AIEA son obsoletos, o porque la Agencia no tiene un acceso adecuado a imágenes satelitales.

En cuarto lugar, los controles de exportaciones no supieron impedir la propagación de tecnología nuclear sensible, nada menos que por los esfuerzos sofisticados de redes clandestinas como la dirigida por el científico nuclear paquistaní A. Q. Khan. Nueve países ya tienen armas nucleares, y sería ingenuo suponer que otros, especialmente en regiones de conflicto, no intentarán hacerse de ellas.

Por otra parte, una cantidad de países con programas de energía nuclear tienen la capacidad, si quisieran, de fabricar armas nucleares en cuestión de meses si cambiaran sus percepciones de seguridad, porque ya dominan la tecnología crítica

-enriquecimiento de uranio y reprocesamiento de plutonio-. Si más países toman este camino, podría terminar siendo el talón de Aquiles de la no proliferación.

En quinto lugar, la comunidad internacional, encabezada por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, la mayoría de las veces se ha paralizado frente a los desafíos de la seguridad internacional y ha sido ineficiente a la hora de responder a casos sospechosos de proliferación nuclear.

Estas cuestiones no se resolverán de la noche a la mañana. Pero hay mucho que se puede hacer relativamente rápido. Estados Unidos y Rusia han iniciado negociaciones sobre recortes profundos de sus arsenales nucleares, que en conjunto representan el 95% de las 27.000 ojivas nucleares del mundo. Otras medidas fundamentales incluyen implementar el Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares; negociar un tratado comprobable para poner fin a la producción de material fisible para su uso en armas; mejorar radicalmente la seguridad física de los materiales nucleares y radioactivos, algo vital para impedir que caigan en manos de terroristas; y fortalecer a la AIEA.

El mes pasado, propuse una medida elemental para fortalecer la no proliferación ante la Junta de Gobernadores de la AIEA: establecer un banco de uranio de bajo enriquecimiento (LEU, por su sigla en inglés) de la AIEA para garantizar el suministro a los países que necesiten combustible nuclear para sus reactores nucleares. El LEU no se puede utilizar para fabricar armas. Algunos mecanismos de este tipo serán esenciales en las próximas décadas a medida que más y más países introduzcan la energía nuclear.

Mi propuesta es crear un almacenamiento físico de LEU a disposición de la AIEA como reserva de último recurso para aquellos países con programas de energía nuclear que sufran una interrupción del suministro por razones no comerciales. Esto les daría a los países la confianza de que pueden contar con suministros fiables de combustible para funcionar en sus plantas de energía nuclear, y por lo tanto no necesitan desarrollar una capacidad propia de enriquecimiento de uranio o reprocesamiento de plutonio.

Y permitiría evitar que se repitieran las experiencias de Irán después de su revolución de 1979, cuando no se cumplieron los contratos por combustible y tecnología para su programa planificado de energía nuclear. Todavía, 30 años después, se notan algunas de las consecuencias.

El LEU estaría a disposición de los países que lo necesiten en base a criterios no políticos y no discriminatorios. Estaría disponible a precios de mercado para todos los Estados que cumplan con sus obligaciones de salvaguarda nuclear. A ningún Estado se le exigiría abandonar el derecho a desarrollar su propio ciclo de combustible.

El dinero necesario para lanzar un banco de LEU está a disposición, gracias principalmente a una organización no gubernamental -la Iniciativa de Amenaza Nuclear- y la financiación inicial de Warren Buffet. Pero éste sólo puede ser un primer paso. Debería estar acompañado de un acuerdo que estipule que todas las nuevas actividades de enriquecimiento y reprocesamiento estarán exclusivamente bajo control multinacional, y que todas las instalaciones existentes de este tipo pasarán de un control nacional a un control multinacional.

Es una idea muy audaz, pero en estos tiempos las ideas audaces son más necesarias que nunca. La oportunidad de que el ciclo de combustible nuclear esté bajo control multinacional se perdió hace 60 años debido a la guerra fría. La propagación de tecnología nuclear y el creciente riesgo de terrorismo nuclear hacen imprescindible que esta vez no dejemos pasar la ocasión.

© Project Syndicate, 2009.

www.project-syndicate.org

http://www.elpais.com/articulo/opinion/nuevo/impulso/proliferacion/elpepiopi/20090813elpepiopi_4/Tes

Traducción de Claudia Martínez.

miércoles, 12 de agosto de 2009

El poder de los oleoductos o el resultado de la visita de Putin a Turquía

Andrei Fediashin, RIA Novosti.

La problemática de los gasoductos en el Viejo Continente es ahora tan compleja, que cuesta mucho distinguir dónde comienzan los tubos y dónde termina la política. La reciente visita del primer ministro ruso, Vladimir Putin a Turquía se balanceó precisamente entre oleoductos y política, esta vez, con un complemento nuclear, ya que ahora, Rusia va a construir para Turquía su primera central nuclear cerca de la costa del mar Mediterráneo.

A juzgar por los documentos suscritos entre Rusia y Turquía, la capital turca Ankara pronto se convertirá en un importante centro de trasbordo energético entre Rusia y la Unión Europea en la dirección sur. Ya que en el norte se planea la construcción del gasoducto Nord Stream (gasoducto del norte) con Alemania, ahora en el sur el socio clave será Turquía para la construcción del gasoducto South Stream (gasoducto del Sur). Es decir, Moscú tiene una amistad nórdica y otra otomana.

Desde hace tiempo, Turquía es un país de influencia regional y las nuevas posibilidades que tendrán en el futuro sus puertos en materia de gas aumentarán aún más su importancia económica. En los últimos años Ankara cada vez de forma insistente invita a Rusia a participar en un foro propuesto por Turquía para la solución los problemas más cruciales que afectan al Cáucaso.

Con estrechos vínculos económicos con Georgia y Rusia, la reciente "guerra del cáucaso" desconcertó a Ankara. En calidad de país miembro de la OTAN, Turquía expresó su solidaridad a Georgia, cuyo ejército ha sido entrenado por instructores militares turcos, y también recibido equipos militares de fabricación turca.

Pero Turquía tampoco quiere perder sus relaciones económicas con Rusia, sobre todo en momentos difíciles como los actuales. Moscú abastece a Turquía el 64 % del gas que consume y está en condiciones de aumentar los suministros de ese combustible.

Y si esto parece poco, hay que tener en cuenta que cada año a los balnearios turcos del Mediterráneo llegan más de un millón de turistas rusos que gastan más de 1.420 millones de dólares.

Moscú es el primer socio comercial de Turquía, con un intercambio comercial que el año pasado equivalió a 38.000 millones de dólares y hay planes para que en los próximos cuatro años, ese intercambio supere los 100.000 millones de dólares y esta circunstancia tiene mucho peso.

Al ofrecerse a Rusia en calidad de mediador regional para la regulación de los problemas en el del Cáucaso, Ankara comprende perfectamente que el Kremlin no piensa negociar con el presidente de Georgia, Mijail, Saakashvili.

Pero los turcos, al ofrecer sus servicios, confían en que Rusia les ayudará en un asunto en el que la participación rusa es indispensable y se trata del proceso regulador del conflicto de Alto Karabaj y la normalización de las relaciones entre Turquía y Armenia.

Y esto a su vez, significa la implicación de los intereses de Azerbaiyán que por consideraciones de "parentesco" Turquía también incluye en el foro regional del Cáucaso. Sin la regulación del conflicto en Alto Karabaj Turquía no podrá normalizar sus relaciones con Armenia.

La regulación de las relaciones con Armenia es una de las materias pendientes que tiene Turquía ante la Unión Europea (UE), porque de esto depende la admisión de Ankará en el club europeo, además la normalización de las relaciones turco-armenias responde a los intereses económicos regionales turcos.

Pero en la aproximación diplomática tuco-armenia se interpone Azerbaiyán que desde hace tiempo fijo su postura el respecto, mientras que no se solucione el conflicto de Alto Karabaj, las autoridades azerbaijanas no darán su aval a las relaciones diplomáticas entre Armenia y Turquía.

Todos comprenden que Rusia es el único interlocutor que puede influir en Armenia al momento de negociar una salida para el conflicto de Alto Karabaj. Pero hay que tener presente que Moscú no exigirá a Erverán renunciar a todos sus intereses en Alto Karabaj, y tampoco apoyará el retorno de este enclave al seno de Azerbaiyán a cambio de una amplia autonomía.

Esta circunstancia es importante especialmente, después del reconocimiento de Moscú de las independencias de Abjasia y Osetia del Sur. Así que por el momento, la amistad ruso-turca se afianzará únicamente con gas, petróleo y tecnología nuclear de aplicación civil.

El gasoducto South Stream reducirá la dependencia de Rusia y otros países consumidores de gas de países de tránsito como Ucrania, ya que Turquía no puede ser considerado país de tránsito. Para el año 2013 por sus tuberías se trasegará 63.000 millones de metros cúbicos de gas anuales.

Las inversiones del gasoducto South Stream se estiman en 25.000 millones de euros y su realización estará a cargo del consorcio ruso Gazprom y la italiana ENI. Ahora, tras las negociaciones de Putin, South Stream se compartirá entre Rusia, Italia y Turquía, y para el efecto, en la ceremonia para la firma de los acuerdos correspondientes estuvo el primer ministro Silvio Berlusconi.

http://sp.rian.ru/analysis/20090812/122663013.html

martes, 11 de agosto de 2009

A Coup for Lobbyists at the White House

Honduran President Manuel Zelaya, ousted in the middle of the night just over a month ago, enjoys global support for his return, with the exception of the Obama White House. Though Barack Obama first called the Honduran military’s removal of Zelaya a coup, his administration has backpedaled. Secretary of State Hillary Clinton called Zelaya’s attempt to cross the Nicaraguan border into Honduras “reckless.” Could well-placed lobbyists in Washington be forging U.S. foreign policy?

Lanny Davis was special counsel to President Bill Clinton from 1996 to 1998, functioning as lawyer, crisis manager and spokesman through Clinton’s various scandals. Davis has developed a lucrative specialty as a partner at Orrick, Herrington & Sutcliffe, offering a “unique ‘Legal Crisis Communications’ practice,” helping people embroiled in investigations or scandal. According to recent congressional filings, Davis is lobbying for the Honduran chapter of the Latin American Business Council. Zelaya had recently increased the Honduran minimum wage.

Davis testified before Congress on July 10, saying his clients “believe the best chance for a solution is the dialogue between Mr. Zelaya and President [Roberto] Micheletti, mediated by President [Oscar] Arias, that is now ongoing in Costa Rica.” That is, until the Arias sessions resulted in a call for the return of Zelaya. Coup spokesman Cesar Caceres said, “The mediation has been declared a failure.”

Davis continued before Congress, “No one wants bloodshed, and nobody should be inciting violence.” Yet a number of Zelaya supporters have been killed, and there has been a crackdown on independent media, making information hard to obtain.

I reached Zelaya by phone in Nicaragua, near the Honduran border, and asked about Obama’s reluctance to use the word coup. He told me, “Everyone in the world—governments, international organizations, all the lawyers and judges in the world—have called the fact of capturing a president at 5 a.m. without trying him, shooting arms, that’s a coup d’etat. No one doubts that that’s a coup d’etat.”

Bennett Ratcliff, another Clinton White House connection, was a key adviser to the coup leader, Micheletti, during the Costa Rica negotiations. According to Ratcliff’s firm’s bio, he “created TV and radio advertisements for President Bill Clinton’s 1992 and 1996 Presidential campaigns.” Firm partner Melissa Ratcliff “worked as communications strategist for The White House during the Clinton Administration.” Their firm promises “access to key decision makers and influencers.”

With similar anti-Zelaya goals comes lobbyist Roger Noriega, George W. Bush’s assistant secretary of state for Western Hemisphere affairs and former staff member of Sen. Jesse Helms. Noriega is lobbying on behalf of the Honduran Association of Maquiladoras, owners of low-wage factories that export goods, principally to the U.S.

Both Noriega and Davis represent business interests that benefit from “free trade” with the U.S. Zelaya, elected originally with the support of the Honduran business community, has shifted to more populist policies. He recently joined the emerging Latin American trade bloc ALBA, organized by countries like Venezuela and Bolivia to counter the economic dominance of the United States.

During Hillary Clinton’s presidential campaign, Davis repeated the charge that Obama would not be capable of handling a crisis “call at 3 a.m.”

In his recent visit to Africa, Obama declared the importance of democracy. Yet here in his own backyard is a genuine coup d’etat that his administration has done little to reverse. Obama will be in Mexico to meet President Felipe Calderon and Prime Minister Stephen Harper of Canada on Aug. 9. Honduras is expected to be on the agenda. The 3 a.m. call has come—who will have Obama’s ear? Democracy, or the special interests’ hired guns, against whom Obama promised change?

Denis Moynihan contributed research to this column.

Amy Goodman is the host of “Democracy Now!,” a daily international TV/radio news hour airing on more than 750 stations in North America. She is the co-author of “Standing Up to the Madness: Ordinary Heroes in Extraordinary Times,” recently released in paperback.

http://www.truthdig.com/report/item/a_coup_for_lobbyists_at_the_white_house/

(VIDEO) RCN Entrevista al presidente Chávez: "Política guerrerista del presidente Álvaro Uribe traspasa fronteras"

"La política guerrerista de Uribe y el apoyo guerrerista de Estados Unidos, ha ocasionado el desbordamiento de la guerra desde Colombia sobre las fronteras hacia Venezuela, hacia Ecuador", aseveró el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez.

Agosto 10 de 2009.- En una entrevista concedida a la cadena de televisión colombiana RCN este sábado, el jefe de Estado alertó cómo ahora el Gobierno colombiano, con el respaldo de Estados Unidos, "quiere incendiar a Venezuela y a Ecuador echándonos la culpa de su guerra interna en lugar de buscar la paz".

Repitió a Colombia, a su presidente y hasta el último de los colombianos y colombianas: "Venezuela está a la orden para buscar el camino de la paz en Colombia. Ya basta de tanta guerra, de tanta violencia. Ahora, con la instalación de siete nuevas bases de Estados Unidos en Colombia, lo que vendrá es más guerra en Colombia".

Indicó que no depende de Venezuela borrar la palabra guerra entre ambas naciones. "Yo quisiera borrarla", acotó el mandatario venezolano. "Yo no quisiera nunca una guerra, nosotros somos hermanos; pero de verdad, yo me siento tan colombiano como venezolano".

Invasión
Advirtió acerca de la causa más importante por la que Estados Unidos de América querría invadir Venezuela. "Ustedes los colombianos deberían hacer un esfuerzo por entenderlo: aquí en Venezuela está la reserva de petróleo más grande de este planeta. Tenemos petróleo para más de cien años, a Estados Unidos se le está acabando el petróleo".

Por ello, dijo que mientras "más les den ustedes (Colombia) entrada al ejército de Estados Unidos y a las tropas yanquis, más narcotráfico va a entrar a Colombia". "Es una amenaza contra Venezuela la presencia de yanquis en Colombia y seguiremos revisando las relaciones en todos los ámbitos", señaló el Presidente venezolano.

Respecto a las bases militares, aclaró que no está prohibiendo que Uribe firme acuerdos internacionales. "Yo no le estoy prohibiendo a Uribe, ni pudiera hacerlo, sería una pretensión fuera de todo orden. Sólo que yo estoy llamado y obligado moralmente, como jefe de Estado de Venezuela, a protestar y a decir por qué protestamos", indicó Chávez, frente a la amenaza que representa contra Venezuela las bases militares apoyadas por Estados Unidos.



Fuente: http://www.aporrea.org/actualidad/n140267.html