sábado, 25 de julio de 2009

(VIDEO) Vea "Dossier" con Walter Martínez (23.07.09)

Programa conducido por el periodista uruguayo-venenezolano experto en temas internacionales Lic Walter Martinez, quien analiza los temas más importantes sucedidos en el mundo desde una perspectiva equilibrada con el objetivo, de brindar a los habitantes "de esta unica y contaminada nave espacial" una versión más real de los hechos.



Fuente: http://www.aporrea.org/internacionales/n139321.html

Europa pierde peso militar

Por: ANDREA RIZZI

Julio ha sido hasta ahora un mes durísimo para las tropas británicas desplegadas en Afganistán. La muerte de 19 soldados en tres semanas, la mayoría a causa de la explosión de artefactos, ha impulsado en Londres un furioso debate sobre si las tropas del Reino Unido cuentan con equipamiento a la altura de la situación. La imagen del general Richard Dannatt volando por Afganistán en un helicóptero estadounidense -"me habría desplazado en uno británico, si hubiese habido uno disponible", dijo el militar- elevó la polémica al máximo grado. El propio Gordon Brown tuvo que intervenir para calmar las aguas.

Más allá de las escaramuzas políticas sobre el número de helicópteros y blindados británicos disponibles en la provincia afgana de Helmand, el debate en el Reino Unido -junto con Francia, la mayor potencia militar europea- plantea una trascendental pregunta política a todo el continente: ¿en qué estado se hallan los músculos de Europa? ¿Acompañan de manera adecuada su ambición de potencia global? Las estadísticas sobre gasto militar ofrecen una respuesta clara: mientras todas las grandes potencias mundiales han aumentado a ritmos de vértigo su inversión en la última década, Europa gasta hoy lo mismo que hace 10 años. Comparativamente, la fuerza militar europea se está erosionando a gran velocidad.

Los datos son contundentes. China aumentó su gasto militar un 194% entre 1999 y 2008, en términos reales. Rusia, un 173%. Estados Unidos, un 66%. India, un 44%. Frente a esas cifras, en el mismo periodo, Francia incrementó su gasto un 3%; Italia, un 0,4%; Alemania retrocedió un 11%. El Reino Unido avanzó un 20%, debido a su alta implicación en las guerras de Irak y Afganistán. El continente, en su conjunto, registró un avance del 5%. Los datos son del prestigioso Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI). Según ellos, China se convirtió en 2008, por primera vez, en el segundo inversor militar del mundo.

"El gasto militar es impulsado por tres factores básicos", comenta en conversación telefónica Samuel Perlo-Freeman, investigador del departamento de gasto militar del SIPRI. "Estar involucrado en conflictos armados, como EE UU; tener ambiciones de potencia militar global, como China o Rusia; o gozar de un crecimiento económico elevado, que facilite el aumento del gasto militar. Europa no es empujada por ninguno de los tres. Los países europeos han priorizado objetivos por los que no consideran necesario o útil desarrollar su poder militar".

Así, la capacidad de influencia europea a escala global queda siempre más dependiente del llamado soft power que brota del poderío económico y comercial, de la seducción cultural, del atractivo de su particular mezcla entre libre mercado y protección social. Para muchos, eso es positivo. Al respecto, hay opiniones de todo color. Pero los hechos hablan de duros competidores en un mundo menos noble de lo que ambicionan los partidarios del soft power. Un mundo en el que el hard power no cuenta mucho menos que cuando Stalin, preguntado por las relaciones con la Iglesia católica, dijo irónicamente: "¿El Papa..? ¿Cuántas divisiones tiene el Papa?".

"Europa se ha descolgado del ritmo de crecimiento de los demás. Esto es fuente de preocupación", observa desde Francia Yves Boyer, director adjunto de la Fundación para la Investigación Estratégica francesa. "Si queremos evitar una Europa condenada a la decadencia, los Gobiernos tienen que dotarla de medios en los sectores industriales, culturales, diplomáticos, pero también militares. Aunque sea en contra de las opiniones públicas, los Gobiernos tienen el derecho de actuar en el interés estratégico de un país".

La tendencia, sin embargo, muestra un estancamiento absoluto en la última década, y las proyecciones para los próximos presupuestos no la invierten. La crisis económica global reduce más aún el margen de maniobra.

"Pese al frenazo de las inversiones que perjudica la disponibilidad de materiales", prosigue Boyer, "Europa goza todavía de ventajas comparativas en cuanto a savoir faire. Pero incluso el savoir faire necesita medios para mantenerse en el tiempo, y la espiral actual puede ser peligrosa".

Para hacerse una idea de las magnitudes, las cinco principales potencias militares europeas -Francia, Reino Unido, Alemania, Italia y España- con una población equivalente a la de EE UU y un PIB conjunto poco inferior, suman un gasto militar que representa el 40% del estadounidense.

Pese al espectacular crecimiento, China, y más aún India y Brasil, quedan todavía lejos en términos absolutos de Europa como bloque. Pero hay matices: si el gasto se calculara a paridad de poder adquisitivo, el peso relativo de la inversión china o india subiría mucho. Un mismo millón de dólares en distintas manos compra la misma fracción de un cazabombardero, pero paga muchos más salarios de soldados chinos que de europeos.

Por otra parte, es evidente que la suma del gasto militar europeo sigue siendo más una realidad aritmética que política. Pese a que el ascenso de Sarkozy -su acercamiento a la OTAN y a EE UU- facilite el camino para el desarrollo de una defensa común europea, la realidad es que no hay avances significativos en la materia. El esfuerzo militar europeo permanece pulverizado en muchos fragmentos, mientras realidades nacionales cohesionadas y cada vez más armadas surgen en el horizonte.

Fuente: http://www.elpais.com/articulo/internacional/Europa/pierde/peso/militar/elpepuint/20090725elpepiint_7/Tes

viernes, 24 de julio de 2009

Agresión contra la delegación diplomatica venezolana en Honduras

Intentan detener a la delegacion diplomatica de Venezuela
-URGENTE DESDE TEGUCIGALPA-Radio Liberada informa:

La DGCI (Direccion General de Investigación Criminal) esta intentando capturar al Encargado de Negocios de la Embajada de Venezuela.

El pueblo de Tegucigalpa defiende la Embajada.






Fuente: http://resistenciamorazan.blogspot.com/2009/07/intentan-detener-la-delegacion.html

jueves, 23 de julio de 2009

La distancia entre el discurso y los hechos de Barack Obama

EL TEATRO DEL MUNDO con Guillermo Giacosa




Fuente:
http://perunet.tv/el-teatro-del-mundo/la-distancia-entre-el-discurso-de-barack-obama.html

(VIDEO) Vea "Dossier" con Walter Martínez (22.07.09)

Programa conducido por el periodista uruguayo-venenezolano experto en temas internacionales Lic Walter Martinez, quien analiza los temas más importantes sucedidos en el mundo desde una perspectiva equilibrada con el objetivo, de brindar a los habitantes "de esta unica y contaminada nave espacial" una versión más real de los hechos.



Fuente: http://www.aporrea.org/internacionales/n139238.html

Obama Moves to Reclaim the Debate on Health Care

WASHINGTON — President Obama tried on Wednesday to rally public support for overhauling the nation’s health care system and said for the first time that he would be willing to help pay for the plan by raising income taxes on families earning more than $1 million a year.

“If I see a proposal that is primarily funded through taxing middle-class families, I’m going to be opposed to that,” Mr. Obama said in a prime-time news conference in the East Room of the White House. A surcharge on the highest-income Americans, under consideration in the House, “meets my principle,” he said.

On a day when the leader of fiscally conservative Democrats said a deal was a long way off and House Speaker Nancy Pelosi insisted that she had the votes to push a bill through, Mr. Obama used the news conference to take his message over the heads of lawmakers and straight to the public. Conceding that “folks are skeptical,” he sought to convince Americans that overhauling the nation’s health care system would benefit them and strengthen the economy.

“If somebody told you that there is a plan out there that is guaranteed to double your health-care costs over the next 10 years,” he said, “that’s guaranteed to result in more Americans losing their health care, and that is by far the biggest contributor to our federal deficit, I think most people would be opposed to that,”

“That’s what we have right now,” he said. “So if we don’t change, we can’t expect a different result.”

While Mr. Obama declared, “it’s my job, I’m the president,” he did not use the appearance at the White House to make any fresh demands on Congress, which is struggling to meet his timetable for both chambers to pass legislation before members break for August recess. Mr. Obama did not repeat that demand Wednesday night.

Instead, he sounded cerebral as he delved into policy specifics for nearly an hour and tried to link them to the concerns of ordinary Americans.

As he sought to reassure the public that a new health care system would be an improvement, he also acknowledged that there would be changes that could be unsettling, a point that is often raised by critics of overhauling the health care system.

“Can I guarantee that there are going to be no changes in the health-care delivery system? No,” Mr. Obama said. “The whole point of this is to try to encourage changes that work for the American people and make them healthier.”

Health legislation is Mr. Obama’s highest legislative priority, and his success or failure could shape the rest of his presidency. But while he is under increasing pressure from leading Democrats to delve more deeply into the negotiations by taking positions on specific policy issues, he largely resisted doing so Wednesday night.

But the president did weigh in how the government might pay for the plan.

In addition to saying he would be open to taxing those households earning more than $1 million — a scaled-back version of an earlier proposal that would have imposed a surcharge on households earning $350,000 or more — he signaled that he was also receptive to another idea under consideration in the Senate: taxing employer-provided health benefits, as long as the tax did not fall on the middle class.

On Capitol Hill, Ms. Pelosi said Democrats remained on track to reach a deal on major health care legislation. But she acknowledged that the process had slowed in response to concerns among conservative Democrats about the cost of the bill, and that some House Democrats were reluctant to embrace the income surtax on high-earners without knowing whether the Senate would go along.

Indeed, even as Ms. Pelosi insisted that Congress was closer than ever to achieving a comprehensive overhaul of the nation’s health care system, leaders of the Blue Dogs, a conservative faction of Democrats, said a deal was still a long way off. Asked if the House Energy and Commerce Committee could resume work on the bill by late Thursday, as House leaders hoped, Representative Charlie Melancon, a Blue Dog from Louisiana, said: “No way.”

A senior Democratic aide on Capitol Hill said party leaders now believed it was essential for Mr. Obama to be more specific about what he wanted in a health care bill — and not just exhort Congress to pass one.

“The president needs to step in more forcefully and start making some decisions,” said the aide, speaking on condition of anonymity because he did not want to be publicly identified as criticizing Mr. Obama. “Everyone appreciates the fact that Obama has devoted so much time to health care. The bully pulpit is powerful. But in view of the deadlines Congress has missed, we would like to hear more from the president about what he wants in this bill.”

While he faces pressures from fellow Democrats, Mr. Obama is also fending off attacks from Republicans who sense an opportunity to knock him off his stride by arguing that the health care bill, estimated as costing more than $1 trillion over the next decade, will not slow or reduce the growth of health spending.

The White House has been in a running debate this week with Senator Jim DeMint, Republican of South Carolina, who predicted that health legislation would prove to be Mr. Obama’s “Waterloo moment” and would break the president. To that, Mr. Obama said: “This isn’t about me. I have great health insurance, and so does every member of Congress.”

In his opening remarks Wednesday night, Mr. Obama said he was aware that many Americans are asking, “What’s in this for me?” But he also tried to appeal to the nation’s conscience, casting the issue as a matter of urgency to families who are losing their life savings trying to pay for medical care and to businesses burdened by trying to provide coverage to their employees.

Asked what the rush was to meet his August deadline for passage of House and Senate bills, Mr. Obama replied: “I’m rushed because I get letters every day from families that are being clobbered by health care costs. They ask me, ‘Can you help?’ ”

In fact, there is another reason Mr. Obama is rushed: he knows time is not on his side. The more Congress delays passage of a health bill, the more time his Republican opponents will have to marshal their opposition and kill it.

“If you don’t set deadlines in this town, things don’t happen,” Mr. Obama said. “The default position is inertia.”

David M. Herszenhorn and Robert Pear contributed reporting.

http://www.nytimes.com/2009/07/23/us/politics/23obama.html?ref=todayspaper

domingo, 19 de julio de 2009

Triunfo de la Revolución Sandinista: El día en que la Patria se hizo libre

Corre el 19 de julio de 1974. En Nicaragua el tronar de las balas y las granadas enmudece para abrirle paso al repique de campanas que enmarca las risas y los cantos de un pueblo que ve el renacer de sus esperanzas.

En carretas, camiones y hasta caminando los ríos de gente se desplazan hacia Managua, la capital de un país centroamericano sumido en la miseria inherente a la dominación de los “gorilas” impuestos por los intereses de quienes ven en estas tierras un patio trasero al cual saquean sin contemplaciones.

La Plaza de la República estaba a reventar de hombres, mujeres que soltaban los fusiles para abrazar a sus niños mientras coreaban “Patria Libre” “Patria Libre”.

Ese día, cesó la guerra y el dolor.

Ese día triunfo la revolución sandinista y así fue transmitida, desde Managua para el mundo.

Treinta años después, los invitamos a recorrer la historia de Nicaragua para entender y conocer el significado de la revolución sandinista para el pueblo nicaragüense y los pueblos de nuestra América.

Se sabe que Nicaragua estaba poblada hace al menos 10.000 años, que es la edad de unas huellas encontradas en una zona de Managua (Acahualinca). Asimismo, varios siglos antes de Cristo recibió migraciones de indígenas provenientes de México.

Cristóbal Colón, en su segundo viaje, tomó por primera vez contacto con la costa del Caribe nicaragûense, aunque el primer explorador que recorrió el país fue Gil González de Avila. Pero los conquistadores españoles se tuvieron que enfrentar con el bravo cacique Nicarao que se resistió a la colonización invasora.

Pero debemos destacar que la zona del Caribe Nicaragüense nunca fue dominada por los españoles. Los ingleses mantuvieron relaciones comerciales con los indios Miskitos, que poblaban esa zona, y no fueron raras las expediciones violentas de dichos indios a las ciudades del interior. Como consecuencia de esta colonización inglesa, todavía una parte importante de la población del Caribe habla inglés e incluso llama "españoles" a los habitantes del resto de Nicaragua.

Y pasaron los años y llegó la independencia, en ese momento, Nicaragua formó parte de las Provincias Unidas de Centroamérica y luego se emancipó totalmente en 1838.

Todo el siglo XIX en Nicaragua fue una sucesión de rivalidades y conflictos entre liberales y conservadores. Los liberales tenían su asiento en la culta ciudad de León (sede de la Universidad), mientras los conservadores hacían de Granada su feudo económico y comercial.

Para acabar de complicar las cosas, la posibilidad de construir un canal interoceánico abrió los apetitos de las potencias europeas. En 1848 los ingleses se apoderaron de la ciudad de San Juan del Norte, en la costa atlántica con el fin de controlar la salida al Caribe del río San Juan y ejercer un protectorado sobre la Costa de los Misquitos.

Pero la injerencia extranjera no acaba aquí, ya que posteriormente Nicaragua fue víctima de la INVASIÓN FILIBUSTERA.

A mediados deL siglo XIX se descubrió oro en California, EEUU, y miles de aventureros se lanzaron a su búsqueda en lo que se llamó la "fiebre del oro". A diferencia de lo que nos muestran las películas del oeste, la mayor parte de los viajeros se dirigía desde la Costa Este de los Estados Unidos a California por mar y no por tierra. La ruta empezaba en Nueva York, de ahí se viajaba a San Juan del Norte (Greytown), se cruzaba el Río San Juan, el lago de Nicaragua y el istmo por San Jorge y se embarcaba hasta San Francisco. Otros viajeros hacían la ruta por un ferrocarril que atravesaba Panamá.

La afluencia de viajeros originó la fundación de la llamada Compañía del Transito, propiedad del magnate Cornelius Vanderbilt.

Las rivalidades entre conservadores y liberales nicaragüenses, las apetencias de Vanderbilt, junto con la ambición de unos aventureros sin escrúpulos propiciaron la invasión filibustera de Nicaragua.

En 1855 un aventurero llamado William Walker fue llamado por los liberales de León para participar en su guerra contra los conservadores. Walker llegó a Nicaragua con 56 mercenarios (conocidos como "filibusteros") y al poco tiempo se había apoderado del país y se había hecho nombrar presidente. En el transcurso de la guerra Granada fue arrasada, se instituyó la esclavitud (con la idea de incorporar Nicaragua a los Estados Unidos como un estado esclavista más) y se declaró el inglés como idioma oficial de Nicaragua. Al llamado de Walker acudieron muchos aventureros y mercenarios, engañados por la perspectiva de un enriquecimiento rápido.

Las potencias de América Central reaccionaron y en 1857 Walker fue derrotado. Una nueva expedición de Walker en 1860 fracasó y Walker fue ajusticiado por los hondureños. Mientras tanto, los ingleses habían constituido un verdadero protectorado en la costa del Pacífico e incluso se llegó a proclamar un "rey Miskito" que gobernaba desde Bluefields.

Un presidente liberal, José Santos Zelaya, llegó al poder en 1893. Este presidente recuperó la costa del Pacífico para el país y depuso al llamado "rey Miskito". Sin embargo, pronto chocó con los intereses norteamericanos que organizaron en 1909 una trama para derrocarlo.

Los marines norteamericanos invadieron el país y en los años siguientes la política nicaragüense fue dirigida completamente por el "gran hermano del Norte". Estos marines permanecieron en Nicaragua hasta 1925, pero tras su marcha de nuevo volvieron los conflictos y los marines regresaron en 1927.

AUGUSTO CESAR SANDINO

El conflicto entre conservadores y liberales se cerró en falso cuando el liberal Moncada accedió a firmar en Tipitapa el llamado "pacto del Espino Negro". En este pacto se aceptaba la presidencia de Adolfo Díaz, y se repartían distintas prebendas a los jefes rebeldes. Todos los generales y caudillos liberales aceptaron el trato, excepto Augusto César Sandino. Se inició así una cruenta lucha contra las tropas norteamericanas de ocupación.

Sandino era un obrero que había estado trabajando en las plantaciones de banano y caña de azúcar de Honduras y Guatemala y en las empresas petrolíferas de México. Con algunos ahorros producto de su trabajo volvió a Nicaragua y compró armas para intervenir en el conflicto interno entre liberales y conservadores. Sandino no aceptó nunca el "pacto del Espino Negro" y mantuvo una lucha sin cuartel para liberar Nicaragua de los marines norteamericanos. Su "pequeño ejército" mantuvo en jaque durante varios años a las tropas americanas y finalmente fue necesario que éstas se retiraran y dejaran en su lugar a un cuerpo recién formado (la Guardia Nacional) para que se pudiese llegar a un acuerdo.

Anastasio Somoza García, jefe de la Guardia Nacional urdió en 1934 un complot para asesinar a Sandino y hacerse con el poder. En 1936 derrocó al presidente Sacasa y se proclamó presidente tras unas elecciones llenas de irregularidades celebradas en 1937, iniciándose así la cruenta dictadura de la dinastía Somoza.

A partir de 1937, Anastasio Somoza dirigió el país con mano de hierro, reformó la constitución y se alió con los Estados Unidos, país que apoyó su régimen dictatorial. Somoza acumuló tierras y riquezas y se hizo dueño de algunas de las empresas más productivas del país. Se atribuye una frase a Somoza cuando fue preguntado acerca de sus muchas fincas y posesiones: "que yo sepa sólo tengo una finca y se llama Nicaragua". Otra frase célebre del presidente Roosevelt sobre Somoza es "Será un hijo de perra, pero es nuestro hijo de perra".

Somoza murió por efecto de los disparos de Rigoberto López Pérez, un poeta leonés, que se infiltró en septiembre de 1956 en un fiesta en su honor. En este atentado murió el propio Rigoberto López. El suceso originó una oleada de represión sin precedentes y muchos opositores fueron detenidos y torturados.

El hijo de Anastasio Somoza García ("Tacho"), Luis Somoza Debayle, se hizo cargo del poder gracias al control que la familia tenía sobre la Guardia Nacional, único cuerpo armado del país. A la muerte de Luis Somoza en 1967 le sucedió su hermano Anastasio Somoza Debayle ("Tachito"), tras un breve período con algún presidente títere.

La acumulación de riquezas por parte de la familia Somoza continuó sin ningún escrúpulo. Cuando en diciembre de 1972 se produjo el terrible terremoto que destruyó Managua, una parte importante de la ayuda internacional fue desviada a los almacenes de la familia y vendida.

Mientras los Somoza robaban y hacían lo que les venía en gana, en las entrañas de Nicaragua se iba forjando un movimiento que en 1979 le daría al país la tan ansiada libertad: EL FRENTE SANDINISTA DE LIBERACIÓN NACIONAL.

En 1961 Carlos Fonseca, Tomás Borge y Silvio Mayorga fundaron el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), una organización armada que pretendía acabar con la dictadura de la familia Somoza. Los inicios de la lucha del Frente Sandinista estuvieron plagados de dificultades, pero poco a poco fue logrando implantación, sobretodo entre jóvenes estudiantes de la Universidad y obreros.

La oposición a los Somoza fue creciendo en los años 70 y las acciones de los sandinistas cada vez se hicieron más audaces.

Así, por ejemplo, en 1974 una fuerza sandinista tomó como rehenes a importantes funcionarios del régimen que se habían dado cita en la casa de José María Castillo, un hombre de negocios amigo de Anastasio Somoza. Los sandinistas consiguieron en aquella ocasión que fuesen liberados numerosos prisioneros políticos, a la vez que su causa era difundida por todo el mundo.

En 1976 Carlos Fonseca murió en un combate con la Guardia Nacional.

Tras la muerte de Carlos Fonseca el Frente Sandinista de Liberación Nacional se dividió en varias tendencias pero siguió ganando gran aceptación nacional. En el contexto de violencia de enero y febrero 1978, muere, asesinado por sicarios de Somoza, Pedro J. Chamorro, director del principal diario de Nicaragua, "La prensa".

Pero el suceso más estremecedor de estas fechas es la represión a la insurrección indígena de Monimbó donde se la Guardia Nacional masacró a los pobladores del barrio indígena de Sabogales. Allí fusilaron en sus casas a 15 personas inocentes, entre los que se encontraban una mujer embarazada y varios niños.

Posteriormente, prenden dentro de una vivienda a los dirigentes del Frente Sandinista de Liberación Nacional: Arnoldo Quant, Moisés Rivera y Camilo Ortega Saavedra, quienes son brutalmente torturados y asesinados, ingresando de este modo a la inmortalidad. Estos sucesos en vez de desmoralizar al pueblo en armas, le infundió mayor valor y se iba incorporando masivamente a la lucha armada, donde la radio cumplía con un importante papel revolucionario.

Mientras el pueblo sigue movilizado, el 22 de agosto de 1978 el Palacio Nacional es tomado por un comando del FSLN, que toma como rehenes al ministro de gobernación y al de hacienda, aparte de 50 diputados más. Esta acción sirve para canjear prisioneros. En Septiembre de ese mismo año, se da una insurrección a gran escala en los grandes centros urbanos, pero culmina en fracaso.

Esto supone un breve lapso, de Octubre de 1978 a Marzo, de 1979. Este es un periodo de reorganización y reposición de fuerzas por parte del FSLN. También se ve en este periodo un fracaso de las proposiciones de los partidos burgueses y un apoyo mayoritario del pueblo al Sandinismo.

Ya para Junio de 1979 la situación en el país es de crisis pre revolucionaria. El día 4 de Junio comienza la ofensiva, que va a culminar el día 19 de Julio 1979. Se produce una insurrección popular armada generalizada, dirigida por el FSLN, que lleva al derrocamiento de la dictadura de los Somoza.

Con el triunfo de la revolución comenzaba un nuevo período lleno de ilusión pero también de dificultades. El país había quedado destrozado por la guerra, las víctimas habían sido muy numerosas y los Estados Unidos mostraban una actitud recelosa ante las nuevas autoridades nicaragüenses.

Se formó una junta de 5 miembros llamada Junta de Reconstrucción Nacional encabezada por el líder sandinista Daniel Ortega Saavedra. Como dato curioso destacamos que la que más adelante sería rival de Ortega y Presidenta de Nicaragua - Violeta Chamorro – formó parte de esa junta.

Esta junta anuló la constitución somocista e inició la obra de reconstrucción del país.

También se llevó a cabo una intensa campaña de alfabetización, se nacionalizaron las tierras y propiedades de la familia Somoza y de sus más importantes colaboradores, aunque se respetaron otras propiedades y empresas. Se dieron los primeros pasos para mejorar la atención sanitaria y para llevar a cabo una reforma agraria.

El proyecto sandinista no pasaba por el reparto indiscriminado de tierras a los campesinos, sino por el agrupamiento de éstos en cooperativas de trabajadores. Ello provocó algunos roces y decepciones entre quienes habían pensado que la revolución daría paso a la propiedad de la tierra. Por otra parte, muchos nicaragüenses afines a Somoza emigraron a Miami donde constituyeron, junto con los cubanos exiliados, un poderoso grupo de influencia en la política norteamericana.

Pronto empezaron los problemas. Una parte importante de la Guardia Nacional se refugió en Honduras y Costa Rica y, ayudada y financiada por Estados Unidos, inició una guerra contra el régimen sandinista.

En el curso de esta guerra las atrocidades fueron enormes y los recursos dedicados a la misma cada vez eran mayores. Fue necesario instituir un servicio militar y eso causó descontento de muchas personas en Nicaragua. Las cooperativas de campesinos fueron el blanco preferido de los contrarrevolucionarios (o "contras") y los errores de los sandinistas hicieron que una parte de la población que inicialmente apoyaba al gobierno se decantase por la "contra".

Una ola de solidaridad mundial fue la respuesta a la agresión. Se formaron numerosos comités de solidaridad con Nicaragua y los gobiernos europeos desarrollaron importantes proyectos de colaboración con el pequeño país que pugnaba por salir de su atraso. Muchos nicaragüenses fueron enviados a estudiar a universidades extranjeras y brigadas de cooperantes y voluntarios acudían a poner su grano de arena al agitado contexto nicaragüense.

La guerra dificultaba las comunicaciones, consumía recursos ingentes y ocasionaba una gran escasez en el país. El gobierno de Estados Unidos fue condenado por el Tribunal Internacional de la Haya y requerido, sin éxito, para que cesase en su guerra de agresión contra Nicaragua. En 1984 los sandinistas vencieron en unas elecciones supervisadas atentamente por observadores internacionales y Daniel Ortega fue elegido presidente.

La guerra de agresión continuó y en 1985 los Estados Unidos decretaron un embargo comercial contra Nicaragua. Estalló el escándalo Irán-Contra cuando se descubrió que la CIA vendía armas a Irán - contraviniendo el bloqueo decretado por las Naciones Unidas - y con el dinero obtenido apoyaba a la "contra" nicaragüense. También se descubrió el pago de armas con cocaína y el desvío de armamento supuestamente destinado a otros países hacia la "contra" nicaragüense.

Para financiar la guerra, el gobierno sandinista recurrió a la devaluación de la moneda, lo que provocó una espiral inflacionista sin precedentes. Los precios subían día a día y la escasez aumentaba, mientras el país dedicaba a veces hasta la mitad de su presupuesto a la guerra.

La intervención de otros países, en el marco de unos acuerdos de paz globales para la región (en aquella época había conflictos armados en Guatemala y El Salvador) se tradujo en la celebración de nuevas elecciones en 1990 que, contra todo pronóstico, fueron ganadas por una coalición derechista, la UNO (Unión Nacional Opositora) encabezada por Violeta Chamorro.

Tras casi veinte años de gobiernos neoliberales que profundizaron la pobreza y la exclusión en Nicaragua regresó el Frente Sandinista de Liberación Nacional a gobernar el país con el apoyo popular iniciado por las urnas.

Ahora, en un nuevo contexto internacional marcado por el fracaso del Neoliberalismo y el renacimiento de la izquierda que promueve políticas integracionistas basadas en la solidaridad y la complementariedad como la practicada por los países del ALBA, Nicaragua se yergue airosa en el treinta aniversario de su revolución viendo como su consigna “Patria Libre es una realidad”.

http://www.radiomundial.com.ve/yvke/noticia.php?28898